10/04/2018 - Estuvimos con los actores belgas, y ahora directores, Jérémie y Yannick Renier con motivo del estreno de su primera película Carnivores

Jérémie y Yannick Renier en el rodaje de Carnivores

Conocemos a los actores Jérémie y Yannick Renier. El primero se dio a conocer en Cannes a la vez que los hermanos Dardenne con La promesa en 1996; al segundo lo descubrimos por aquel entonces en la saga histórica Les Steenfort. Ambos evolucionaron en paralelo; uno más en la gran pantalla y otro más en los escenarios. En 2007 los unió la cámara de Joachim Lafosse en Propiedad privada [+lee también:
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ficha de la película]. Prometieron volver a trabajar juntos y, así, concibieron el que ahora presentan como su primer largometraje. Carnivores [+lee también:
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entrevista: Jérémie y Yannick Renier
ficha de la película] cuenta la historia de dos hermanas actrices incapaces permanecer a dos bajo la luz. Tras su estreno en Francia el pasado 28 de marzo, llega a los cines belgas el 11 de abril.

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Cineuropa: ¿Cómo os vino la idea de dirigir conjuntamente?
Jérémie Renier: Nos apetecía mucho trabajar juntos nuevamente tras Propiedad privada y contábamos con la inspiración proporcionada por lo que convivimos en nuestra infancia y en nuestro oficio.
Yannick Renier: Jérémie siempre ha tenido entre sus manos una cámara. Yo era más de escribir. Somos muy distintos, a fin de cuentas, pero muy complementarios. La repartición de tareas se llevó a cabo de manera natural e instintiva, aunque ambos quisiéramos tocar un poco todo.

¿Era inevitable el tema del film?
Y. R.: El proceso de escritura fue progresivo, si bien estuvo siempre en el centro la relación entre hermanas, con mucho cariño, humor y placer para contar esta relación de amor y odio que uno puede mantener con quien está muy ligado a sí y, a la vez, es rival. Desempeñamos el mismo oficio, competimos entre nosotros en familia y en la arena profesional. Es un tema que nos parecía apasionante y que podíamos abordar bajo multitud de formas, cómica o trágicamente.
J. R.: El título hace referencia al lado carnívoro que puede inspirar el personaje de la hermana menor, alguien que toma mucho espacio para sí y devora a quienes quiere. Sin embargo, acabamos dándonos cuenta de que la más carnívora de las dos es tal vez la que permanece a oscuras. 

¿Quisisteis borrar las pistas y mezclar géneros?
Y. R.: Desde un principio teníamos la intención de tocar diferentes géneros y evitar que la película pudiera ser etiquetada directamente como un drama psicológico, una road movie, una película de terror o un thriller. Queríamos que la cinta saliera del camino hollado y que el espectador acabara donde menos espera, haciéndolo así más activo hasta perder referencias y apoyos.
J.R.: Teníamos que salir del cine naturalista y de lo anecdótico para firmar todo un espectáculo. El público debe experimentar placer también, ir más allá de la reflexión sobre los hermanos y las hermanas.

También se habla de los límites morales de la creación.
J. R.: El personaje de Paul Borsek es un director que sabe hacer de todo: cine, artes plásticas… una especie de artista fantástico perfecto. Luego está la figura paterna, a ojos de quien queremos brillar. Queríamos retorcer eso y trazar un personaje que se aprovechara de esa situación para crear una rivalidad (otra más) entre las hermanas. Su trabajo es de lo más perverso, cosa que no nos es nueva en tanto actores.
Y. R.: Una de las cuestiones cuando uno crea es si el fin justifica los medios, si podemos llevar a un actor hasta más allá de sus límites para que resulte magnífico en la pantalla. Es un tema que lo teníamos clavado en la cabeza. Este dúo entre el director y Sam se transforma en un trío cuando Mona, que peca de deslealtad en relación a su hermana, se acerca a la figura del padre, cuyo amor busca a toda costa.

(Traducción del francés)