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Lou Doillon • Actriz

“Necesito desafíos”

por 

- La joven hija de Jane Birkin y del director Jacques Doillon brilla en el mundo del cine. Tras sus experiencias con Agnès Varda y Michel Blanc, en breve estará en otro plató

Tiene sólo veinte años, la hija de Jane Birkin y del director Jacques Doillon (y hermanastra de Charlotte Gainsbourg) y ya brilla en el mundo del cine francés, al que entró hace 5 años con una película de Agnès Varda. Una fulgurante carrera que se aceleró en 2002, con una imagen de joven actriz convincente sin pelos en la lengua y con una madurez que promete. Lou Doillon estará en breve junto a otra actriz joven y prometedora, Virginie Ledoyen, en el plató de Saint-Ange, escrita y dirigida por Pascal Laugier. Para Francia, se trata de una de las primeras incursiones en el cine de ficción fantástica, género poco desarrollado por la producción transpirenaica; para las dos protagonistas será una nueva e importante experiencia.

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Con el éxito de Blanche y de Embrassez qui vous voulez, estrenada el año pasado, ¿siente que ha llegado a un nivel profesional?
“Siempre he tenido una posición muy ambigua porque se me conocía como la hija de Jane Birkin. La gente me paraba por la calle y me decía que me adoraba son haber visto ninguna de mis películas. Si se toma en cuenta el número de espectadores de las nueve películas en las que he participado, no puede decirse que hayan sido unos éxitos. Son, sobre todo, películas intimistas que en algunos casos no han llevado a las salas a más de 400.000 espectadores. Blanche me abrió la puerta a un público más amplio, pero sin hacerme verdaderamente famosa.
Fue una película muy arriesgada desde un punto de vista físico, pero es lo único que me divierte en este oficio. El hecho de ser una actriz que se arriesga ha hecho que destaque. Me gusta mucho hacer las escenas que generalmente se confían a los dobles. Nunca pensé que sucedería, dada mi experiencia en películas de autor. Incluso mi padre se sintió orgulloso, porque se parecía mucho a las películas de vaqueros de John Wayne. Es muy difícil que en las grandes producciones francesas un actor tenga que entregarse tanto. Por lo general hay especialistas en caídas y los protagonistas corren menos riesgo.

¿Cómo elige sus películas? ¿Tiene una estrategia para su carrera o sigue su instinto?
No puede haber una verdadera estrategia. Sería maravilloso saber por adelantado que una película va a funcionar. Sin embargo, no es posible prever tu propia carrera, ni siquiera sabes lo que te va a pasar en los siguientes seis meses. La situación actual del cine en Francia no es de color rosa y es difícil incluso para los que ya se han labrado un nombre. Hay muchas actrices y pocas películas, porque el número de proyectos que naufragan es alucinante. Estamos en un momento crítico para todos. En cuanto a mí, no puedo pensar en hacer películas en las que no me involucre, prefiero esperar un proyecto que me estimule de verdad.

En abril empezará a rodar Saint Ange con Virginie Ledoyen, una película de ficción realizada por un recién llegado, Pascal Laugier. ¿Qué la sedujo en este proyecto?
No voy a revelar la historia, pero fue un guión que tuve que leer muy a fondo. Es algo que nunca he hecho y el papel me da incluso un poco de miedo. Será como hacer de equilibrista sobre un cable. Por lo general me divierte más trabajar en obras de directores debutantes que en películas de cineastas consagrados. Los directores jóvenes son muy entusiastas, del tipo “vida o muerte”, y esto me permite seguir como eterna adolescente. Es un oficio en el que debe haber pasiones, y yo necesito desafíos.

Con su doble cultura anglo-francesa ¿siente la necesidad de rodar en producciones europeas más que en francesas?
El cine europeo me atrae. Ya he tenido algunas propuestas, pero mi caso es un poco complicado. Por una parte se me considera actriz francesa, pero cuando conozco al director tengo un acento muy británico. Esto crea problemas a las producciones inglesas porque me piden que interprete a una francesa y que tenga acento francés cuando hable en inglés, ¡una pesadilla!
También me gusta mucho el cine español. Cuando veo películas como las de Almodóvar o de directores de este tipo, se nota que los actores han improvisado. Yo, incluso aprendiendo de memoria, no llegaría a tanto, y esto no me gusta. En cuanto a los escandinavos me gusta Vinterberg (Celebración), pero tengo alguna dificultad con Lars von Trier y creo que se debe al hecho de que soy mujer. No es un juicio contra el director, pero la visión de la virgen que debe soportar sufrimientos incontables está demasiado lejos de mí, y creo que por lo menos también de las tres cuartas partes de los seres humanos: hombres y mujeres. Como madre no me puede gustar una película en la que te dejas morir sin reaccionar y sin defender a tu propio hijo.

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