El valle de Arratia, agosto de 1999. Ander, campesino de unos cuarenta años, vive en algún sitio perdido de Vizcaya con su hermana Arantxa y su madre, ya anciana. Lleva una vida anclada en la monotonía y el trabajo, hasta que un día tiene un accidente y se rompe la pierna, lo que le obliga a llevar una escayola durante dos meses. Para ayudarles, la familia contrata a José, un inmigrante peruano que dará un vuelco a sus relaciones familiares.