SAN SEBASTIÁN 2017 Nuev@s Director@s
Milad Alami • Director
"La aceptación tiene un precio"
- SAN SEBASTIÁN 2017: Hablamos con el cineasta sueco-iraní Milad Alami, cuyo primer largo, The Charmer, se proyecta en la sección Nuev@s Director@s de San Sebastián
El cineasta sueco-iraní Milad Alami ha participado en varios festivales con sus multipremiados cortos. The Charmer [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Ardalan Esmaili
entrevista: Milad Alami
ficha de la película] es su primer largo y compite en la sección Nuev@s Director@s del 65º Festival Internacional de Cine de San Sebastián. Cineuropa habló con él sobre el trasfondo de su historia y las dificultades de ser aceptado en una nueva sociedad.
Cineuropa: ¿Cómo desarrollaste tu historia? ¿En qué medida se basa en hechos reales?
Milad Alami: Escribí el guion con Ingeborg Topsøe. Nos interesaba crear un personaje que tuviera un punto de vista extranjero y que los espectadores fueran descubriendo más cosas sobre él a medida que avanzara la historia. A través de él, queríamos explorar los temas de la identidad, las diferencias de clase, la raza y la sensación de impotencia. La historia no está basada en hechos reales. Sin embargo, yo tengo un familiar que hizo un viaje parecido al que Esmail hace en la película. Cuando el único valor que tienes como ser humano es tu cuerpo, es fácil acabar en una dinámica destructiva.
Aparte de ser encantador (Charmer), ¿qué hace especial a Esmail?
Nos interesaba un personaje que ya llevara algún tiempo en Dinamarca, que hubiera intentado aprender el idioma y experimentado cómo es la vida allí. Y quizás lo más importante, alguien que comenzara a verse afectado por todo lo que conlleva convertirse en un miembro funcional de la sociedad. La única diferencia entre él y los demás personajes es que no tiene un permiso de residencia, es decir, un papel y un pasaporte. Me interesaban los efectos psicológicos que implican esa situación.
¿Fue difícil crear este personaje? ¿Crees que el público empatizará con él o lo juzgará por sus actos?
Para nosotros lo importante era crear un personaje humano y complejo, con sensibilidad y también defectos. Esta ambigüedad era una de las bases de su creación. Queríamos utilizar la curiosidad y los prejuicios que los espectadores tuvieran hacia él. La elección de Ardalan Esmaili como protagonista también fue importante, porque él tenía tanto la sensibilidad como la oscuridad que necesitaba el personaje. Al final, se trata de una persona en busca de una vida digna. Cuando estaba dirigiendo la película, quería crear una experiencia intensa, y aunque el público cuestione algunas de sus decisiones, quería que empatizaran con él.
Las películas sobre inmigrantes que solemos ver tienden a tener un intenso trasfondo dramático. ¿Crees que tu película adopta un enfoque diferente?
La historia es muy dramática, pero la narración es distinta a la de la clásica historia de un inmigrante oprimido. Se puede decir que va haciéndose más dramática conforme vamos conociendo mejor al personaje.
Tú has vivido en Suecia y en Dinamarca. ¿Crees que los países escandinavos son más tolerantes hacia los extranjeros?
No creo que podamos hablar de las comunidades escandinavas en general; pienso que diferentes regiones e incluso diferentes comunidades dentro de un mismo país son distintas a este respecto. Yo llegué a Suecia cuando era niño y me crié en el norte, donde me sentía muy aceptado. Pero creo que algunas veces la aceptación tiene un precio. Muchas personas que intentan dejar sus países de origen luego tienen dificultades para encajar cuando llegan a un lugar nuevo. Pero cuanta más edad tienes, más tiendes a mirar hacia atrás y pensar sobre tu historia personal, la cultura que has dejado y ese lado de ti que ha estado enterrado en tu interior.
La gente teme lo foráneo y lo que no comprenden. Ese miedo a lo desconocido es algo con lo que jugamos al escribir el guion.
(Traducción del inglés)
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