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VENECIA 2022 Biennale College Cinema

Tahmina Rafaella • Directora de Banu

"Una trama completa es algo que subestimamos"

por 

- VENECIA 2022: Hemos conversado con la prometedora directora azerbaiyana, cuyo primer largometraje sigue a una madre luchando por la custodia de su hijo en un país patriarcal y sexista

Tahmina Rafaella • Directora de Banu

El programa Biennale College Cinema del Festival de Venecia es una creación única en el mundo del desarrollo de talentos, distinta incluso de la iniciativa La Cinef de Cannes. Un cineasta novel recibe 150.000 euros para producir, dirigir y completar una película en un período de tiempo inusualmente corto, y luego tiene garantizado el estreno mundial en la selección oficial de Venecia.

Tahmina Rafaella es una de las últimas graduadas de este programa. Su ópera prima, Banu [+lee también:
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entrevista: Tahmina Rafaella
ficha de la película
]
, es el primer largometraje independiente de una directora azerbaiyana y sigue a la protagonista del mismo nombre, una madre que lucha por conseguir la custodia de su hijo frente a la naturaleza patriarcal y sexista del país. Nuestra charla profundizó en sus inspiraciones e ideas, y también dejó espacio para hablar de sus ídolos cinematográficos.

Cineuropa: ¿Cómo afrontó el proceso de elegir una historia y un tema para su primera película? ¿Siempre quiso situar esta historia de una familia que se desmorona en el contexto del último estallido de la guerra de Nagorno-Karabaj?
Tahmina Rafaella:
Siempre me ha apasionado escribir sobre la experiencia de las mujeres en Azerbaiyán, porque apenas hay información al respecto, ni siquiera en términos generales, y entre los cineastas varones no hay muchos que hablen sobre las experiencias de las mujeres. Y siempre me fascinó, desde pequeña, ver cómo muchas mujeres se divorciaban y no podían conseguir la custodia de sus hijos, y me parecía algo muy extraño.

Pero como [sus maridos] ostentaban el poder y tenían contactos, llegaban a conseguir la custodia, si bien legalmente el tribunal está del lado de la madre en el país. Hablé con algunas de aquellas mujeres y empecé a escribir la historia antes de que estallara de nuevo la guerra en 2020. Recuerdo que tenía sentimientos muy encontrados sobre la guerra: me entristecía, pero también me alegraba por la gente que podía volver a casa. Intenté canalizar aquellas emociones contradictorias y me di cuenta de que podía introducirlas en la película, como contraste, porque lo que está causando la guerra es el patriarcado. La guerra la dirigen los hombres, y las mujeres sufren: pierden a sus hijos. La gente sale a celebrarlo y, sin embargo, miles de mujeres se quedan sin maridos, sin hijos, hermanos o padres. Y es algo que no podía expresar con palabras, así que intenté canalizarlo en la película, como telón de fondo.

¿Podrías desgranar el concepto de martirio, que es realmente llamativo en todo el discurso mediático y la cobertura que se ve en la película, así como en las referencias que hacen los personajes a él?
Es un tema importante. En Azerbaiyán, hemos estado en guerra desde el principio de nuestra independencia, desde la caída de la Unión Soviética. Por eso la guerra es algo que define tanto la identidad de la gente: todos conocen a alguien que ha perdido a alguien o directamente han perdido a alguien. Y existe la palabra "shaheed", que la gente asocia con una guerra islámica de naturaleza religiosa. En nuestro país no se trata de una guerra religiosa; nunca lo ha sido, pero se ha convertido en eso. La palabra "shaheed" se usa así: “Es la madre de un shaheed”, “es la esposa de un shaheed”. Es interesante que usen esa palabra en lugar de llamarlos por su nombre real o su posición. Quería mostrar cómo se les respeta en nuestro país, y yo los respeto mucho, respeto a los que dieron su vida. Pero esa idea del sacrificio... Intento adherirla al personaje principal. Ella en cierto modo estaba tratando de hablar por su hijo.

El impulso y el ritmo de la película recuerdan tanto a los hermanos Dardenne como a la obra de Asghar Farhadi. Si no son ellos, ¿hay otros cineastas que te hayan influido?
Qué curioso: has nombrado exactamente a los dos cineastas en los que estaba pensando.

Muchas películas se presentan como “algo más algo”, es decir, con una ecuación muy sencilla. Por ejemplo: “Alien, como Tiburón pero en el espacio”.
Me encanta que lo menciones, porque son exactamente las referencias que estaba siguiendo. Sin olvidar a nuestros autores del realismo social: Ken Loach y Andrea Arnold. Esas personas me influyeron, sin duda, pero una de las cosas que admiro de todos esos cineastas es que cuentan una historia completa, aunque sea un trozo de vida. Y creo que la gente a veces lo olvida y subestima lo importante que es eso para una película. Yo entiendo que hay películas que tienen otro tipo de estructura, o quizá menos diálogos, pero con lo que no estoy de acuerdo es con que la gente intente meter el cine en una caja, que diga que el cine es solo una cuestión visual. Subestimamos la idea del argumento completo. Y para mí es especialmente importante, y también para las películas que me gustan.

(Traducción del inglés por Marcos Randulfe)

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