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Magnus Meyer Arnesen • Director de As I Fall

"A veces no hace falta nada para que cambie todo, tanto en un sentido como en otro"

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- El director noruego Magnus Meyer Arnesen prepara el estreno inminente en las salas de su país de su primer largometraje, el posiblemente polémico As I Fall

Magnus Meyer Arnesen • Director de As I Fall

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, del director noruego Magnus Meyer Arnesen, cerró el Festival de Haugesund. Esta película, que SF Studios estrena mañana 21 de septiembre en Noruega, ha sido producida por Den Norske Filmskolen, cuya sede se encuentra en el lugar que ocupaba el Centro de los Medios construido para los Juegos Olímpicos de 1994. Uno de tantos ejemplos de desarrollo sostenible que encontramos en esta región.

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Cineuropa: Lo que más me impresiona de tu película, entre otras cosas, es la pureza de las líneas, las escalas de azules…
Magnus Meyer Arnesen:
En efecto,la estética, el aspecto visual, son importantes para mí. Se podría hablar de un minimalismo estético, pero mi prioridad como creador es el tema polémico del que trata la película, un tema tabú para algunas personas: un hombre joven con un serio problema de adicción que debe hacerse cargo de su hijo. No pretendía provocar a los espectadores por placer. Mi intención era contar una historia con honestidad y sinceridad.

Hay sobriedad y pudor, tanto en el lenguaje como en las imágenes.
Los sobreentendidos, las frases no dichas están ahí para reforzar los efectos y dar más peso a las situaciones. Hemos decidido confiar en nuestros actores y, sobre todo, en la historia, donde hemos profundizado en algunos aspectos para aumentar su credibilidad.

¿Quiénes son “nosotros”?
Para empezar y, sobre todo, el director de fotografía, Ivar Taim, con quien he trabajado estrechamente. Me gusta su precisión, su exigencia. Puede llegar a ser irritante pero siempre beneficiosa. Él me ayudó a definir mejor mis objetivos y esto nos permitió saber exactamente dónde nos encontrábamos antes de empezar el rodaje. Nosotros es también el pequeño grupo de estudiantes de la École du Cinéma que, junto conmigo, han tenido una buena actitud a pesar de los plazos y las dificultades financieras porque el pequeño presupuesto que nos asignaron no podía aumentar. Es la regla de estos proyectos de fin de carrera. Nos habría venido bien excedernos.

Creo que has escrito el guión.
Sí, con Kristian Landmark. Tengo la idea para la película desde hace mucho tiempo: me he inspirado en mi experiencia personal, en mis vivencias, pero también en testimonios que he recogido y en investigaciones para crear esta historia que defiende con sensibilidad mi actor protagonista, Preben Hodneland.

Hay muchos primeros planos suyos.
Yo quería mostrar el sufrimiento de Joachim, un sufrimiento principalmente interior, existencial. Preben es un intérprete talentoso, valiente, dispuesto a mostrar sus debilidades, su vulnerabilidad. Como decía Charles Chaplin: “La vida es una tragedia cuando se ve en primer plano pero una comedia cuando se ve en la distancia”.

Joachim trabaja en un restaurante. Lleva una vida prácticamente normal.
Está bajo supervisión médica y se le da muy bien disimular. Tiene una relación ambigua con esa droga que le ayuda a vivir pero que al mismo tiempo lo destruye. Es un personaje complejo, fuerte y débil a la vez, irracional, como la mayoría de nosotros. Es lo que lo hace humano.

Simulación, disimulo, mentira… No puedo evitar pensar en Peer Gynt de Henrik Ibsen, personaje en el que podría basarse.
Yo no pensaba en Peer Gynt mientras escribía el guión pero la apreciación es muy interesante. Además, las dos primeras palabras de la obra son: “Mientes, Peer”.

Para ti, la dependencia es…
Para mí, es una enfermedad que se puede curar. No hay que dudar en pedir ayuda. Despreciar a los que la sufren no es la solución. Una palabra desafortunada o, por el contrario, tender una mano, una mirada cariñosa, pueden marcar la diferencia para estas personas inestables. A veces no hace falta nada para que cambie todo, tanto en un sentido como en otro. El final abierto de mi película pretende ilustrar esta idea y se presta a diferentes interpretaciones. Yo pienso que siempre hay esperanza.

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(Traducción del francés por Carolina Benítez)

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