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Valentin Thurn • Director

Del cine a la comunidad

por 

- Un perfil del director alemán Valentin Thurn, centrado en su personal estilo documental y en su trabajo a través del activismo medioambiental

Valentin Thurn  • Director

“Tienen un sabor agradable”, recuerda el galardonado periodista, escritor, activista alimentario y director de documentales Valentin Thurn, acerca de los saltamontes fritos. La degustación de esta especialidad tailandesa en un mercado local marca el inicio de su última película, 10 Billion – What’s on your plate? Momentos como este ilustran una de las características más peculiares del cine de Thurn: Sus propias experiencias conforman la estructura de estos viajes a través de algunas de las mayores cuestiones sociopolíticas de la actualidad, en las que él actúa como “representante de los espectadores”. Escenas cargadas de simbolismo, como el aperitivo a base de insectos fritos, generan franqueza y sensibilidad hacia ciertos temas, como la necesidad de cambiar el paradigma alimenticio mundial. Además, estas escenas se complementan con fuertes emociones ligadas al cine, el medio favorito del realizador alemán, que lo distancian de sus raíces en el periodismo clásico.

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Less is More“, una película acerca de las posibles vías hacia una economía de post-crecimiento, producida por su compañía Thurnfilm con la directora Karin de Miguel Wessendorf, también resume su enfoque documental. No hay grandes hazañas ni extravagancias estéticas en las obras de Thurn, tampoco ira ni alardes de personalidad. Obras como Killer-Germs (2014), Milkrebels (2014), Foodsavers (2013), Whistleblower (2009) o I am Al Qaeda (2006) tratan acerca de espectaculares fenómenos sociales y humanos, que el director describe y cuestiona, pero evitando en todo momento caer en el sensacionalismo (gracias a su formación científica y periodística). Thurn está mucho más interesado en la progresión lógica, en una forma optimista de “contar la historia a partir de la solución”. Esta ha sido sin duda la estrategia escogida para 10 Billion, que se proyecta actualmente en las salas de cine, y también para su predecesora, la exitosa Taste the Waste, estrenada en la Berlinale 2011 y proyectada en más de 30 festivales, dónde recibió alrededor de 15 galardones. Estos dos estrenos cinematográficos lograron generar un intenso debate acerca del malgasto, la destrucción y la distribución de comida en las sociedades industriales.

Nacido en Stuttgart en 1963, la necesidad de dar a conocer problemas sociales de gran relevancia a través de los medios llevó a Thurn a trabajar para grandes cadenas alemanas e internacionales, dónde recibió galardones como el Premio Leonardo, el Green Vision y el Oekomedia. Poco a poco, su trabajo como documentalista de televisión le abrió las puertas al gran poder del medio cinematográfico. Thurn aprecia particularmente la compatibilidad del cine con los libros, las campañas online y los movimientos sociales a la hora de construir su propia comunidad. “Quiero motivar a la gente a encontrar su propio camino a través de los desafíos sociales contemporáneos. El cine es el punto de partida emocional y el medio de transmisión principal, pero una vez la gente se ha sensibilizado con respecto a un tema, pueden encontrar inmediatamente las oportunidades y plataformas para desarrollar una red propia”.

Antes incluso de crear su propia productora en 1994, Thurn fundó y presidió numerosas asociaciones y proyectos medioambientales, además de dar charlas en conferencias y talleres internacionales. Pero, ¿se ve a sí mismo como un activista? Lo cierto es que no lucha contra la etiqueta que le han colgado numerosos críticos; incluso ha aceptado invitaciones para participar en programas de televisión acerca del “periodismo de campaña” –aunque lo considera una contradicción en sí misma-, pero quiere utilizar el término “activista” con mucho respeto, y prefiere iniciar un debate en lugar de seguir un propósito definido: “Porque en el transcurso del debate, es la propia sociedad la que dirige el enfoque y progreso del mismo”. También prefiere distanciarse del concepto de “objetividad”: “Como documentalistas siempre tenemos una opinión. Todo lo que hacemos, desde escoger un tema hasta editar la película está basado en nuestra opinión personal, pero si lo dejas claro desde un primer momento, el espectador puede decidir si aceptarlo o ser crítico al respecto”. Mientras presentaba Taste the Waste y 10 Billion en festivales internacionales, Thurn disfrutó especialmente con las reacciones del público más joven: “Ellos están hartos del antiguo planteamiento entre blanco y negro, y de las batallas ideológicas del pasado, y yo también”.

Sus películas cubren temas globales, especialmente durante los últimos años. Para él, esto tiene una consecuencia lógica muy clara: debe ir a dónde están las historias, trabajar de forma internacional y presentar sus películas a públicos de todo el mundo. “Los lugares simbólicos tienen que volverse reales, al menos en la pantalla”. Hoy en día, el objetivo principal de Valentin Thurn es apelar a la capacidad humana universal para encontrar nuevas formas de vivir juntos: “Queremos abrir nuevas perspectivas a problemas contemporáneos que tienen gran relevancia social. Haciendo esto, no sólo queremos mostrar lo que está pasando en nuestro medio ambiente, sino conseguir promover reacciones activas, mostrar por qué merece la pena tomar partido y cómo puede hacerse”; aunque esto signifique comer unos cuantos saltamontes fritos.

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(Traducción del inglés)

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