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Martha Capello • Productora

AGPCI: jóvenes, independientes y con la mirada puesta en Hollywood

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- Cineuropa mantuvo un encuentro con Martha Capello, productora y presidenta de la asociación italiana de jóvenes productores cinematográficos independientes

Martha Capello  • Productora

En junio, la asociación italiana de jóvenes productores cinematográficos independientes AGPCI firmó en Los Ángeles un acuerdo de colaboración con la Producers Guild of America, el prestigioso sindicato americano de productores, gracias al cual sus asociados podrán fortalecer las relaciones y la coproducción de proyectos con sus homólogos estadounidenses. Cineuropa se reunió con Martha Capello, que a sus 33 años ya preside la AGPCI.

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Hace cinco años ya que nació su asociación. Y suma y sigue.
Vemos este acuerdo con la PGA como el principio de un nuevo ciclo en la asociación. En estos primeros cinco años, hemos formado la identidad del productor emergente independiente italiano, hemos entendido que para que esta industria pueda crecer y fortalecerse es necesario estrechar los lazos a escala internacional. Dado que ya muchos de nuestros asociados habían empezado trabajos de coproducción con los Estados Unidos, la asociación quiso actuar como un apoyo a nivel asociativo entre los gremios europeo y mundial. La colaboración con la PGA es, sin duda, el más importante porque es el primero y porque, en cualquier caso, para nosotros el modelo del cine norteamericano representa, desde un punto de vista industrial, nuestra meta. Es un sector regido por el mercado, cosa que nosotros no conseguimos hacer. Además, hemos comprobado que los productores independientes estadounidenses que quieren venir a rodar a Italia han sufrido aún hoy grandes dificultades a la hora de establecer vínculos con sus homólogos transalpinos a bajo coste.

 

¿Qué ideas concretas barajan?
El valor más destacado en nuestro sector es el intercambio de información y contactos. Concretamente, las dos asociaciones promocionarán proyectos, networking, convenios, masterclass entre productores y, más en lo habitual, agilizarán un intercambio de sedes entre las mismas asociaciones, como la nuestra en Cinecittà Studios, que abrirá sus puertas a los productores americanos. Podrán recibir información, reunirse, disponer de su propio espacio con ordenadores y traductores… todo ello para crear nuevas oportunidades de negocio. 

 

¿Qué les parece el decreto que amplía el máximo de crédito fiscal para producciones extranjeras de 5 a 10 millones?
Nosotros nos manifestamos a favor de alzar el máximo de beneficios fiscales posibles, por lo que estamos satisfechos. Hay que decir dos cosas: la primera es que somos de la opinión de que un apoyo financiero similar no debería constituir un problema para el fondo para el cine, que está a disposición de productores y salas, sino que habría que crear un fondo específico en el seno del ministerio de economía para favorecer la llegada de inversores extranjeros en territorio italiano. Este es el único objetivo de una iniciativa tal; no tiene nada que ver con la cultura o con el apoyo a la industria independiente italiana. Es cuestión de inversiones. El segundo comentario es que no debería existir un máximo. 

 

¿Cuáles son, desde su punto de vista, las prioridades a nivel político y legislativo?
Querríamos que se trabajase más en materia de incentivos fiscales, que son un instrumento precioso, automático, que no genera desniveles y que es accesible a toda la industria. El tax credit interno debería ampliarse en el caso de empresas independientes porque las pymes necesitan un apoyo mayor. Desearíamos que la tasa impositiva en el caso de empresas con un tamaño y una facturación inferior pasase del 15 al 25 %. En lo que concierne al tax credit externo, estaríamos a favor de posibilitar que los inversores extranjeros también participen en la fase de distribución, de modo que dispusiera de mayores recursos el eslabón débil de la cadena, atrayendo financiación para el P&A (Print and Advertising) y la impresión de copias. De esta manera, si yo obtengo 500.000 euros de un inversor para distribuir mi película, tengo un producto más fuerte y puedo conseguir más financiación para la producción. 

 

En alguna ocasión ustedes han hablado de un recorrido distributivo alejado de los esquemas clásicos, de nuevas fórmulas de distribución...
En un campo complicado, con intereses diversos, hay dos iniciativas posibles, sobre las que estamos discutiendo con todos los actores del mercado. La primera tiene que ver con una ampliación del número de salas de proyección. Tenemos un grupo de trabajo que está sopesando la posibilidad de aumentar la proporción de pantallas y de espacios disponibles para proyectar cine independiente. Además, me estoy encargando personalmente de hablar con la FICE (Federación Italiana de Cines de arte y Ensayo), partiendo del presupuesto de que existen circuitos reconocidos que ocupan las salas durante todo el calendario anual y por completo. En lugar de crear nuevos programas de distribución, ¿por qué no formar un circuito de cines de verano, utilizando las mismas salas pero permitiendo que no se cierren durante el verano sino que lo vivan como un nuevo circuito independiente, con una amplia oferta?

 

Rai Cinema ha promovido web movies de bajísimo presupuesto. ¿Qué le diría usted a un joven productor que quiere dar sus primeros pasos en la industria?
Soy la primera en afirmar que estas películas no hacen ningún bien a la industria, no provocan un aumento de la actividad empresarial; pero también es cierto que quienes las hacen no tienen menos dignidad que cualquier otro. Puedes intentar hacer un film con 100.000 euros y esperar poder hacer una buena película o escoger otro camino, como he hecho yo. He empleado años de mi vida en la construcción de un plan financiero articulado, complejo y basado en varias voces, incluidas las de los fondos regionales, el ministerio de cultura italiano, Rai Cinema, etc. para una producción bilateral italo-austriaca con un presupuesto que aunque no es enorme sí cuenta con múltiples participantes. No obstante, producir cine depende ante todo del entusiasmo, de la pasión, del corazón que late en el pecho de cada emprendedor.

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(Traducción del italiano)

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