13/02/2022 - BERLINALE 2022: La directora sueca vuelve después de su ganadora del Oso de Cristal, My Skinny Sister, con un drama que demuestra que, al final, solo la risa puede curar el dolor

(© Ola Kjelbye)

En Comedy Queen [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Sanna Lenken
ficha de la película], Sasha (Sigrid Johnson) ha perdido a su madre. Algunos dirán que se está portando mal, viendo que se afeita la cabeza y confunde a sus compañeros de clase con sus bromas; otros opinarían que simplemente está persiguiendo su sueño de convertirse en una monologuista. Puede que todos tengan razón. Hemos hablado con la directora Sanna Lenken sobre su película, que participa en la sección Generation de la Berlinale.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

Cineuropa: La idea de que un progenitor se suicide y deje solo a un hijo es un tema muy complejo.
Sanna Lenken: Comedy Queen se basó en un libro de Jenny Jägerfeld, y su autora además es psicóloga. Percibí al instante que la autora sabía de lo que hablaba. Le pregunté si podíamos vernos, porque deseaba saber qué la había empujado a escribir sobre aquello. Había tenido contacto con niños que habían perdido a sus progenitores; ambas lloramos, y aquella conversación me impulsó a rodar la película.

Cuando decido trabajar en algo, necesito sentir que es un proyectos sincero, que surge de un lugar real. Me contó que muchos niños no saben cómo hablar de estas cosas, del duelo. En el caso de los más pequeños, esa tristeza va y viene, no es una constante. Lo hablamos con actores, pero yo no quería que en la película se supiera cómo se había suicidado la madre de Sasha. Lo importante era mostrar la reacción de su hija. Ella se siente culpable y triste, y además echa de menos a su madre. Hay toda una mezcla de sentimientos.

Quizá sea por el reciente documental de Sundance sobre Sinéad O'Connor, Nothing Compares [+lee también:
crítica
tráiler
ficha de la película], pero es imposible no maravillarse por el Nuevo aspecto de Sasha.
Sigrid sabía que tendría que afeitarse la cabeza en la película. Es lo primero que hicimos, el primer día, ¡y delante de la cámara! Aquello la cambió, le hizo parecer mayor y más dura. Benefició mucho al personaje. No quiere parecerse a su madre, que tenía el pelo largo; no quiere sentirse deprimida y dar pena a todo el mundo, así que decide ir en la dirección diametralmente opuesta.

Hijas que no quieren ser como su madre, algo muy habitual. Aunque las razones de Sasha son obviamente algo diferentes. ¿Fue difícil recrear su relación?
Eso es algo que me preocupaba un poco. En los recuerdos de Sasha, su madre tiene una presencia casi espectral. Yo quería que aquello resultara sutil, para que no pareciera una película de miedo: “¡Mira, ¡ahí está la madre!” A veces cuando veo una película y se hacen continuas referencias a algo que sucedió antes de lo que se está viendo en pantalla, desconecto porque no me importa. Tengo la sensación de que hemos sabido mostrar cómo era aquella mujer, cómo fue la pérdida y lo duro que fue para Sasha. No sé si “mágico” es el término idóneo, pero en la película hay una sensación de realidad aumentada que fue totalmente nueva para mí. Sin embargo me gustó, me gustó el reto.

Los humoristas suelen ser personas serias y complicadas que están constantemente luchando contra sus propios demonios. A estas alturas se ha convertido en un estereotipo y sin embargo parece cierto. La comedia puede ser una respuesta a un dolor insoportable.
También quiere hacer reír a su padre, quiere que vuelva a ser feliz. Es difícil sentir la responsabilidad de conseguir que todo encaje de nuevo, sobre todo cuando eres tan joven, ¡y ese es su objetivo principal! Y cuando logra que finalmente su padre se ría, ella puede empezar su duelo.  Es algo que guarda relación con su madre, que era una mujer divertida. Me gusta que no fuera la típica sombra gris que se suicida.

A tu actriz, Sigrid, se le da muy bien contar chistes malos.
Igual que a mí. Me he inspirado en mí misma [risas]. A ella le cuesta ser graciosa. Mi intención también era que la gente se riese como un niño pequeño, y me daba mucha vergüenza cuando no lo conseguía. Sigrid creía que lo más complicado era tener ingenio. A ella le costaba menos tener los ojos llorosos o experimentar unos sentimientos tan fuertes. No la envidiaba en absoluto. Nos ayudó alguien que se dedica a los monólogos, y entonces me di cuenta de que yo nunca podría subirme a un escenario a hacer eso. Es muy fácil ver si la gente no te sigue el hilo. ¡Es horrible!

(Traducción del inglés por Marcos Randulfe)