Alejandro Amenábar • Director
"Tiendo más hacia el thriller que a la comedia"
por Alfonso Rivera
- SAN SEBASTIÁN 2015: Alejandro Amenábar inaugura el Festival de San Sebastián con Regresión, intenso thriller psicológico que añora el estilo narrativo del cine americano de los setenta
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ficha de la película], intenso thriller psicológico que añora el estilo narrativo del cine americano de los setenta. Cineuropa lo ha entrevistado:
Cineuropa: Se dice que Regresión es tu regreso al thriller, pero nunca lo has abandonado del todo...
Alejandro Amenábar: Sí, me lo preguntan mucho: hay directores que tienden naturalmente a la comedia y yo tiendo, como espectador y como director, al misterio y al thriller. Para mí ha sido lógico. Sí que es una vuelta más a mis primeras películas, a Tesis y a Los otros; de hecho, yo quería hacer una película de terror puro y duro, quizás porque como espectador que soy también, hago siempre la película que me gustaría ver en la sala. Me gusta este género, pero es difícil encontrar buenas películas de terror y, al final, como me pasa siempre, acabas derivando y mezclando y ha salido una especie de film psicológico combinado con drama.
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ficha de la película] y ahora Regresión en Canadá.
Rodar en Canadá es más fácil que en Madrid, porque se concibe el cine de otra manera: hay un respeto… Aquí hay una falta de política con respecto a las producciones que vienen de fuera a nuestro país, y España podría ser un plató maravilloso y el hecho de que Pompeya se acabe rodando en Toronto en lugar de España demuestra cómo están las cosas aquí. Toronto es un set gigante: medio Hollywood rueda allí y era el mejor sitio para hacerlo. Tienes desgravación fiscal, todo tipo de ayuda y una predisposición y un respeto a lo que es esta profesión. He echado en falta la energía y la sensación de estar en una familia y la profesionalidad de los técnicos españoles, porque los tenemos muy buenos: hemos podido traernos unos pocos, porque el resto tenían que ser canadiensen.
¿Qué porcentaje?
Prácticamente te obligan a rodar con equipo técnico canadiense. Nos hemos llevado a Sonia Grande –figurinista-, a Daniel Aranyó (director de fotografía), a nuestro foquista y al director de producción; la postproducción la hemos traído a España.
El casting es internacional, con parte europea.
Casi todo es canadiense, menos Ethan Hawke y la abuela de la familia, Dale Dickey, que son americanos. El resto es británico (Emma Watson y David Thewlis) y sueco (David Dencik): actores europeos que hablaban perfectamente inglés con acento americano.
Rodar en inglés… es la tercera vez para ti tras Los otros y Ágora
Es más complicado que hacerlo en español, porque no hablas en tu lengua materna. Hay expresiones técnicas que aún no controlo bien, pero entonces le digo al director de fotografía lo que quiero y él lo traduce a todo el equipo. Pero con los actores hay sutilezas que puedes manejar en castellano, pero no en inglés: es un poquito más difícil, pero se puede hacer.
Ya has dicho que esta película está rodada siguiendo la estela de Sidney Lumet y otros directores norteamericanos de su década: son films sosegados, tranquilos y donde la información se va dosificando poco a poco. Pero el público ahora está acostumbrado a otro ritmo, más vertiginoso: ¿no es entonces un riesgo esta decisión que has tomado?
Sí, soy consciente, pero es una película, en ese sentido, telegráfica. No quería un film denso: no hay proezas de montaje, ni con el sonido, ni efectos digitales, pero quería que la trama A nos llevara a B y ésta a C, quería que fuese trepidante. Por eso pienso que los espectadores no se van a aburrir y podrán seguir la historia fácilmente, porque no hay varias diferentes, sino una sola principal. También creo que es una de mis películas con más música, porque no podíamos hacer una película como se planteó en los setenta La conversación, film de Coppola que me apasiona, porque el público de hoy no lo aguantaría. También creo que a veces otro ritmo se agradece y permite a los espectadores entrar mejor en la historia que cuentas. Lo que más me torturaría es que una película como Regresión aburriera a la gente.
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