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Portugal / Francia / Bélgica

Cristèle Alves Meira • Directora de Alma viva

“El cine te permite ir más allá de las apariencias”

por 

- La directora franco-lusa habla sobre su mágica cinta, estrenada el año pasado en la Semana de la Crítica de Cannes 2022 y candidata por Portugal a los Óscar

Cristèle Alves Meira  • Directora de Alma viva

Cristèle Alves Meira ha trabajado como actriz y directora de teatro antes de convertirse en cineasta. Su primer largometraje de ficción Alma viva [+lee también:
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, que interpreta su propia hija Lua Michel –y numerosos actores naturales–, se rodó en Tras Os Montes (Portugal), donde ella veranea, pues reside en Francia. Después de su paso por numerosos certámenes tras su estreno en la Semana de la Crítica de Cannes el año pasado y de ser elegida por su país para los Óscar, este viernes 9 de junio llega a las salas en España, distribuido por Paco Poch Cinema.

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Cineuropa: Viendo tu película he recordado el reciente film español O corpo aberto [+lee también:
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, de Ángeles Huerta, rodado en la Galicia rural y que habla también de dos dimensiones opuestas que logran convivir.
Cristèle Alves Meira:
No lo conozco, pero mi coguionista Laurent Lunetta me propuso ese mismo título. Alice Rohrwacher debutó en 2011 con Corpo celeste [+lee también:
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, toda una referencia para mí, porque también trata de una niña emigrante que regresa a su pueblo de origen, desde Suiza a la Italia del sur.

Tu propia hija actúa, estupendamente, por cierto, como protagonista de Alma viva. ¿Por qué tomaste esta decisión?
Cuando empecé a escribir el argumento yo estaba embarazada y tenía a Lua en mi barriga, pero la protagonista iba a ser una adolescente. Luego cambié el personaje central por una niña, porque no quería entrar en asuntos de amores de verano que desviaran la atención del realismo mágico y la especial relación de la chica con la abuela que tanto me interesaban. Una vez que la protagonista era ya una niña, empezamos a hacer castings con crías de once años: en esas pruebas Lua daba la réplica a las candidatas. Y la directora de reparto me preguntó por qué no elegía a mi hija para el papel, pues lo hacía mejor y estaba preparada.

El Portugal rural que aparece en el film se parece bastante al español, con esas mujeres ocupándose de los niños, con quienes establecen una conexión muy especial.
Esa es una sociedad matriarcal en la práctica, aunque teóricamente sea un patriarcado, porque las mujeres allí son quienes conocen las plantas, los rezos, la gestión de la vida familiar. Son mujeres potentes y hago con mi película un homenaje a ellas, que además se emancipan: la abuela se desnuda tranquilamente, la tía Fátima mantiene una relación sexual con una vecina y la pequeña Salomé (encarnada por mi hija) tiene sus escapadas nocturnas…

En tu largometraje se habla de los dos mundos, el material, y el de la magia y de las supersticiones, que se está perdiendo.
En contra de la uniformización y la racionalización generalizada reivindico la superstición, las creencias y los mundos ancestrales. Además, el cine te deja ir más allá de las apariencias, te permite creer. Con el montador y el director de fotografía de la película estuvimos preguntándonos por lo que no se dice, lo que no se ve, lo que es misterio, que queda fuera de campo. Prefiero una imagen a mucho diálogo, como el plano de los pies de la abuela, que explica mucho en Alma viva.

La muerte está muy presente en ese pueblo luso, pues los niños conviven con ella.
Se deja la muerte en casa y se convive con la persona fallecida. La muerte es el signo de nuestra impotencia, por eso se esconde en la sociedad contemporánea. Pero el duelo debe hacerse sin ocultarse, aprendiendo a hacerlo.

La posesión que vemos en el film… ¿Es algo así como la transmisión del legado que deja la abuela a su nieta?
Sí, la pequeña tiene el don del cuerpo abierto, por lo que puede conectar con la abuela fallecida, reuniendo a la familia y transmitiendo ese respeto. La mía puede ser una película muy racional y también tener una explicación metafórica y mística: me gusta que Alma viva tenga esta doble lectura, aunque su tema central sea la transmisión espiritual.

Hay una frase fabulosa que se escucha en el film de boca de uno de sus personajes secundarios: “El dinero es la mierda del diablo”.
¡Adoro esa sentencia! La escuché de un refrán y decidí incluirla en la película, poniéndola en boca del tío ciego, que actúa aquí como en la representación de una tragedia griega.

¿Cómo se repartió el trabajo entre los tres países coproductores?
La película, que tuvo un presupuesto total de 1.600.000 euros, se rodó en Portugal, aunque yo vivo en Francia, donde se hizo la postproducción y los efectos especiales del incendio, mientras en Bélgica se realizaron las mezclas de sonido.

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