Jean-Pierre y Luc Dardenne • Directores
"Podría haberse desentendido, pero no lo hace"
por Fabien Lemercier
- CANNES 2016: Jean-Pierre y Luc Dardenne nos hablan de su última película, la sutil La chica desconocida, con Adèle Haenel como cabeza de reparto, presentada en competición
Rodeando a la protagonista principal, la actriz francesa Adèle Haenel, los cineastas belgas Jean-Pierre y Luc Dardenne, han explicado ante la prensa internacional, en una Croisette en la que se sienten como en casa y de la que rara vez han vuelto sin una recompensa, algunos elementos para comprender su última película, La chica desconocida [+lee también:
crítica
tráiler
Q&A: Jean-Pierre y Luc Dardenne
ficha de la película], presentada en competición en el 69º Festival de Cannes.
La chica desconocida ¿es una película en forma de fábula moral individual o más bien el diagnóstico de la sociedad?
Luc Dardenne: Ambas cosas. Desde siempre nos han interesado las personas, los individuos, pero queremos que nuestro trabajo lo vea el espectador como el diagnóstico de la sociedad. Nos hemos interesado en un personaje que se va a sentir responsable pues no ha abierto su puerta cuando debía haberlo hecho, no solo por una cuestión de horarios, sino también por orgullo. Por eso va a llevar a cabo una investigación, lo cual va a provocar que todos los demás digan la verdad, pues todos están relacionados con la muerte de la chica. Que una persona sea convocada, es algo muy individual: a donde llaman es a su consulta, es ella a quien convoca la policía. Podría haberse desentendido, pero no lo hace.
Jean-Pierre Dardenne: Hace tiempo que queríamos hablar de un personaje que intenta reparar algo y que, con el paso del tiempo, se ha convertido en médico. Un personaje que no va a querer perder tiempo evitando las preguntas y las responsabilidades.
L.D.: Este personaje se niega a hacerse el desentendido, como si no hubiera visto u oído nada. Incluso renuncia a acceder a un puesto de trabajo más interesante. Se siente confuso. ¿Debemos seguir su ejemplo? A cada espectador le corresponde encontrar la respuesta. No queremos defender una teoría, sino simplemente seguir a un personaje que, poco a poco, se va a sentir poseído por la foto de esta chica desconocida. No solo se siente culpable, sino que además pasa a la acción: va a enseñar la foto a todo el mundo y va a hacer que la gente cambie a este respecto.
La cercanía es una constante en vuestro cine. En este sentido, la figura del médico es ideal, ¿no es así?
J-P.D.: Lo importante para nosotros era cómo contar esta historia, de qué manera el personaje lograría que existieran estos gestos y de qué manera estos gestos lograrían hacer existir al personaje. ¿Qué puede haber más hermoso que poder filmar los gestos que cuentan las historias que tenemos en mente?
¿Por qué habéis elegido a Adèle Haenel?
L.D.: A Adèle la conocimos en una fiesta en París, a la cual había acudido a recoger un premio, igual que nosotros. Con nuestro productor, Denis Freyd, pensamos que Adèle sería una magnífica doctor Jenny. Y como al principio el personaje era algo mayor, pues la rejuvenecimos.
¿Qué camino habéis querido tomar con vuestro director de la fotografía?
J-P.D.: Primero hay que aclarar que nosotros tenemos una persona como director de la fotografía y una persona como cámara, cosa que no ocurre en muchos rodajes, en los que estos puestos los ocupa una misma persona. También hay que decir que este equipo lo tenemos desde que hicimos La Promesa. Para esta película, hemos hecho muchas pruebas, hemos probado distintas luces, interiores, exteriores. Aunque parezca un poco literario, hemos querido tener una línea editorial en la que la luz de la película viniera del personaje. Además, queríamos que la luz no estuviera construida como para dramatizar la escena o como para indicar el lugar donde el espectador tiene que mirar.
L.D.: Con Jean-Pierre, lo que hacemos siempre es que antes nos ponemos los dos a ensayar con nuestra cámara pequeña, imaginando los movimientos. Después, ensayamos con los actores, lo cual introduce una serie de cambios. Y al final, pasamos al rodaje, en el que también se operan cambios. En cuanto a los actores, la luz y la cámara, lo que nos interesa es que los tres coincidan. La cámara va a encontrar la luz como si fuera una casualidad. Nuestro trabajo está muy pensado, pero nosotros queremos dar la impresión de improvisto, de algo que no ha sido pensado.
Una vez más, habéis elegido una chica para el papel principal.
L.D.: Para nosotros, la mujer es el futuro del hombre. En nuestro cine, las mujeres son las que dominan la situación, las que actúan, son personas libres y hacen que las cosas avancen.
(Traducción del francés por Ainhoa Jáuregui)
¿Te ha gustado este artículo? Suscríbete a nuestra newsletter y recibe más artículos como este directamente en tu email.