email print share on Facebook share on Twitter share on LinkedIn share on reddit pin on Pinterest

Bélgica / Francia / Suiza

Benoît Mariage • Director de Habib, la grande aventure

"Quería hacer una comedia sobre un alma en una lucha permanente"

por 

- El cineasta belga habla sobre los orígenes y sobre el "viaje heroico" del personaje principal de su quinto largometraje, en las salas de su país esta semana

Benoît Mariage • Director de Habib, la grande aventure
(© Aurore Engelen)

Después de haber explorado la comedia social con Les Convoyeurs attendent y Les Rayures du zèbre [+lee también:
tráiler
ficha de la película
]
y el naturalismo con L'autre, Benoît Mariage está de vuelta con Habib, la grande aventure [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Benoît Mariage
ficha de la película
]
, una poética fábula contemporánea con una búsqueda de identidad y una crisis de fe como telón de fondo que gira en torno al camino hacia la emancipación de un protagonista que se debate entre sus orígenes y sus aspiraciones. La película se estrenará en Bélgica el miércoles 7 de junio, y Bardafeu Distribution se encargará de su distribución.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)
Hot docs EFP inside

Cineuropa: ¿Cómo surgió este proyecto?
Benoît Mariage:
Como resultado de una anécdota que me ocurrió personalmente. Doy clases en el IAD y, mientras rodaba en Namur, conocí a un joven de 15 años de origen magrebí. Me pidió que impartiera un taller en el barrio obrero donde vivía, así que estuve haciendo eso todos los miércoles durante tres meses. Durante un tiempo, estuvimos viéndonos con frecuencia, pero luego le perdí la pista. Dos o tres años después, fui a ver El nuevo Nuevo Testamento [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Jaco van Dormael
ficha de la película
]
, de Jaco van Dormael, y le vi en la gran pantalla encarnando a un personaje que hacía de gigoló en una escena con Catherine Deneuve. Le llamé para felicitarle y le pregunté qué opinaba su familia de todo aquello, y me dijo que no había sido del todo sincero con ellos y que lo único que les había dicho era que estaba ayudando a una anciana a ir de compras.

Habib se ve inmerso en un tira y afloja entre lo que le gustaría hacer, lo que está haciendo y lo que a sus padres les gustaría que estuviera haciendo. Atraviesa una especie de crisis de fe.
Sí, podríamos calificar lo que le ocurre de estado esquizofrénico continuo. Cuando nos regimos por los diversos mandatos típicos de los entornos que nos moldean —ya sean familiares o profesionales—; cuando, por falta de fe, intentamos ajustarnos a todos y cada uno de estos mandatos, acabamos por perder la cabeza. Si Habib hubiera afirmado con convicción su identidad desde el principio, no habría habido historia que contar. Es vulnerable y se avergüenza un poco de sus orígenes, lo cual le lleva a forzarse demasiado y a convertirse en un auténtico perfeccionista. Incluso su amabilidad evidencia deficiencias y una clara falta de autoestima. Quería hacer una obra sobre un ser humano en un constante dilema.

Su "viaje heroico" constituye toda una emancipación que le ayuda a comprender la identidad que le han ido imponiendo para reconstruir mejor su nueva identidad. Si lo piensas, es la historia de un niño que acaba consiguiendo ser capaz de decir su propio nombre, lo cual es una base narrativa bastante débil, a decir verdad (risas). El reto de la película no era otro que el de llegar al corazón del público con alguien que consigue poder decir su propio nombre. En realidad es un poco como una fábula.

El otro reto es el de convertir la vergüenza —una emoción realmente destructiva— en algo por lo que sonreír.
Sí, sobre todo porque la vergüenza es algo increíblemente común. No sabemos de dónde viene, y a menudo ni siquiera la reconocemos como vergüenza. En eso consisten las comedias, en explorar temas serios con una sonrisa.

En su búsqueda de valores con los que identificarse, Habib encuentra respuestas en San Francisco de Asís, un personaje al que ahora asociamos con el ascetismo y la frugalidad.
La figura de San Francisco de Asís me fascina al margen de contexto religioso. Afirma que la felicidad reside en la abnegación, lo cual se ajusta a los tiempos que corren, ya que ya no nos quedan muchas alternativas. Este personaje se convierte en alguien realmente significativo para Habib, y también para mí. También me conmovió mucho un libro de Christian Bobin, Le Très bas, una biografía reinterpretada de Francisco de Asís. Es uno de los libros más hermosos que he leído nunca, y mi fascinación, como la de Habib, procede en gran medida de ahí. Para Habib, es imposible emanciparse de su padre de frente, por lo que lo hace a través de un texto. El largometraje también constituye todo un reconocimiento del poder de la literatura.

¿Qué tipo de actor tenías en mente para el personaje de Habib?
Me vinieron a la cabeza figuras como la de Buster Keaton o la de John Turturro en Barton Fink. Quería un rostro prácticamente neutro para que los espectadores pudieran entender la impasibilidad del personaje. Bastien Ughetto poseía el lado lunar que yo buscaba, si bien es cierto que lo primero que pensé fue que podría resultar un poco problemático que no procediera de la comunidad magrebí. Es cierto que busqué a varios intérpretes, pero en cuanto vi a Bastien lo tuve claro. Sin embargo, dado que se trata de una fábula y no de una película naturalista, pensé que podía permitirme ese lujo. Me tomé esa libertad, lo cual supuso una especie de mise en abîme del tema de la película.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

(Traducción del francés)

¿Te ha gustado este artículo? Suscríbete a nuestra newsletter y recibe más artículos como este directamente en tu email.

Lee también

Privacy Policy