Xavier Giannoli • Director
Superstar, una película dramática, pero con un rayo de esperanza
- Cineuropa ha hablado con el director francés, que ha presentado Superstar en la 69ª Mostra de Venecia, donde se ha proyectado la película en competición.
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ficha de la película] en la 69ª Mostra de Venecia, donde se ha proyectado la película en competición tan solo un día después de su estreno en Francia. Esta ha sido su oportunidad de responder a la oleada de críticas que han calificado su película como “despectiva” para el hombre de a pie...
Cineuropa: Las reflexiones cinematográficas sobre la fama abundan desde hace más de 15 años. ¿De qué manera ha tratado de distanciarse de sus predecesores?
Xavier Giannoli: Quería que mi película fuese una película dramática, pero con un rayo de esperanza. Quería dar una respuesta humana a la confusión que nos rodea actualmente, en un mundo en el que es imposible saber quién decide y en el que parece que la política ya no tiene ningún impacto en nuestras vidas.
Opuesta a esta humanidad, se ve a un público que actúa como una banda de salvajes, incoherente y absurda. ¿No es eso una forma de simplificación?
Yo veo eso más bien como una forma de valentía que se opone a la demagogia. Comencé a escribir el guion con una frase de Victor Hugo: "a menudo la multitud traiciona al pueblo", y para mí, esa es la idea principal de Superstar. El público que aparece en la película es como un grupo de zombis. Hay una entrada, "ya no puedo ni siquiera leer un libro", que evoca un tipo de enfermedad y me gusta mucho esta frase porque la película tenderá hacia esa idea, hacia un libro que nadie leerá, sin autor y sin interés en su contenido. Es una deriva de nuestra sociedad que me da miedo. Furia, el primer largometraje estadounidense de Fritz Lang, es una obra muy importante para mí y es la misma historia, porque me obsesiona el deseo de idolatría y sacrificio. Creo que la multitud puede mostrarse ciega y peligrosa.
¿No le da la impresión de que insulta al hombre "banal" al reducirlo a una multitud brutal y cegada?
Mi padre ha dirigido la revista de televisión más influyente en Francia durante 10 años y cuando le pedí que leyera el guion, no le pareció que fuese una representación ultrajante o exagerada. La televisión es una droga y no hay elección. Los programas van a vosotros y consumen vuestro tiempo, vuestras capacidades intelectuales y quizás una parte del estrés y la frustración relacionados con la crisis, con un trabajo que no os gusta o qué sé yo. Sinceramente, espero que mi película insulte a esas personas que pasan las horas frente a la televisión viendo programas estúpidos y sin sentido. Me parece bien que se sientan mal después de ver mi película.
La película parte de un supuesto absurdo y, sin embargo, hace pensar durante toda la primera parte que habrá una respuesta a la situación de Martin. Esa respuesta nunca llega. ¿No le da miedo que el público se sienta timado?
Los mejores filósofos no encontraron la respuesta a la pregunta del porqué. Es cierto que existe un suspense, construido intencionadamente, durante toda la primera parte de la película. Pero desaparece para dar paso a otra reflexión que, para mí, es más importante que cualquier teoría de complot que hubiese hecho falta explicar en la historia. No quería dar ninguna explicación y pienso que el público lo entenderá.
La fama tiene sus consecuencias, pero también tiene sus ventajas. ¿Le ha ayudado su propia fama o la de sus actores a la hora de financiar o dirigir esta película?
No creo. Tengo mi propia compañía de producción. La fundé con Édouard Weil, con quien hice mis estudios, y somos independientes. Ya había trabajado antes con Cécile de France y Kad Merad es un amigo desde hace 20 años. Además, la producción de la película no ha sido muy cara.
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