08/11/2022 - La candidata islandesa a los Óscar es un relato sobre el paso a la adultez centrado en la violencia entre jóvenes, así como en la importancia de la amistad

(© Lilja Jonsdottir)

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entrevista: Guðmundur Arnar Guðmundsson
ficha de la película], de Guðmundur Arnar Guðmundsson, celebró su estreno mundial este año en la Berlinale, y actualmente está recorriendo numerosos festivales internacionales, como Tesalónica, donde ha tenido su debut griego. También se trata de la candidata islandesa a los Óscar (ver la noticia). Hemos hablado con el director sobre su inspiración para la historia, el significado de la familia y la amistad, además del trabajo con su joven elenco.

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Cineuropa: En un momento de la película, mencionas un reportaje televisivo sobre el aumento de la violencia entre la juventud. ¿Te inspiraste en casos reales ocurridos en Islandia?
Guðmundur Arnar Guðmundsson: La película está inspirada en un periodo de mi adolescencia, cuando había mucha violencia juvenil en Islandia, especialmente entre los chicos. En ese momento, el gobierno tomó ciertas medidas y consiguió cambiar las cosas, y la situación mejoró rápidamente. Una de las medidas que funcionó muy bien fue animar a los jóvenes a hacer deporte. Aunque los índices de violencia bajaron durante un tiempo, hace unos diez años empezaron a subir de nuevo. No es nada comparado con aquella época, pero es difícil explicar por qué ha sucedido. También es posible que ahora, con las redes sociales, sea más fácil detectarlo que hace años. En cualquier caso, me inspiré en mi propio barrio para esta historia, pero sigue siendo un relato de ficción. Uno con el que la gente de mi generación se sentirá muy identificada.

Los temas de la amistad y la familia son recurrentes en varias de tus películas. Las relaciones paterno-filiales también son muy importantes. ¿Incluyes tus propias experiencias en estas historias?
Yo vengo de una familia de padres divorciados, y hay muchas así en Islandia. Al igual que yo, muchos de mis amigos crecieron con referentes femeninos fuertes. Mi padre no formó parte de mi vida. Tuve un padrastro que era un gran hombre, pero era marinero y también estaba ausente. No tuve ningún hombre violento en casa, pero ese no era el caso de muchos niños del barrio. Estaba claro que tenían miedo de sus padres. Para mí era sorprendente, retorcido y extraño. Vi a muchos hombres que eran tipos duros en casa, pero se mostraban frágiles cuando bebían. Islandia era un país de masculinidades tóxicas cuando yo crecí, aunque afortunadamente ha cambiado mucho. Además de estos importantes temas de fondo, me gustaría destacar que con esta película he querido centrarme más en la amistad que en la violencia. La amistad entre los chicos es el elemento más importante de la película. Muestra que, aunque todo lo demás sea duro, la amistad sigue siendo posible, y puede convertirse en lo más importante a esa edad. Puede que se trate de un grupo de chicos malos, sin embargo, pueden compartir una amistad profunda.

¿Cómo encontraste a los jóvenes actores? ¿Y cómo trabajaste con ellos para preparar sus personajes?
Organizamos un casting abierto, intentando que viniera el mayor número posible de chicos. Elegimos a nuestro grupo y realizamos un largo taller de forma paralela a las clases, haciendo que fuesen cada vez más responsables, desarrollando una especie de entrenamiento gradual. Sus propias experiencias vitales están bastante alejadas de las de sus personajes, aunque la mayoría de ellos conocían a chicos en el colegio que podían identificarse con la historia.

¿Puedes hablarnos sobre cómo desarrollaste el concepto visual de la película? ¿Cuáles eran los aspectos más importantes?
Quería que estos chicos, los protagonistas de la historia, vieran la película. Por eso tenía que ser lo más realista posible. Decidimos rodar con una cámara en mano, que utilizamos como una especie de sensor emocional. Esto les aportaba a los chicos mucha libertad, siguiendo sus movimientos, manteniendo cierta fluidez y permitiéndoles improvisar con sus cuerpos. El rodaje fue como un baile entre el director de fotografía, los niños y yo. Sturla Brandth Grøvlen, nuestro director de fotografía, es increíble cuando se trata de leer una escena e interactuar con los actores. Su trabajo es mágico.

¿Cómo crees que influye la herencia cinematográfica islandesa en tu propio trabajo?
Creo que Beautiful Beings es bastante diferente de otras películas de autor islandesas. Por ejemplo, porque no retratamos ni utilizamos la naturaleza como un personaje de la película. En mi anterior película, Heartstone [+lee también:
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entrevista: Guðmundur Arnar Guðmundsson
ficha de la película], era diferente. La historia se desarrolla en una ciudad pequeña, y allí no puedes obviar la naturaleza, ya que forma parte de la vida.

(Traducción del inglés)