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CANNES 2023 Un Certain Regard

Delphine Deloget • Directora de Rien à perdre

"¿Qué pasa cuando la sociedad decide juzgar la intimidad?"

por 

- CANNES 2023: La cineasta francesa habla del origen de su primer largometraje, que sigue a una mujer que se ve de repente separada de su hijo más pequeño

Delphine Deloget • Directora de Rien à perdre

Procedente del cine documental, Delphine Deloget presenta su primer largometraje de ficción, Rien à perdre [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Delphine Deloget
ficha de la película
]
, proyectado en la 76ª edición de la sección Un Certain Regard del Festival de Cannes.

Cineuropa: ¿De dónde surgió la idea en la que te basaste para hacer esta película centrada en una madre atrapada en un bucle sin salida?
Delphine Deloget: En un principio, quería que el tema de la película suscitara la siguiente pregunta en los espectadores: ¿queda algo de amor familiar después de que todo se vaya al traste? La historia de la retirada de la custodia del hijo menor iba a revelar a todos estos personajes y pensé que tenía la fuerza suficiente para contar también la historia de cómo, en una familia, aprendemos a vivir los unos sin los otros, algo que, en ocasiones, resulta doloroso pero necesario. En cuanto al aspecto de la retirada de la custodia, sentía la necesidad de ambientar la película en este tipo de zonas grises en las que todo se complica mucho al entrar en juego lo institucional, y mi pasado en el cine documental no tuvo nada que ver al respecto. ¿Cómo vamos a juzgar a personas que realmente no sabemos qué han hecho? ¿Qué pasa cuando la sociedad decide juzgar la intimidad? ¿Qué es lo que hace que se pueda decir que una madre es buena? Investigué mucho, hablé con varias familias, con un juez y con varios abogados, y resultó inevitable fijarse en aquellos aspectos en los que claramente las cosas no se hacen bien. Por fortuna,  existe la asistencia social a la infancia (Aide Sociale à L'Enfance - ASE), pero hay que tener en cuenta que se trata de un sistema que puede actuar con bastante frialdad. En un sentido más amplio, ¿qué ocurre cuando una sociedad empieza a tener miedo, cuando no sabe cómo enfrentarse a las debilidades de los demás y de la intimidad? Son este tipo de situaciones las que acaban derivando en lo que se muestra en la película, algo que no es tan inusual como pensamos. Hablando con familias, los padres me contaban cómo ellos mismos cometían errores y se convertían en caricaturas de sí mismos cuando tocaban a sus hijos, y es que quizá haya razones para ello. Se trata de una zona gris, y el objetivo de cualquier película, ya sea documental o de ficción, no es otro que el de plantear ciertas preguntas cuando las cosas se empiezan a torcer.

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¿Qué tipo de mujer querías retratar a través de Sylvie, el personaje interpretado por Virginie Efira?
Quería que el personaje fuera lo más complejo posible, que no fuera ni una madre valiente, ni una víctima, ni una madre totalmente carente de amor o tóxica. Quería alejarme de todas esas convenciones y crear un retrato de esta mujer en esta máquina. No se trata de todo el mundo, sino de esta mujer. Cuando tienes un carácter fuerte, quieres imponer algo porque así es como te has construido a ti misma, porque es eso lo que entiendes a medias por familia y por vida amorosa. Es una mujer de hoy, ya que ser madre soltera con dos hijos no es algo tan extraordinario en Brest. También tenía la intención de cuestionar lo establecido para las mujeres, quería dejar su vida amorosa al margen. Por otra parte, pensé que también cabía mostrar aspectos como la relación que tenía con su familia, sus hijos, su trabajo y sus amigos, pues es algo que no siempre se explora en el mundo del cine, donde el foco se pone en las mujeres enamoradas. Por tanto, no se trata de una mujer enamorada, sino de una que hace lo que puede por luchar y subsistir en su propia vida.

¿Querías también pintar un retrato de toda una generación, la de toda esa gente de las provincias francesas entre los treinta y muchos y los cuarenta y pocos que, ante una realidad poco emocionante en el trabajo, deciden volcarse en su pasado fiestero?
Mostrar a este tipo de personas de Brest fue para mí una prioridad desde el primer momento. En una primera película, trabajas en un mundo que has vivido en primera persona, con personas que no son en absoluto "poco cultas" como se suele pensar en ocasiones, ni que se encuentran en un estado de miseria social, sino que más bien están en pleno proceso de transición a la edad adulta, con las limitaciones de la sociedad y de lo que se espera de nosotros que ello implica. Esto también se correspondía en cierto modo con el tema de la película: ¿qué significa pertenecer a una sociedad, hacer una elección? En esta película no se juzga a nadie: la decisión de convencerse a sí mismo de que se va a levantar y va a ir a trabajar del personaje de Alain es tan válida como la de rendirse por parte de su hermano Hervé. Son temas de actualidad que me interesaron desde el principio. ¿Cómo decide la sociedad si formamos parte de ella o no? Todo puede cambiar en un instante. Todo esto se encarna en la familia de Sylvie, con un hermano mayor que parece más asentado, pero que posee ciertos defectos que se intuyen con facilidad, y un hermano pequeño que ha renunciado a intentar encajar en el molde.

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(Traducción del francés)

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