Chris Wright y Stefan Kolbe • Directores de Anamnesis
"La historia nunca se acabará"
por Teresa Vena
- BERLINALE 2021: El nuevo documental de los directores alemanes se cuestiona la propia naturaleza del cine documental
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entrevista: Chris Wright y Stefan Kolbe
ficha de la película], los directores alemanes Stefan Kolbe y Chris Wright se centran en la propia naturaleza del cine documental. En este estudio social y retrato de un asesino, estrenado en la sección Forum de la Berlinale de este año, reflejan su propia visión de sus protagonistas y cómo su propia percepción puede diferir de la del espectador y de la de los propios protagonistas.
Cineuropa: ¿Cómo se inició el proyecto?
Chris Wright: Siempre arrastramos preguntas de una película a otra. La última fue sobre el propio trabajo documental. Hasta ahora, hemos estado muy cerca de los protagonistas y queríamos contra nuestros encuentros con ellos, pero sentíamos que la gente no siempre entendía lo que era un documental exactamente. Se nos acusa de no ser objetivos, por ejemplo. ¿Qué significa para nosotros tartar a nuestros protagonistas de una manera tan intensiva? ¿Podemos siquiera seguir el concepto de distancia profesional? Esta cuestión tenía que convertirse en el tema de la nueva película. Para ello, nos reunimos con terapeutas que, según creemos, sufren el mismo problema.
Stefan Kolbe: Pero ninguno quería realmente hablar de esta separación entre lo profesional y lo privado, ya que es necesaria para su propia protección. Así que tomamos un desvío y acabamos en un grupo de terapia en una prisión. Había asesinos y delincuentes sexuales que muy probablemente volverán a una vida fuera de la cárcel después de la terapia.
¿Cómo elegisteis a Stefan S.?
S.K.: Stefan S. fue el único que, después de las ocho sesiones a las que asistimos, fue abiertamente empático y trató realmente el tema de la culpa.
C.W.: Nos fascinó desde el principio, por la contradicción entre la impresión que teníamos de él de nuestros primeros encuentros con él, en los que se mostraba muy tímido y muy educado, incluso hacienda bromas inofensivas; y la opinión de los guardias sobre él. La persona mediocre que veíamos en él no coincidía con las palabras de los guardias, que se referían a él simplemente como un “asesino brutal”
Decidisteis no revelar las actas judiciales que describen su comportamiento y el crimen hasta el final del documental. Hasta ese punto, el espectador podía sentir simpatía por él pero después se hace más difícil. ¿Era ese vuestro plan desde el principio?
C.W.: La vida y el cine van de la mano. Nosotros mismos recibimos y leímos el veredicto relativamente tarde. En realidad, no queríamos saber toda la verdad porque era difícil de asumir. No puedes imaginar que haya matado a alguien cuando estás en la misma habitación que él. Es difícil de sobrellevar. Sin embargo, es exactamente el proceso que la película debía reflejar. Hay que ver a este personaje de una forma diferente a lo largo de la película.
S.K.: Cuando pasé tiempo con Stefan S., en Berlín por ejemplo, el asesino estaba completamente ausente. En algún momento, todo fue banal. Me resulta extremadamente difícil creer que haya matado a alguien, a pesar de las líneas de las actas judiciales.
¿Os perturba aún su historia?
S.K.: La historia nunca terminará. Lo mismo ocurre con todos nuestros protagonistas. Ese es exactamente el dilema y el punto de partida de la película.
C.W.: Queda abierta una pregunta importante: ¿cómo reaccionará a la película? Todavía no se la hemos mostrado. Ya se ha fijado una fecha, pero Stefan S. la canceló. Su reacción es importante porque se enfrentará a la idea que tenemos de él y podemos provocar algo en él a través de eso.
Otro aspecto interesante es el coste del asesinato. ¿Hay que pensar que Stefan S. salió bien parado o no?
C.W.: Este sumario se ajusta la forma de pensar de Stefan S. Es muy tacaño. Había ahorrado para la casa de sus sueños, ese era su objetivo en la vida. Ahora el asesinato le ha costado exactamente el dinero que quería utilizar para la casa de sus sueños. Se te ponen los pelos de punta de pensarlo.
Utilizáis tanto una cámara estática como una cámara de mano. ¿Cómo definisteis el concepto estético de la película? ¿Estaba claro desde el principio o surgió poco a poco?
C.W.: Surgió muy rápidamente. Era importante para nosotros mostrar cómo era nuestra relación con él en cada momento. Como no podíamos mostrar su cara, era necesario transmitir la relación con él y una imagen de él a través de estas interacciones entre nosotros. La pregunta era: ¿cómo encontramos la representación de Stefan?
(Traducción del inglés por Eva Martínez)