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Thomas Arslan • Director

"Un terreno desconocido"

por 

- El director alemán habla de su atípico western Gold, presentado a concurso en Berlín.

El director alemán se reunió con la prensa internacional por primera vez en su carrera con una película en competición en Berlín después de dos participaciones en la sección Panorama y cuatro en Forum. A continuación figuran extractos de la rueda de prensa tras la proyección de Gold [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Thomas Arslan
ficha de la película
]
 (leer crítica).


¿Por qué decidió embarcarse en un proyecto que resulta casi un antiwestern?
Thomas Arslan
: Yo no lo definiría ni así ni como un western puro y duro. Mi primera intención no tuvo que ver con un concepto abstracto. Algunas fotos sobre la fiebre del oro me fascinaron y empecé a investigar. En las historias y cuadernillos que leí, me impactó también el hecho de que esta gente pensase que podían dejar todo tras de sí y labrar su propio camino. Consideré que sería aún más interesante que una mujer estuviese en mitad de todo. La película cuenta con elementos y temas clásicos del western, pero en 1898, año en que está ambientada mi historia, ya se habían escrito las leyendas y establecido las fronteras, que se perciben marginalmente en la película. Hablamos, ante todo, de una obra sobre un viaje agotador y cómo reacciona un grupo en esas condiciones. Hacer una película del tipo de Billy, el niño o Calamity Jane, con disparos y tal, habría sido bastante extraño por mi parte: otros lo hacen mucho mejor que yo. Tenía que encontrar mi propia voz y eso hizo a través de la conexión alemana.

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¿Cómo se formó ese vínculo con Alemania?
Muchos alemanes inmigraron y emprendieron este viaje en aquella época. Introduje en el guion numerosos detalles que descubrí a lo largo de mi investigación. Valoré mucho los elementos históricos, pero estaba obligado a dejar algunos de lado porque la ficción necesita su propio espacio. Empleé mi libertad artística para que la constelación de personajes funcionara bien, pues, aunque se trata de un grupo, estas personas están juntas por culpa de las circunstancias.

¿Qué dificultades atravesó para llevar a buen puerto el proyecto?
Para mí, este era un terreno desconocido. Jamás había realizado una película histórica. Me ayudó el estilo del guion, ya que el 90 % de la narración tiene lugar en escenarios naturales, por lo que los decorados y el vestuario no cobraba la misma importancia que cuando es preciso reconstruir por completo ciudades enteras. Utilizamos los decorados más o menos tal cual. En cualquier caso, no disponíamos del presupuesto para afrontar reconstrucciones. El rodaje fue difícil. Disponía de siete actores y once caballos y a veces era todo un reto que funcionaran a la vez y obtener la buena imagen en el momento adecuado. También resultó agotador desde el punto de vista físico montar a caballo todo el día; los actores se esforzaron muchísimo. No obstante, como rodamos en orden más o menos cronológico, todo esto repercutió positivamente en la película, que refleja el cansancio y los obstáculos que superar.

¿Cómo llegó Nina Hoss al proyecto?
Pensé en ella nada más redactar el guion. Como no era jinete, se entrenó en Berlín antes del rodaje. Felizmente, la presencia de varios experimentados cowboys durante el rodaje ayudó mucho a los actores. Parecían salidos de un libro de historia y transmitieron poco a poco al reparto una gran calma y confianza, lo cual era indispensable: no queríamos dar la impresión de ciudadanos que jugaban a montar a caballo.

¿Hasta qué punto influyó Dead Man, de Jim Jarmusch, además de en la música?
Decidí muy pronto que habría una guitarra eléctrica y creo que la música es muy distinta a la que Neil Young hizo para Dead Man, que es una película mucho más estilizada, con su grado de irrealidad, lo cual no puede aplicarse a Gold. De todas formas, no me supone ningún problema asociar ambas películas, por qué no.

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