email print share on Facebook share on Twitter share on LinkedIn share on reddit pin on Pinterest

CANNES 2022 Semana de la Crítica

Emmanuelle Nicot • Directora de Dalva

"Quería contar lo que viene después, en donde los traumas se asientan"

por 

- CANNES 2022: La cineasta belga habla de su retrato asombrosamente luminoso de una niña de 12 años que debe retomar las riendas de su vida

Emmanuelle Nicot • Directora de Dalva

Hablamos con la cineasta belga Emmanuelle Nicot, seleccionada en la Semana de la Crítica del Festival de Cannes con su primer largometraje, Dalva [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Emmanuelle Nicot
entrevista: Emmanuelle Nicot, Julie Es…
ficha de la película
]
, el retrato asombrosamente luminoso de una niña de 12 años separada de su padre incestuoso, que va a tomar las riendas de su vida para reconciliarse con su infancia y su feminidad.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

Cineuropa: ¿Cuáles son los orígenes del proyecto?
Emmanuelle Nicot: Yo ya había explorado la temática del control en mis cortometrajes. Además, hice una inmersión en un centro de acogida de urgencia con jóvenes víctimas de maltrato. Fueron separados de su familia, pero continuaron uniendo fuerzas con sus padres frente a la justicia. La negación era muy poderosa. También escuché una historia del padre de una de mis amigas, que era educador. Un día, se encontró frente a una pequeña de seis años ultra sexualizada, que vivía sola con su padre. De todo eso surgió Dalva. Me pregunté cómo sería esta pequeña a los 12 años, a la edad de la pubertad biológica, la edad de las primeras emociones.  

La película llega después de la crisis, después del incesto. Dalva tendrá que escribir su propia historia para dejar de ser el personaje de la historia escrita por su padre.
Sí, es una historia de iniciación al revés, ya que ella debe salir de la historia impuesta. Vive sola con su padre desde hace años, no está escolarizada, no tiene referentes externos. No tiene a otra persona a quien amar, ni tampoco es amada por otra persona. Para Dalva, todo está mezclado: ternura, sexualidad, amor paternal. Tendrá que alejarse de su padre para salir de la negación, reapropiarse de su historia, un estatus de objeto de deseo para convertirse en sujeto de su deseo hacia ella.  

Dalva es una adolescente que se viste como una mujer. Tanto por fuera como por dentro. Para ella, su lugar está entre los adultos. Hay una distorsión cuando está en el centro de acogida. No se viste como una niña de su edad. Este desfase me interesaba mucho. Además, es un desfase que encontramos en Canino [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Yorgos Lanthimos
ficha de la película
]
, de Yorgos Lanthimos, aunque la temática sea completamente diferente. También es una historia de control y de aislamiento, de niños que se han construido sobre lo que sus padres les han contado. De hecho, descubren que el mundo no es así.

El control es alguien que nos da su visión del mundo, que integramos como si fuera nuestra. Cuando salimos del control, nos damos cuenta de que esa visión no era la nuestra. Hay algo muy cinematográfico ahí. A nivel visual, vamos a reconstruir esa feminidad. Podemos materializar la liberación del control.

¿Podemos hablar del disfraz como forma de interpretar un papel y como protección?
Cuando Dalva llega a la casa de acogida, va vestida como una dama, una dama elegante. Para mí, era importante que Dalva no fuese Lolita. No hay ni vulgaridad, ni erotización, ya estaba presente cuando escribí la historia, y trabajé mucho con la diseñadora de vestuario. En un primer momento, Dalva piensa que su vestuario forma parte de ella, que forma parte de su identidad. Cuando al principio de la película le piden que se desvista, le resulta muy violento. 

Yo quería contar el incesto de manera implícita, la parte sumergida del iceberg, la forma en que su padre la ha transformado y cómo después la vemos transformarse en el centro de acogida. Quería hablar de incesto, pero no mostrarlo. Quería mostrar el después, cuando los traumas se asientan.  

La visita a su padre en prisión es una revelación. La confrontación es violenta, pero ella se libera del relato de su padre. Solo quedan sus palabras para él, su testimonio, que le permite enfrentar lo siguiente. Ahí es cuando ella empieza a mirar a su alrededor, y deja de mirar atrás.
Es extraño porque pasé mucho tiempo escribiendo la película y durante ese tiempo, el encuentro con el padre no existía. En mis cortometrajes, el verdugo nunca era representado directamente. Pero yo estaba atrapada en mi historia. La negación de Dalva es tan poderosa que solo las palabras del padre pueden hacerla salir de ese control para morir y renacer.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

(Traducción del francés)

Lee también

Privacy Policy