13/02/2012 - La famosa actriz francesa cuenta cómo se ha sumergido en el universo de Brillante Mendoza.

La estrella francesa no dudó en lanzarse en el rodaje en Filipinas del último trabajo del talentoso Brillante Mendoza: Captive [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Brillante Mendoza
entrevista: Isabelle Huppert
ficha de la película], proyectada a concurso en la 62ª Berlinale. La actriz habló de su satisfactoria experiencia juntos a la prensa internacional.

¿Cómo se preparó el papel?
Isabelle Huppert: Los actores no mantuvimos encuentros con personas que estuvieron en la situación de nuestros personajes. Éramos libres de interpretar como creyésemos oportuno. No ha habido una gran preparación para el papel: no creo que haya que preparar un momento tan inesperado, en el que la sorpresa forma parte del shock que la película pretende provocar. Mendoza tiene la capacidad de capturar ese momento. Cuanto menos se prepara, mejor para una película de este tipo; de hecho, es uno de sus puntos fuertes. ¿Cómo recrear el caos y cómo controlarlo sumergiendo a los actores en un clima de sorpresa extrema? Ese es el talento de Brillante Mendoza. Nunca sabíamos a qué atenernos. Los actores no se conocían de antemano. Había un guion, pero Brillante apenas lo seguía. Todo era inesperado. Lo que se ve al final se parece mucho a la realidad.

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¿Hubo peligros?
"Lo que al espectador parece incómodo es normalmente más cómodo para el actor, que puede meterse hasta el cuello en algo extremo. Yo no escogí el papel propuesto por Brillante Mendoza, pero escogí a Brillante Mendoza y escogí su universo. Es una gran oportunidad para mí desempeñar un papel en ese universo. Quizá lo que más me costó como actriz en este papel fue formar parte de un conjunto más que mi interpretación en sí y correr el riesgo de romper el equilibrio. A veces estuvimos en situaciones muy peligrosas. No tenía la impresión de estar en una ficción sino en la realidad, y nos sentíamos obligados a actuar en consecuencia, a reaccionar en consecuencia. No se trata de concebir un personaje, sino de vivir en el momento en que se te presenta en un contexto real.

¿Qué más puede decirnos de su interpretación?
Sean cuales sean mis películas no tengo métodos distintos para afrontarlas. A mí me dirigen realizadores distintos y hay que saber ceder a sus indicaciones. En Captive, hay intérpretes profesionales y personas que no trabajan como actores, como Katherine Mulville. Esto es algo muy interesante: los actores profesionales tratan de no serlo y los que no son actores intentan ser profesionales.

Cuando interpreto no pienso demasiado, ni antes ni durante ni después del rodaje. Ese es el secreto, tal vez. Lo hago y ya está. Creo que nunca veo mis papeles como personajes, sino más bien como una sucesión de estados de ánimo: hambre, enfado, fatiga, etc. No pienso en términos de papeles, sino de emociones porque estas son algo menos abstracto para mí. Son estados que puedo entender.

Una experiencia
Trabajar con Brillante Mendoza ha sido una experiencia bastante novedosa para mí. Él parte de la realidad y va más allá de lo que uno espera en un rodaje, con una dramatización más estructurada. Por supuesto, la técnica tiene su parte. Todo es muy rápido; la cámara es menos intrusiva; los tiempos entre toma y toma, más cortos. Es otra forma de vivir un rodaje: olvidando que se trata de un rodaje, por mucho que estemos rodeados de la tecnología y de todo el aparato necesario para hacer una película.