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ZÚRICH 2019

Niklaus Hilber • Director de Paradise War: The Story of Bruno Manser

"Soy un cineasta, intento crear mitos"

por 

- Cineuropa ha entrevistado a Niklaus Hilber, el director de la película de inauguración del Festival de Zúrich de este año, Paradise War: The Story of Bruno Manser

Niklaus Hilber  • Director de Paradise War: The Story of Bruno Manser
(© a film company)

Tras casi diez años cociéndose, la película de inauguración del 15º Festival de Cine de Zurich, Paradise War: The Story of Bruno Manser [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Niklaus Hilber
ficha de la película
]
 de Niklaus Hilber, echa un vistazo más de cerca a la vida del activista medioambiental Bruno Manser, quién luchó con los nómadas penan de Malasia contra la destrucción de la selva tropical, antes de desaparecer en el 2000 en Sarawak. Filmada con la participación de la comunidad penan y protagonizada por Sven Schelker en el papel principal, es la producción suiza más grande en años.

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Cineuropa: ¿Cuándo fue la primera vez que escuchaste algo sobre Bruno Manser y su lucha? ¿Y qué hiciste con eso?
Niklaus Hilber:
Él forma parte de la conciencia colectiva suiza. Si vives aquí, conoces su nombre. Pero también recibió el apoyo de Al Gore, y se reunió con Kofi Anan y el Príncipe Carlos. Es interesante porque cuando empezamos, pensamos: "¿Cómo podemos hacer las cuestiones medioambientales accesibles?" Incluso cuando estábamos filmando no había ninguna Greta Thunberg. Ahora, parece ser la película perfecta para este año. Pero es también sobre esa persona que lo sacrificó todo para ayudar a otros. Él nunca paró de intentar cambiar el sistema económico, ¿no es de locos? Estamos hablando sobre algo muy obvio, todo es por la protección de la selva tropical. Y aún así no es solo hablar sobre tipos que cortan árboles, sino también sobre aquellos que compran muebles de IKEA o comen sushi con palillos. Es muy difícil vencer el sistema, ya que no permite que nada más exista a su lado, este simplemente lo devora. Y al final, la gente piensa que ellos tienen los papeles correctos, ellos no están haciendo nada malo.

Algunos penan también estuvieron presentes en la proyección. ¿Fue importante para ti involucrarlos?
Fue una decisión consciente que tomé al principio porque también es su historia. No me parecía bien elegir a actores filipinos, aunque habría sido mucho más sencillo, por ejemplo, para la comunicación. El concepto de actuar no es conocido para ellos; algunos no saben cómo leer o escribir, y esos no están acostumbrados a trabajar con texto. Llevamos a cabo talleres con ellos durante unos seis meses. Bruno Manser es aún una persona non grata en Sarawak, así que tuvimos que ganarnos su confianza para sacarlos del país. Odio el término "experimento social", pero ahí estaban todas estas diferentes culturas juntas. Fue un gran compromiso para nosotros, pero valió la pena.

Si el concepto de actuación es tan ajeno a ellos, ¿cómo trataste de hacerlos participar?
Son personas muy retraídas, muy tímidas. Y ahora, de repente, tuve que convencerlos de estar parados frente a un gran equipo, luces y cámaras. Por eso realizamos estos talleres. Pero incluso eso fue complicado porque teníamos gente que venía de diferentes pueblos. Descubrimos que en su cultura, todo depende del aspecto de la comunidad. El ego no es lo primero, lo cual puede ser la principal dificultad para los actores a veces. Sin embargo, la parte difícil para mí fue lidiar con el idioma. Nadie lo habla y ni siquiera está escrito. No es que puedas hacer un curso intensivo.

¿Temiste el cliché del "salvador blanco" cuando abordaste esta historia?
Lo criticaría si fuera un relato ficticio, pero eso es lo que realmente sucedió. Rechazo cualquier tipo de crítica etnológica poscolonial porque Manser fue alguien que escapó de la civilización. Él no intentaba "iluminar" a la gente indígena. Invirtió años luchando por los derechos de su tierra, sin ningún beneficio propio. Al final del día, mucha gente indígena no tendría ninguna posibilidad a menos que fueran ayudados por un occidental. Es simplemente un hecho. No es que estemos usando su situación, porque aquí somos los consumidores. Somos una parte del problema. Los penan dicen que todos estos etnólogos siempre muestran un gran interés, pero una vez han escrito su doctorado, desaparecen, nunca más se sabe de ellos. Manser se volvió "salvaje", lo cual es un tabú, ya que en este campo, no debes involucrarte. Pero sus diarios son muy bonitos, y todavía son la mejor fuente si quieres entender la cultura penan. Soy un cineasta, intento crear mitos. Los etnólogos los desmontan.

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(Traducción del inglés por Alba Vallés Ribes)

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