26/05/2023 - CANNES 2023: El cineasta habla de su segunda película, que trata de manera totalmente desdramatizada temas "serios" y "graves"

Tras darse a conocer en la Quincena de los Cineastas de 2019 con su atípica ópera prima Perdrix [+lee también:
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entrevista: Erwan Le Duc
ficha de la película], proyectada como película de clausura de la 62ª edición de la Semana de la Crítica del Festival de Cannes.

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Cineuropa: En La Fille de son père se exploran temas "serios" y "graves" de una manera totalmente desdramatizada, en clave de slapstick. ¿Cuál era tu intención inicial con esta película?
Erwan Le Duc: Quería contar una historia de amor paternofilial. En este caso, se trata de un padre y su hija, pero también podría haber sido perfectamente una madre y su hijo, o una madre y su hija. Mi idea inicial consistía en explorar tanto ese amor incondicional y ligeramente claustrofóbico a la vez como la separación de estas dos personas. No tardé mucho en toparme con el lado trágico de la historia, y algo parecido le ocurrió al personaje del padre en la película. No era un drama lo que estaba escribiendo, pero enseguida me di cuenta de que el tema se estaba volviendo bastante dramático (nota del editor: el repentino abandono de su pareja y su bebé por parte de la madre). Pero luego me relajé, porque tomé la decisión, como el personaje del padre, de restarle importancia al asunto. Al igual que él, no quería que el abandono por parte de su pareja se convirtiera en un acontecimiento que definiera sus vidas, ni en uno que supusiera un enorme trauma que superar. No me interesaba para nada este enfoque. Quería que el hecho de que ella les abandonara supusiera un sobresalto temporal y no un golpe definitivo, no tenía la intención de que el padre se hundiera, sino de que cogiera el toro por los cuernos. Cuando su hija tiene solo siete años, le dice: "la ausencia no es un sentimiento, somos libres de renunciar al amor si así lo decidimos". Evidentemente, es una postura que se va erosionando con el tiempo, tal y como subraya el personaje de Youssef al afirmar que, en cuanto tu mujer te deja, tu vida se vuelve trágica. Y esta es la cuestión que resuena durante toda la película, ¿cómo deberíamos referirnos a esta película, como un drama o como una comedia?

El arte y el deporte son temas que se abordan en esta película, ¿no?
Son dos elementos muy personales para mí. Durante mi etapa de adolescente, hacía ambas cosas. Mis tardes se resumían en jugar al fútbol en clubes modestos y en convertir el garaje de mis padres en un estudio de pintura, sin importarme el hecho de no tener ni idea de pintar. Lo que estaba claro es que tenía que hablar de esos clubes modestos de los suburbios y de las provincias cuyos entrenadores se implicaban y se dejaban la piel en sus equipos. Se trataba de personajes realmente entrañables que he tenido la oportunidad de conocer muy bien, gente que invierte una excesiva parte de su vida en este tipo de clubes y que acaban desempeñando también el papel de educadores, lo cual también guarda una estrecha relación con el tema de la película. Pero para el personaje del padre, el fútbol constituye sobre todo un marco, como lo será el cuadro para la hija. Y es que, en un momento dado, estos dos personajes, que han construido sus vidas en torno a una ausencia, necesitaban crearse un marco propio, uno para sí mismos, una pasión que dotara a sus vidas de una estructura. Ella desliza sus pinceles sobre el lienzo al tiempo que él traza las líneas con las que crea el suelo, incluso cuando no hace falta, porque así se siente más tranquilo y aliviado.

¿Por qué te decantaste por el slapstick en la película?
Para mí, las películas consisten tanto en contar una historia como en suscitar emociones. Se trata de dos elementos distintos que han de unir fuerzas y trabajar de manera conjunta. El humor, los gags y el slapstick estuvieron presentes durante todo el proceso de rodaje de la película. Constituyeron momentos muy alegres del proceso de producción y creo que es algo que se nota en la película. El slapstick es un recurso que prácticamente me viene de serie, pero figuras como la de Keaton, Kaurismäki o Kitano han constituido una clara fuente de inspiración en este sentido, ya que se trata de gente capaz de imponer un enfoque poderoso en cuanto a la forma, y contar al mismo tiempo una historia desde un punto de vista muy singular, con el humor como as bajo la manga en todo momento, sabiendo que en cualquier momento puede asomar la cabeza. Navegar entre las emociones fuertes y el humor es como dejarse envolver, algo que roza el encantamiento.

(Traducción del francés)