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CANNES 2023 Cannes Classics

Liv Ullmann • Protagonista de A Road Less Travelled

"Estoy orgullosa de haberlo hecho, e incluso de haber conseguido un váter del tamaño de un trono"

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- CANNES 2023: La celebrada leyenda noruega del cine es el centro de un elaborado documental sobre su vida y obra

Liv Ullmann  • Protagonista de A Road Less Travelled

Cuando Liv Ullmann, una de las grandes estrellas del cine europeo, tanto delante como detrás de las cámaras, recibió el Óscar honorífico en 2022, se dirigió a “su” director Dheeraj Akolkar diciendo: “¡Esto es genial para la película!”. El resultado, un elaborado y personal documental titulado Liv Ullmann – A Road Less Travelled [+lee también:
tráiler
entrevista: Liv Ullmann
ficha de la película
]
, ha tenido su estreno mundial en la sección Cannes Classics del Festival de Cannes. La célebre protagonista de la película también tuvo tiempo para charlar con nosotros durante su visita a la Croisette.

Cineuropa: La película presenta muchos aspectos interesantes de tu trayectoria profesional y vital. Uno de ellos es que tus primeros trabajos en el cine, mucho antes de colaborar con Ingmar Bergman, fueron con mujeres cineastas, especialmente la noruega Edith Carlmar, en una época en la que la industria estaba dominada por hombres. ¿Tuvo esto algún impacto en tu decisión de dar el salto a la dirección años después?
Liv Ullmann: Incluso en mi primer trabajo sobre un escenario, interpretando a Ana Frank, tuve una directora. Eran maravillosas, parecía que podían leer la mente de una mujer. Como empecé trabajando con directoras y no conocía nada diferente, me decía a mí misma: “Sí, esto está bien”. Sin embargo, después de eso apenas he colaborado con mujeres cineastas, pero me he convertido en una, y he aprendido mucho de las que conocí en aquella época. Edith y yo fuimos amigas íntimas durante el resto de su vida.

También asistimos a imágenes e historias fantásticas de tu etapa en Hollywood, a donde fuiste gracias a tu trabajo con Ingmar Bergman en Persona y Gritos y susurros, así como con Jan Troell en Los emigrantes. A través del legendario agente Paul Kohner conseguiste papeles en grandes producciones, trabajando con Gene Kelly, John Gielgud y Gene Hackman, por mencionar solo algunos nombres…
Y casi llevo a Columbia Pictures a la bancarrota con algunas de esas películas. Me pusieron en un musical, Horizontes perdidos, a pesar de que no sabía cantar ni bailar, y ahora forma parte de la lista de las 50 peores películas de la historia. Aun así, tuve la oportunidad de trabajar con Gielgud y Charles Boyer… Estoy orgullosa de haberlo hecho, e incluso de haber conseguido un váter del tamaño de un trono en el plató. Estoy muy agradecida a Paul y a su mujer por cuidar de esa joven noruega con un acento marcado que tomaba algunas malas decisiones. Era divertido, tenía grandes amigos y podía volver a casa y hacer películas con Bergman o teatro en Londres. Era una buena vida.

También mencionas un papel que decidiste no hacer, el rol de Emilie, la madre en Fanny y Alexander. ¿Qué ocurrió?
Exacto, ¿qué ocurrió? Max von Sydow rechazó el papel de obispo y no sé por qué. Ingmar me dijo que estaba escribiendo una nueva película, llena de comedia, que me iba a encantar. Entonces recibí el guion, y el papel me pareció triste. En ese momento quise mostrarle mi independencia, el tipo de cosas que a veces hacen las mujeres, y le dije que no. Él se enfadó mucho. Me llamó por teléfono y me informó de que había renunciado a mis derechos de nacimiento como actriz. Después volvimos a ser amigos y vimos la película antes del estreno en una sala de proyección en Suecia. Le agarré de la mano y lloré. Sí, fue una decisión estúpida por mi parte, pero la actriz que finalmente hizo el papel era encantadora y hermosa. Ingmar tuvo que reescribir el personaje porque ella era más joven que yo, pero en el guion que guardan en los archivos de la Fundación Bergman hay notas en los márgenes donde pueden leerse cosas como: “Maldita sea, Liv, ¿por qué no estás haciendo esto?”.

Hace unos años, hubo algunos intentos de colocar una etiqueta del #Metoo en la figura de Bergman, un director poderoso y demoníaco que tuvo relaciones con varias de “sus” actrices, entre ellas tú. ¿Qué opinas al respecto?
Nunca fue demoníaco. Hice doce películas con él como actriz y dirigí tres de sus guiones. Viví con él, tuve una hija con él y estuve a su lado cuando murió. Conocí a todas “sus” actrices, éramos amigas. Nunca he oído una historia sobre él. De hecho, creo que era demasiado tímido para estar involucrado en alguna historia como las del #Metoo. Sin embargo, es cierto que se enamoraba de algunas de las personas con las que trabajaba. ¿Y quién no? Tú también lo harías, si trabajaras de forma muy estrecha con alguien, y quizá esa persona también se enamoraría de ti. Pero eso no es #Metoo.

(Traducción del inglés)

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