02/06/2023 - CANNES 2023: La ganadora del Label Europa Cinemas del festival habla sobre su segunda película, protagonizada por ella misma, que expone las consecuencias de la represión sexual

(© Pol Rebaque)

Elena Martín Gimeno (Barcelona, 1992) es una actriz de teatro y cine (la vimos hace poco en Nosotros no nos mataremos con pistolas [+lee también:
crítica
tráiler
ficha de la película] y a partir del 30 de junio en Unicornios) que debutó como directora hace seis años con Júlia Ist [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Elena Martín
ficha de la película]. Con su segundo largometraje, Creatura [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Elena Martín Gimeno
ficha de la película], que ella misma interpreta junto a Oriol Pla, Clara Segura y Álex Brendemühl, se ha alzado con el Label Europa Cinemas de la reciente Quincena de los Cineastas en Cannes.

Cineuropa: ¿Cómo se digieren emociones tan intensas como las vividas la semana pasada en Francia?
Elena Martín Gimeno: De forma lenta, porque llegamos allí, tanto las productoras como yo, sin tiempo para pensar, porque estuvimos acabando la postproducción tan rápido como pudimos por si nos elegían en Cannes y cuando nos dieron el sí en la Quincena, hicimos un doble sprint final para llegar, así que no tuve tiempo para la reflexión. Ahora estoy empezando a entender lo que significa ese premio y a disfrutar de la noticia, porque allí trabajamos mucho y ahora estoy en mi casa alucinando con todo lo sucedido.

Te vi hace semanas en el Lab del D’A (leer más) y de repente en Cannes, más el galardón.
Sí, es una ayuda a la distribución, lo cual es importante para esta película, que se enmarca dentro del cine de autor, pero se ha hecho para el público, así que esperamos que no se quede solo en festivales, sino que se estrene en salas y podamos hacer coloquios. Es lo que más me apetece.

Porque Creatura plantea cuestiones y reflexiones interesantes e íntimas que nos afectan a todes.
Durante el proceso y cuando hacíamos pitching era importante que quedara clarísimo que la película va sobre el deseo y las dificultades culturales que nos impiden vivir una sexualidad sana. Eso no es exclusivo de un género: cada une ha sido educade de una forma y se encuentra con distintos tipos de represiones. Cuando hacíamos screen tests durante el montaje, mis amigos gays se sentían interpelados con esa vergüenza y sensación de culpa también. Asimismo, los hombres heteros, con sus miedos y frustraciones, están en Creatura.

¿Tiene que ver con la educación recibida el sentirse culpable tras tener sexo?
Son cosas que tenemos normalizadas. Todos recordamos momentos así de la infancia o adolescencia, propios o ajenos. Escribiendo el guion con Clara Roquet hablábamos de eso, además de que hicimos entrevistas a mujeres y descubrimos esa sensación de la primera vez que te masturbabas: sentirte después sucia o desconectada y pensar que eres la única persona que lo está haciendo. Eso te hace sentir miserable. Con la película hemos intentado, a través de los personajes, agrupar o representar estas historias que muchas hemos vivido, con la voluntad también de generar debate para cambiar eso. Todo lo que tiene que ver con cómo has vivido el deseo está estrechamente ligado con tu cuerpo, con la sensación de que mereces o no las cosas. La sexualidad es un impulso vital, no se reduce sólo a la parte íntima del sexo puro, es también una forma de conectar con tu cuerpo y verlo desde fuera. Todas estas pequeñas represiones no solo condicionan tus relaciones sexuales futuras, sino también tu autoestima, salud mental y las relaciones de todo tipo, desde familiares hasta sociales. Por eso me interesa mucho tener este tipo de conversaciones con el público tras las proyecciones.

La película es valiente al hablar de manera tan clara de la sexualidad naturalizándola, porque desde niños sentimos deseos sexuales, pero los reprimimos como si fueran algo malo.
También desde el punto de vista de la película intentamos que no fuera pudorosa, que pudiéramos hablar de todo, aunque fuera complicado o incómodo. Y hacerlo desde un sitio natural, ni efectista ni morboso, porque la sexualidad ha sido retratada en general con una mirada ajena, desde fuera, o incluso violenta. Eso que hemos vivido tantas personas, que nos ha marcado como trauma, no es normal y se puede evitar.

¿Se ha normalizado esa demonización de la sexualidad?
Sí, la sexualidad está conectada con la salud mental, con la conexión con una misma y con la felicidad. Tener una sexualidad reprimida nos hace menos libres dentro de un sistema, por lo tanto resulta conveniente. El catolicismo también ha atacado por ahí, haciéndonos sentir en deuda; porque siempre vamos a sentir deseo, es nuestro impulso natural, de cada uno a su manera, y sentir esa deuda es muy duro.