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Sarah Hirtt • Directora de Escapada

"Quería mezclar historias sobre el legado y la resistencia para hablar sobre la convivencia"

por 

- Hemos entrevistado a la joven cineasta belga Sarah Hirtt, que estrena en Bélgica su primer largometraje, Escapada

Sarah Hirtt • Directora de Escapada

Entrevistamos a la joven cineasta belga Sarah Hirtt, que comenzó su trayectoria en 2013 con su cinta de fin de estudios, En attendant le dégel, seleccionada en Cannes en el marco de la Cinéfondation, donde recibió el segundo premio. Tras un segundo corto, Javotte, el 13 de marzo estrenará en Bélgica de la mano de Cinéart su primer largometraje, Escapada [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Sarah Hirtt
ficha de la película
]
, producido, al igual que sus anteriores trabajos, por Patrick Quinet para Artémis Production.

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Cineuropa: ¿De dónde surgió la idea de Escapada?
Sarah Hirtt:
Es una mezcla de varios impulsos. Quería volver a hablar de hermanos forzados a rencontrarse, como en mi corto En attendant le dégel, pero también quería regresar a España. Es un país que me gusta mucho, y tenía muchas ganas de hablar del movimiento de los indignados de comienzos de los años 2010. Quería reflexionar sobre el problema de la vivienda, después del estallido de la burbuja inmobiliaria. Conocí a personas que formaban parte del movimiento okupa. Tenía ganas de mezclar estas historias para hablar del concepto de convivencia. Ya sea en el seno de una familia, con hermanos y hermanas que eligen vidas muy diferentes, o en el seno de una comunidad de resistencia, que defienden valores de desobediencia y solidaridad.

Este legado, ¿es también una nueva vida por escribir?
Gustave ve en él una solución a sus problemas financieros, Lou, a sus otros problemas, y Jules, una forma de afirmar sus valores anticapitalistas, manteniendo al mismo tiempo cierta estabilidad y seguridad que no consigue tener en su forma de vivir de okupa en okupa, en la precariedad, todo eso siendo padre de familia.  

¿Hay tensión entre las utopías sociales y las responsabilidades familiares?
Sí, quería estudiar la disonancia cognitiva entre nuestros ideales, los valores que defendemos, y la forma en que nos comportamos en el seno de esta sociedad, que a veces se resiste a nuestras convicciones. Yo lo vivo en mi día a día, y mis personajes, también. Lo que me interesa son sus contradicciones. Buscar en cada uno sus fallos y sus grandezas, sus conflictos internos y sus deseos. ¿Cómo podemos cuestionarnos a nosotros mismos, convivir de una forma distinta? Quería explorar esto sin maniqueísmos. 

¿Era necesario ir a España para imaginar todo esto?
España aporta un lado luminoso, colorido; quería hacer una película optimista, que el espectador saliera del cine con energía positiva. En España, hay cierta energía participativa colectiva. Además, trabajé con actores no profesionales que tienen estos ideales anticapitalistas, antipatriarcales, anarquistas. Tenía ganas de este viaje, esta escapada. Este hormigueo colectivo.

Tienes un enfoque estético muy naturalista.
Hemos trabajado mucho con luz natural. Le doy mucha importancia a los puntos de referencia, la elección de ambientaciones, el vestuario. El momento del día en el que rodamos por la luz. Eso aporta una poesía muy realista. No quería hacer una película demasiado sofisticada, porque eso no se correspondía con el objetivo; al final, hemos tenido mucha libertad de movimiento y muchos buenos momentos de improvisación. Me gusta mucho que un rodaje no parezca un rodaje, sino que parezca la vida real. Limitar los obstáculos para capturar la energía y la espontaneidad de los actores, sobre todo tratándose de no profesionales. Incluso en el momento de la posproducción, buscaba una belleza sencilla, natural. Algo que pareciera vivo.

Háblanos del casting.
Había trabajado con François Neycken en mi corto de fin de estudios, y quería volver a trabajar con él. Gustave es un personaje un poco aguafiestas a veces, y contaba con la empatía natural de François. A Raphaëlle Corbisier la vi en su trabajo de fin de estudios. Era increíble, así que le ofrecí hacer el casting. En el caso de Yohan Manca, estaba buscando algo que escasea, un actor francófono e hispanohablante. Le encontré en Francia. Los tres tienen poca experiencia en el cine, y me gustaba ver esta frescura, aunque resulta difícil vender una película sin caras conocidas.

¿Cuáles son tus proyectos?
He comenzado a escribir y estoy buscando coguionista para mi próximo largometraje, Les Cyclopes. También tengo ganas de volver a hacer cortos. Los largos consumen mucho tiempo y energía; tengo ganas de hacer cortos para recuperar un poco de libertad y probar cosas...

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(Traducción del francés)

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