Andreas Horvath • Director de Zoo Lock Down
“Me gusta explorar el mundo más allá de las palabras”
por Marta Bałaga
- En su nueva película, el director austríaco muestra la pandemia desde una perspectiva de cuatro patas
Presentada en la nueva sección Proxima del Festival de Karlovy Vary, la última obra de Andreas Horvath, Zoo Lock Down [+lee también:
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entrevista: Andreas Horvath
ficha de la película], dirigida, producida, filmada, editada y musicalizada por el cineasta austríaco, se centra en los animales, y únicamente en ellos, los cuales pasan el confinamiento en el zoo de Salzburgo. Aunque sus vidas siguen como siempre, hay una pequeña diferencia: por primera vez, nadie los mira. Excepto un hombre con una cámara
Cineuropa: En cierto modo, al hacer esta película, te convertiste en lo que estos animales habían perdido de repente: un espectador.
Andreas Horvath: Creo que fui menos intrusivo. Pude observarlos de una manera diferente y obtener perspectivas distintas de las que se obtienen cuando el zoo está lleno, y hay miles de visitantes en un día de verano soleado. Sin todo eso, se produce este momento brechtiano de alienación. Algo falla: los animales están ahí, pero no hay nadie que los observe.
Mucha gente hablaba de la naturaleza durante la pandemia, sobre cómo el mundo tuvo de repente este momento de breve alivio. Que, obviamente, ya ha pasado.
Quería adormecer a los espectadores en esta atmósfera meditativa, con el diseño de sonido, por ejemplo. Cuando los visitantes regresan, es chocante. Al principio, puede que eches de menos eso en la película: los diálogos, las palabras, pero mi esperanza es que entres en el rito de la película. Y luego, sí, se vuelve a la normalidad. Míranos ahora, lo que estamos haciendo: estamos en este festival, los cines están llenos, y nadie lleva mascarilla.
Normalmente, estos animales son como actores en un escenario. Pero no están actuando, esa es la cuestión, simplemente son ellos mismos. Cuando este otro lado desaparece de repente, cuando no hay espectadores, mirando, algo nuevo sucede. El montaje de la película ha llevado mucho tiempo, y una de las razones es que en ella no pasa nada, hay que crear algo, y ahí es donde entra el sonido. Te permite meterte en esas pequeñas historias que se desarrollan en el zoo. Vuelves a los mismos animales, una y otra vez. En el zoo observaba a un caimán, y este se quedaba en la misma posición, durante horas. Es un verdadero microcosmos. Te preguntas si echan de menos a toda esa gente o si se sienten aliviados. No sé la respuesta. Pregunté a los cuidadores del zoo, y tampoco pudieron hacer otra cosa que suponer.
Pensando en tu anterior obra, Lillian [+lee también:
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entrevista: Andreas Horvath
ficha de la película] (sobre una emigrante en Nueva York que decide volver a Rusia por su cuenta), parece que te atrae mirar y abrazar el silencio. ¿Por qué te gusta tanto?
Me gusta explorar el mundo más allá de las palabras en mis películas. No confío en las palabras. Siempre que he hecho películas con mucho diálogo, como en (el corto) Views of a Retired Night Porter, el protagonista está hablando todo el tiempo. Pero cuestiono lo que dice contraponiéndolo a otras imágenes. Hay mucha más ambivalencia que puede obtenerse de las imágenes, los sonidos y la música.
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ficha de la película], mencionando todos sus nombres. Aquí haces los mismo, en los créditos.
Está en mi lista de películas por ver. Me encantan sus películas. En un momento dado, quedó muy claro que ellos eran las estrellas. Se trata de ellos, y tienen nombres. Muchos de ellos ya han fallecido; lo marqué con cruces. Te hace pensar, ¿sabes? Estaban muy bien cuidados, pero su ciclo vital es diferente al nuestro. Así que muchos de ellos, al envejecer, su manada los abandonaría u otros animales se los comerían. Otros están en peligro de extinción por los humanos. En el zoo están protegidos, pero todo es muy ambivalente. Para algunos animales, el zoo es como un refugio seguro o una residencia de ancianos. Pero siguen siendo prisioneros, y eso no se puede negar.
Siempre que la gente habla del confinamiento, menciona lo aterrador que fue, lo antinatural. Podríamos pensar que esto nos haría ser más comprensivos con estos animales. Al fin y al cabo, siempre están confinados.
¿Tal vez si la gente ve esta película? Estuve allí el primer día de reapertura, y hacía frío y llovía. Pero, aun así, había una multitud de gente, lista para entrar. Todas esas parejas de ancianos que tienen su pase anual y van al zoo todos los días. Durante ese tiempo, les llamaban preguntando por sus animales favoritos. Los echaban de menos.
(Traducción del inglés por Jordi Lloret)
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