Rudi Rosenberg • Director
"Hay personas que a los 30 años todavía no son tan libres como Benoît"
- SAN SEBASTIÁN 2015: Cineuropa entrevista a Rudi Rosenberg, director del film que lo ha llevado a la sección Nuevos Directores del festival vasco, El novato
Rudi Rosenberg está encantado. En su bautizo como director, quería contar una historia que para él tenía un enorme interés, una historia sobre los prejuicios y la aceptación en un grupo. Dinámico, entregado, curioso, estaba deseoso de ver la primera impresión del público después de la proyección de su film, El novato [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Rudi Rosenberg
ficha de la película] , en la sección Nuevos Directores de la 63ª edición del Festival de San Sebastián. No está decepcionado: al final, su primer largometraje ha ganado el primer premio. Y merecidamente: El novato es una pequeña joya que no solo está dirigida a los adolescentes: un film ligero, divertido pero complejo, lleno de matices. Rudi reconoce que él también hacía listas ridículas cuando era pequeño, y pone una mirada pícara al contarnos las travesuras que hacía con su amigo de la infancia: Max Boublil. A su lado, el joven humorista Joshua Raccach —bromista, contento de poder vivir esta experiencia festivalera— corea su entusiasmo. Un fascinante encuentro con un hombre casi liberado y un actor prometedor.
Cineuropa: Aunque ahora se hable mucho de los problemas de los estudiantes en el colegio (acoso, discriminación, etc.), ¿querías que tu película tuviera un mensaje concreto?
Rudi Rosenberg: Quería abordar los "complejos" que todos podemos tener desde una perspectiva cómica, con ligereza, porque para mucha gente es un tema doloroso. Cuando comenzó el rodaje, no sabía cuál iba a ser el mensaje, pero finalmente, la idea que ha estructurado la película es que hay que liberarse de la mirada de los otros y disfrutar de la vida tanto con las personas que nos caen bien como con las que no conocemos. Es curioso que hay personas que, con 30 años, no han conseguido lo que Benoît logra en 6 meses.
Este film es la continuación de un cortometraje. En este aparecía Aglaée, que tiene una discapacidad física...
Cuando lo estaba escribiendo, no me lo planteé así en ningún momento. Mi idea de partida era un grupo de chicos un poco diferentes, un poco apartados de la sociedad, y me dije: ¿por qué no hacer de la discapacidad física la causa de su diferencia? Entonces añadimos el personaje de Aglaée y vimos que eso funcionaba. Sin embargo, Le Nouveau y el corto no hablan de lo mismo. En el corto había una historia de amor. En la película, más bien no. En la pandilla de Benoît, todos son discapacitados a su manera...
En tu opinión, ¿qué es lo que hace de El novato una película diferente?
Si uno la ve detenidamente, puede descubrir muchas cosas, muchos detalles... Es una película llena de matices: al verla uno se ríe, pero también reflexiona. Algo que es diferente con respecto a las películas norteamericanas es que el film acaba bien, pero no como uno se imagina. Puede que Benoît no consiga conquistar a la chica, pero las amistades que hace son para toda la vida. Para mí hay una frase que resume bien todo esto: "La excelencia es un conjunto de detalles, pero la excelencia no es un detalle." No digo que mi película sea excelente, pero he puesto todo mi empeño en prestar atención a cada detalle.
Siendo actor, ¿cómo has llegado a la decisión de dar el paso y dedicarte a la dirección?
Todo pasó un poco por casualidad. Después de trabajar como actor, estudié en una escuela de cine, y al hacerme director, me di cuenta de que lo único que me interesaba realmente era dirigir a los actores; entonces me dije que tenía que escribir una historia que sirviera de pretexto para hacer un trabajo completo con actores. Me decanté muy pronto por el universo de los adolescentes porque a mí me gusta cuando las cosas pasan de verdad, y con ellos, todo es así: cuando ríen, se ríen de verdad.
¿Qué has aprovechado de tu experiencia personal para crear este relato?
Yo era un Benoît, era un poco tímido. Yo también he sido el nuevo de la clase. Y yo también hacía listas. Mi mejor amigo era Max Boublil, ¡qué de travesuras hemos hecho juntos! Por ejemplo, como Max vivía encima de un salón de belleza, muchas veces nos divertíamos echándoles agua o cola en el pelo a las señoras que salían. Tenía ganas de contar esa época mágica de mi vida.
(Traducción del francés)
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