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LAS PALMAS 2023

Carlos Pardo Ros • Director de H

“No quise rodar un film radical, sino emocional”

por 

- El cineasta aragonés habla sobre su inmersiva y sensorial ópera prima, rodada durante las célebres fiestas de San Fermín

Carlos Pardo Ros • Director de H
(© Festival de Cine Internacional de Las Palmas de Gran Canaria)

Carlos Pardo Ros, zaragozano de 42 años, estuvo en el 22º Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria para participar en la sección Panorama España con su largometraje H [+lee también:
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]
, rodado en diez días, con varios móviles, durante las célebres fiestas pamplonicas de San Fermín y premiado en el Festival de Sevilla. Ahora vuela hacia el Festival de Jeonju, donde se proyectará esta inmersiva y sensorial propuesta que llegará a las salas de cine españolas el 23 de junio, distribuida por Vitrine Filmes.

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Cineuropa: ¿Cómo ha sido el balance de todo este camino festivalero?
Carlos Pardo Ros:
La experiencia ha sido satisfactoria y he confirmado mi sensación de que es una película que funciona bien en salas y es más difícil verla en otros contextos, porque la lectura es diferente si la contemplas en casa. Es un film que hay que vivirlo y sentirlo desde el estómago, cosa que sucede en la sala de cine, pero en casa se intelectualiza demasiado o se busca desgranar lo que propongo, cuando creo que se vive mejor H si te dejas llevar.

Es una experiencia inmersiva, sin un argumento al uso…
Es una propuesta con una línea narrativa muy fina. Es más una experiencia, hacer sentir un vértigo de muerte, la sensación de agresividad y violencia, también soledad o amor… Un montón de sentimientos que pueden aflorar mientras la ves. Va más por ahí que por lo que pueda narrar; cuenta cosas, pero no de una forma convencional.

Desde los festivales te habrán llegado interpretaciones radicales e inesperadas por parte de los espectadores.
Suelen ser viscerales y los coloquios posteriores a la proyección son difíciles. Me gustaría dejar la pantalla en negro durante cinco minutos, al acabar la proyección, para que el público fuera saliendo del cine lentamente, porque termina la película y estás todavía un poco atolondrado tras lo que acabas de ver. A mucha gente le surgen emociones de dentro, como conexiones con sus fantasmas o con cosas de las que estaban desconectadas… Eleva al espectador a un plano místico a partir de asuntos terrenales, como lo es gente de fiesta en los Sanfermines: desde ahí los agarra y los lleva a lugares extraños. También se dan reacciones radicales, con gente que no la soporta; la película tiene su público, pero sabía que otras personas la iban a rechazar. Yo no quería hacer algo radical, sino emocional. Tampoco he inventado nada, pues hay otros títulos de construcción similar, pero sabía que tendría un público selectivo.

La propia película, tras su rodaje y montaje, ¿te ha cambiado la idea original que tenías?
Lo que teníamos desde el principio era maleable: fue sutil la idea inicial, basada en la muerte de mi tío y el rodaje con varios móviles. A partir de ahí había asuntos que quería que estuvieran, pero me dejé llevar por las sensaciones del rodaje; hablé mucho con el equipo sobre lo que vivimos mientras rodábamos, y todo ello hizo que la película se conformara. Dejamos que las imágenes fueran dando forma a lo que la película iba a ser. Intenté escribir un guion previo al rodaje, pero no tenía sentido, porque esta película no se podía explicar hasta que no tuviéramos imágenes. Eso provocó que conseguir ayudas para levantar el proyecto fuera complicado, pues era difícil de explicar y siendo además yo un director novel nadie iba a hacerme caso. Pero hicimos la película que deseábamos hacer.

Porque… ¿la motivación fue la misteriosa muerte de tu tío?
La motivación inicial es ese hecho, pero sobre todo la fantasía y ficción que había en torno a él: como cineasta me interesaba fantasear sobre esto. Tenía que suceder en Pamplona y en las mismas horas en las que mi tío estuvo perdido, antes de morir trágicamente. Sobre esta base se construyó todo lo demás. Fue un juego con la ficción de la memoria: si la memoria es caprichosa, porque todo el mundo va cambiando una idea, yo quiero modificar completamente la memoria de mi familia y plantear algo ajeno a la historia de H (la inicial del nombre de mi tío), pero al mismo tiempo conectado. Por eso mismo, construimos la banda sonora a partir de sonidos externos al rodaje (porque los de la fiesta pamplonica eran una gran bola de ruido) pero que lo acompañara. De este modo, la idea de los fantasmas suspendidos del film viene a través de ese sonido añadido, pues convierte a esas imágenes espectrales de gente de fiesta en Pamplona en algo fantasmagórico.

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