13/11/2018 - El cineasta alemán Sven Taddicken habla sobre su thriller dramático The Most Beautiful Couple, prestrenado en Toronto y proyectado en Arrás

(© Lea Rener/Arras Film Festival)

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ficha de la película] las consecuencias de una violación, entre el deseo de olvido y el de venganza. Prestrenado en Toronto, el film se ha proyectado en competición en el 19º Festival de Arrás.

Cineuropa: ¿De dónde vino la idea deThe Most Beautiful Couple?
Sven Taddicken: Empecé a hacer el guion con dos ideas principales en mente. La primera es la peor pesadilla que tenía sobre mi novia y yo: que me obligaran a asistir a su violación durante nuestras vacaciones. Este pensamiento de pesadilla me atormentaba. Luego se me ocurrió la idea que da impulso a la historia: qué pasaría si uno de los dos miembros de la pareja intentara buscar al violador. Y en ese punto, hay que decidir: ¿acercarse o mantenerse a distancia? ¿Vengarse o perdonar? ¿Cómo afrontar estas preguntas? Era la primera vez que trabajaba con un guion que no fuera una adaptación o una colaboración con un coguionista, y escribí el primer borrador bastante rápido, pero luego tardé años en terminarlo, porque no paraba de replantearme el final. También hice investigaciones con una asociación berlinesa dedicada a las víctimas de agresiones sexuales y, para mi gran sorpresa, muchos amigos que sabían que yo estaba trabajando en este tema vinieron a contarme historias muy personales; ninguna era tan drástica como la de la película, pero todas mostraban hasta qué punto son ubicuas las relaciones fuera de las normas (que son potencialmente peligrosas) y la violencia sexual.

La estructura narrativa es bastante poco común, con el drama de la violación como prólogo, una rápida transición a dos años más tarde y, sin llegar a conocer bien a la pareja, la búsqueda del violador. ¿Quiere esto decir que lo que más te interesaba era el desenlace?
Quería centrarme en la relación de pareja y en la forma en que comprenden sus respectivos actos. Cómo reacciona ella cuando él rastrea al violador o intenta hacer algo, sin hacerlo quizás de la mejor manera. Y cómo él reacciona ante la decisión de ella de no hacer nada en absoluto. Esas son las escenas que me interesaban más. Ha habido muchas películas, en particular desde los años 70, sobre la violación y la venganza, pero nunca había visto una que hablara sobre personas que deciden seguir con su vida, superando el trauma. Pero ¿es esto realmente posible? ¿Podemos olvidar realmente las cosas malas que nos han hecho? Todo pasa por la relación, pues la pareja se enfrentará a muchas posibilidades: el perdón, la denuncia, la venganza directa o indirecta, la evasión de la situación, etc.

En el caso de esta pareja, cada uno digiere el acontecimiento traumático inicial de forma completamente diferente.
Lo que me gustaba de la dinámica de ambos es que ella ha vivido algo mucho más perturbador que él, tiene muchas más heridas que curar, pero él tiene más dificultades para enfrentarse a la situación. Es una forma interesante de abordar la masculinidad tóxica, porque es él quien hace que el conjunto tome dimensiones mucho más importantes, y quien comete un montón de errores: decide seguir al violador, entrar por la fuerza en su piso y no acudir a la policía. Se va implicando cada vez más, y de la peor de las formas, demostrando que no es capaz de afrontar esta historia. También está, de fondo, la cuestión de saber si uno merece amor cuando es incapaz de proteger a su compañera de algo tan horrible.

¿Por qué decidiste dar a la película un ritmo de thriller?
Mientras la estaba escribiendo, eso me permitía contar un drama, dándole un motor que hiciera avanzar la narración. Pero rodé mucho metraje tipo thriller que luego descarté, pues me di cuenta de que el núcleo de la película es la pareja y la situación extraña en la que se encuentran cuando se ven obligados a revisitar el trauma.

Decidiste rodar con un solo objetivo. ¿Por qué?
La idea fue de la directora de fotografía, Daniela Knapp. Ella siempre había querido probar, pues Bergman lo hizo en algunas de sus películas, y Fassbinder también. Me pareció una buena idea para este film en particular; yo quería que se percibiera como una historia real, que pudiera pasar de esa manera. El objetivo que elegimos se corresponde exactamente con el radio del ojo humano, así que la idea también es ver el mundo tal y como es.

(Traducción del francés)