28/10/2022 - Charlamos con la cineasta, que ha contado con Marta Nieto para protagonizar su primer largometraje, donde aborda asuntos como la libertad, el fin de la vida y la fragilidad de ser humano

Dentro de la sección Punto de Encuentro de la 67ª edición de la Seminci - Semana Internacional de Cine de Valladolid se ha presentado Edén [+lee también:
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entrevista: Estefanía Cortés
ficha de la película], primera película de Estefanía Cortés, interpretada por sólo cuatro actores: Marta Nieto, Ramón Barea, Charlotte Vega e Israel Elejalde. El film llega este viernes 28 de octubre a las salas españolas, distribuido por Syldavia Cinema, y por este doble motivo hablamos con la también responsable de los cortometrajes Moiré, Yerbabuena y Miss Wamba.

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ficha de la película], quien además se ha encargado de la edición en Edén. ¿Qué pasa en la familia, que tanto os gusta el cine?
Estefanía Cortés: Es cierto que nuestra familia ha estado ligada al arte desde siempre. Mi abuelo era un periodista muy cinéfilo y por parte de mi madre hay varios músicos. En el caso de Alfonso, tenemos referencias cinematográficas muy diferentes, pero ¿quién mejor que mi hermano para darle un punto de vista distinto al montaje? Soy muy controladora de todo y dejar un poco de libertad para que la edición la recogiera otra persona me parece bonito.

La muerte está muy presente en tu ópera prima, es un tema del que apenas hablamos en nuestra sociedad occidental. ¿Por qué es un tabú si es algo tan natural como nacer?
¡Totalmente! La única certeza que tenemos en esta vida es que moriremos algún día. Yo ya traté este hecho en mi corto Miss Wamba, donde también participaba Ramón Barea. Es un asunto que me interesa, no sé bien por qué. Conecto con ello y deseo explorarlo. La idea de Edén surgió al leer un artículo en la prensa sobre unas personas que quedaron para quitarse la vida juntas, y yo me planteé por qué necesitaban ese último contacto humano, dónde fueron y quiénes eran. Porque a mí no me genera incomodidad plantearme la muerte.

La eutanasia es una idea que sobrevuela asimismo sobre Edén.
No he querido dar mi opinión explícita en la película, sino lanzar ciertas preguntas o reflexiones a través de los personajes, que tienen diferentes puntos de vista y éstos entran en conflicto. El público puede hacer sus propias reflexiones, porque es un tema incómodo que todos nos planteamos en soledad, pero no suele ser de conversación habitual. Tras ver la película tal vez los espectadores puedan expresar más libremente lo que opinan. Eso me parece algo positivo.

Llama la atención en la película el uso de los espacios interiores y la arquitectura en contraste con la naturaleza que eclosiona fuera de la casa donde transcurre casi toda la acción. ¿Dónde está localizada?
Está rodada en el balneario de Panticosa, en el Pirineo Aragonés, un enclave espectacular, pero tuvimos que hacerlo más íntimo, usando espacios pequeños de ese lugar enorme. Edén es una película de contrastes constantes y yo buscaba un sitio donde los personajes fueran a morir, pero que aquél estuviese rodeado de vida. El film aborda temas muy duros, pero intenté que el espectador entienda y conecte con la situación, pero sin meternos en un drama demasiado intenso. Por eso busqué distancia con la cámara, con planos generales y estáticos: para que el espectador esté allí también, de alguna manera, con los personajes. También jugué con la arquitectura y los espacios, creando frialdad, porque al ser tan descomunal ese lugar hace a los personajes aún más indefensos y pequeños.

Tu productor Pedro de la Escalera (de Montreux Entertainment) te compara con Haneke y Lanthimos. ¿Echas de menos a algún nombre más entre tus maestros, conscientes o inconscientes?
Creo que esas referencias rondaban mi cabeza, pero también me encantan Dreyer, Buñuel y hasta Céline Sciamma. Pero quienes nombras son los maestros que más me han influido. La historia de Edén es dura y yo quería que visualmente resultase hasta bonita al público, pero que a la vez le genere incomodidad: el cine perturbador me entusiasma.

Has dirigido a grandes actrices españolas como Ingrid Rubio, Inma Cuesta y Ruth Díaz en tus cortometrajes y ahora, en tu primer largo, a Marta Nieto.
No la conocía y nos hemos entendido bien. Marta aporta mucho al proceso de creación del personaje. Y con las demás sucedió lo mismo. Lo que más me gusta es trabajar con los intérpretes y como mis trabajos tienen una atmósfera concreta, tenemos que saber llegar todo el equipo hasta ahí para hacer la misma pieza. Pero sí, he tenido suerte por haber trabajado con actrices increíbles.