Claude Lelouch • Director
Europa: manual de instrucciones
por Fabien Lemercier
- El presidente de los Encuentros de Beaune hace un balance sobre el estado actual del cine europeo. Una mirada a las relaciones con la industria y a los cineastas de nuevo cuño
Los Encuentros Cinematográficos de Beaune han servido para que directores, productores y profesionales del sector se sienten a analizar algunos de los asuntos más relevantes del mundo de la cinematografía contemporánea. La fragilidad del actual sistema de financiación, nuevas formas para la inversión, el futuro de la televisión por cable y la defensa de la diversidad cultural ante el nuevo marco de la Unión Europea. Cineuropa.org ha entrevistado al director y productor Claude Lelouch, presidente de la última edición de los Encuentros de Beaune.
Señor Lelouch, háganos un balance. ¿Ha habido avances concretos en los problemas que atañen a los profesionales?
“Sí, se han dado pasos importantes cada año. Creo que si no hubieran existido los Encuentos de Beaune se hubiera ido a menor velocidad. Las doce ediciones de Beaune han hecho que la historia del cine gane unos cinco o seis años. Es por esto que los considero fundamentales y que participaré en ellos mientras la salud me lo permita”.
Sobre la cuestión de la financiación del cine francés se hace un doble discurso. Bastante optimista por parte de las autoridades, más dramático por parte de los demás profesionales del sector. ¿Qué piensa usted?
“Creo que hay mucho que hacer con los propietarios de salas. Habría que hablar con ellos, recuperar el derecho al “boca a boca” que hemos perdido. Y luego, hay que encontrar otras formas de financiación. En los Encuentros hemos hablado de las que ya conocemos, pero no de nuevos inversores. Es una lástima, porque el cine nos interesa a todos, apasiona a todos y se puede buscar financiación en sectores que hasta ahora no están interesados en el cine, o que nunca se han visto involucrados en él”.
En cuanto a las coproducciones europeas, ¿piensa que constituyan un potencial a desarrollar o una amenaza? Por ejemplo, en lo que se refiere a la separación de los platós.
“No hay ninguna amenaza. Sólo existen casos particulares en el cine. Uno se puede lanzar a una gran producción si esto ayuda al desarrollo dramático de la película. Lo que cuenta es privilegiar siempre el espectáculo. Si el espectáculo cinematográfico necesita una coproducción, hay que hacerla. Cada vez que se está ante un caso particular hay que preguntarse si la película merece o no ser coproducida. Hoy existen innumerables posibilidades, y hay que estudiar estas posibilidades. El cine se analiza caso por caso. Yo llevo cuarenta años en la profesión, he rodado 38 películas y ninguna de ellas me ha servido como ejemplo para la siguiente”.
El Festival de Florencia lo ha invitado al aniversario de la Nouvelle Vague. ¿Participará?
“No puedo ir. Y es una decisión que tomo. No voy precisamente por lo de la Nouvelle Vague, pues es un movimiento al que nunca apoyé. Para mí es de naturaleza retrógrada y nunca hizo que el cine evolucionara un solo paso. Las películas de la Nouvelle Vague no fueron mejores que las de las otras vague anteriores.
¿Cuáles son los jóvenes directores europeos que se pueden oponer a la estandarización del cine de Hollywood?
“La situación no está muy clara por ahora. Lo que se necesita es una generación de nuevos cineastas que sepan hacer un buen uso de las nuevas tecnologías. Sin olvidar a los actores. No hay que permitir que las nuevas tecnologías nos hagan olvidar lo esencial: las risas, las lágrimas y los actores. Jeunet, por ejemplo, ha respetado perfectamente las nuevas tecnologías y, al mismo tiempo, a los actores”.
¿Qué proyectos tiene para el futuro? ¿Está preparando una nueva película?
“Preparo algo en grande, muy en grande. Pero es tan importante que casi no me atrevo a hablar de ello. Probablemente no estará mi “familia” habitual de actores, pero todavía no puedo decir nada”.
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