email print share on Facebook share on Twitter share on LinkedIn share on reddit pin on Pinterest

Jota Linares • Director

“En un primer plano te lo juegas todo”

por 

- Apoyado por la productora Beatriz Bodegas, Jota Linares debuta en el largometraje con Animales sin collar, film protagonizado por Natalia de Molina, Ignacio Mateos y Daniel Grao

Jota Linares • Director
(© Manolo Pavón/La Canica Films)

Tras ganar el Goya a la Mejor Película de 2016 por Tarde para la ira [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Raúl Arévalo
ficha de la película
]
, debut en la dirección del actor Raúl Arévalo, la productora Beatriz Bodegas (La Canica Films) ha auspiciado también el bautismo en el largo de Jota (Javier) Linares (Cádiz,1982): Animales sin collar [+lee también:
tráiler
entrevista: Jota Linares
ficha de la película
]
, un thriller dramático con Natalia de Molina, Ignacio Mateos y Daniel Grao en los papeles centrales, y que este viernes, 19 de octubre, llega a los cines españoles de la mano de eOne.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)
Hot docs EFP inside

Cineuropa: ¿Estudiaste cine o has sido autodidacta?
Jota Linares:
Estudié Comunicación Audiovisual en la universidad pública de Málaga; fueron unos años que disfruté muchísimo, de los mejores de mi vida, pero ésta es una profesión autodidacta y nos empezamos a apañar para coger las cámaras de las prácticas. Allí la cafetería era la cantera: empiezas a frecuentar a gente a quien le gusta lo mismo que a ti, de tal manera que en mis primeros trabajos cinematográficos han participado muchos amigos procedentes de la facultad.

Y antes de este primer largo, ¿has rodado publicidad?
Sí, mi generación es la de la crisis, la que sale en 2008 de la universidad y se encuentra con ella de golpe y sin poder articular posibilidades de acción, porque no sabíamos que eso podía pasar. Ahora que soy profesor de guion se lo digo a mis alumnos: vosotros sabéis que esto puede pasar, pero nosotros no lo sabíamos y fue muy duro. Así que empiezas a buscarte la vida como puedes: yo he puesto muchas cañas en bares, he doblado muchas camisetas en tiendas y hasta he trabajado en la fnac, pero a la vez fui muy constante, sin olvidar lo que quería y cómo lo quería hacer. Así llegaron los cortos, luego la publicidad, viendo que ya sentía que vivía plenamente de ser realizador, y luego el teatro: una pasión tremenda, una vocación. Y finalmente el cine y una primera película…

Ahí aparece la productora Beatriz Bodegas. Como sucedió con Tarde para la ira, ¿sin ella no existiría Animales sin collar?
Así es: Bea es la responsable de que exista esta película y de que a mí me cambiara la vida; es un hada madrina y una maestra. Yo vi en ella pasión por el cine y quiero creer que ella vio lo mismo en mí: sobre todo le gustó mucho el guion, con una historia cuya protagonista era una mujer que aprendía a ser fuerte.

También repetís como dúo Bodegas y tú en tu nuevo film para Netflix. ¿Ya acabó el rodaje?
Si, terminamos hace una semana. Ha sido una gozada encadenar proyectos, dadas las circunstancias actuales de la industria cultural: me siento un privilegiado y quiero disfrutar mucho de la posibilidad que me ha dado Beatriz de rodar las dos películas seguidas: la nueva se basa en un guión escrito por mí con mi mejor amigo, Paco Anaya, y es una comedia dramática generacional: la historia de cuatro amigos que comparten piso en la capital de España durante ocho años de etapa universitaria y te muestra las últimas 24 horas de convivencia, cuando van a dejar el piso y cada uno de ellos emprende un camino diferente. Su título: ¿A quién te llevarías a una isla desierta?

Volviendo a Animales sin collar, ¿te has inspirado en Casa de muñecas, de Henrik Ibsen?
Sí, es una muy libre adaptación de esa obra teatral, que leí siendo adolescente y me marcó muchísimo, por cómo de una manera tan sencilla te hablaba de la libertad y de la mujer. Quise adaptarla al siglo XXI y a las elecciones autonómicas de 2015, con aquel clima de esperanza que se vivió: salías a la calle y veías a la gente llorando de alegría porque las cosas estaban cambiando.

A la hora de rodar la historia, ¿por qué decidiste emplear tanto el plano corto?
Me encanta usar el primer plano porque ahí te lo juegas todo: al hacer un plano tan cercano a un actor, éste no puede mentir, porque se vería claramente. Y cuando sale bien, hay magia: no estás viendo al actor, sino al personaje. Eso me apasiona: hay en Animales… una escena de una pelea, entre dos hombres, donde la cámara está tan dentro de ella que se ven los poros de sus pieles. Ese momento el público lo vive mucho: el primer plano es un elemento que se usa muy poco, pero es muy cinematográfico y me encanta. Porque así se ve que esos personajes se comportan como animales, beben y se huelen como bestias: me fascina potenciar esa dualidad humano/animal y a una película como ésta, tan surgida desde las tripas, le venía muy bien.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

¿Te ha gustado este artículo? Suscríbete a nuestra newsletter y recibe más artículos como este directamente en tu email.

Lee también

Privacy Policy