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KARLOVY VARY 2023 Competición

Stephan Komandarev • Director de Blaga’s Lessons

"Queríamos dedicar la película a la generación de nuestros padres, que fue la más afectada por la transición política en Bulgaria"

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- El veterano cineasta búlgaro habla sobre las motivaciones personales detrás de su sexto largometraje y sobre su actriz protagonista, entre otras cosas

Stephan Komandarev  • Director de Blaga’s Lessons

Hemos hablado con Stephan Komandarev, que acaba de presentar su última película, Blaga’s [+lee también:
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, en la competición por el Globo de Cristal en el 57.º Festival Internacional de Cine de Karlovy Vary. Se trata de la tercera parte de su trilogía social sobre la Bulgaria actual, tras Destinos [+lee también:
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(2017) y Rounds [+lee también:
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(2019). Además de algunos detalles interesantes sobre su investigación acerca de las estafas telefónicas, el tema sobre el que gira la trama, Komandarev comparte su visión personal sobre las sombrías perspectivas de futuro del país.

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Cineuropa: La tercera parte de tu trilogía difiere de las dos primeras, ya que no se centra en un grupo profesional, sino en el estrato social de las personas mayores, uno de los más vulnerables. ¿Qué provocó este cambio?
Stephan Komandarev: El concepto de las tres películas era generar reflejos instantáneos de la Bulgaria actual. Empezamos con taxistas en Destinos y continuamos con policías en Rounds, ya que ambas profesiones tratan diariamente con una gran variedad de personas. Poco después, falleció mi padre, al que estaba muy unido, por lo que la idea de hacer la tercera película sobre jubilados surgió de forma un tanto natural. Junto con mi coguionista, Simeon Ventsislavov, queríamos dedicar la película a la generación de nuestros padres, que fue la más afectada por la transición política en Bulgaria tras la caída del Muro de Berlín, ya que les despojó de lo más básico. Mi padre era profesor en la Academia de Ciencias de Bulgaria, pero en los últimos años le costaba pagar las facturas de calefacción, así que yo le ayudaba. Su pensión apenas era suficiente para pagar sus medicinas.

¿Cómo desarrollaste el guion? ¿Está relacionada la historia con hechos reales?
Tras decidir el grupo social en el que íbamos a centrarnos, empezamos a buscar un marco dramatúrgico para desarrollar un conflicto. Profundizamos en el fenómeno de las estafas telefónicas, ya que es algo que ocurre con cierta regularidad, y las personas mayores son el objetivo habitual. También es un punto de partida apropiado para una investigación sobre lo que ha ocurrido con la dignidad de las personas mayores en la realidad poscomunista. Así mismo, llevamos a cabo alguna investigación de campo sobre el funcionamiento real de estas estafas. Para ello, contamos con la ayuda de algunos policías a los que conocimos durante el rodaje de Destinos, así como de un periodista de investigación que nos presentó a víctimas de estafas, pero también a un estafador real. Nos reunimos con él en secreto e interpretó para nosotros los escenarios más comunes. Partimos de lo que nos enseñó y lo utilizamos en la película. Después de haber recopilado suficientes datos y experiencias, desarrollamos el guion con el apoyo del Mediterranean Film Institute, con Nikos Panayotopoulos como supervisor.

¿Cómo convenciste a Eli Skorcheva para participar? Este es su primer gran trabajo en la pantalla tras un parón de 30 años.
Todo ocurrió por casualidad. Durante la pandemia, nuestro director de casting, Alexander Kosev, se encontró con Eli en un parque donde ambos paseaban a sus perros. La reconoció y le preguntó si estaría interesada en volver a actuar en el cine después de haber abandonado voluntariamente su carrera como actriz. Ella dijo que podría sentirse tentada si el guion era lo bastante bueno y, afortunadamente, lo que le enviamos poco después captó su atención. Sin embargo, el personaje de Blaga es muy diferente de la propia Skorcheva, que es una persona muy animada y alegre.

Criticar el capitalismo en Bulgaria es una tarea arriesgada, ya que pueden acusarte de albergar ideas comunistas, lo que sigue siendo una gran ofensa en los países del bloque oriental. Sin embargo, Blaga’s Lessons no duda en criticar con dureza las consecuencias de la economía de mercado.
En tres décadas, Bulgaria perdió un tercio de su población, sin ni siquiera sufrir una guerra. Muchas personas cultas y altamente cualificadas fueron absorbidas por la economía occidental. Posteriormente, la mano de obra mal pagada también se marchó. Viajando por el país, uno se encuentra con un montón de fábricas abandonadas. Las escuelas y hospitales de las ciudades de provincia están cerrando, y la educación se ha visto devaluada en general. En ese sentido, la película refleja sutilmente esta realidad. En resumen, Bulgaria se está convirtiendo en un país despoblado y periférico, y todo aquello por lo que luché en las calles hace 30 años dista mucho de la situación en la que nos encontramos actualmente. No estoy seguro de si el sistema establecido aquí es el capitalismo o algún sucedáneo absurdista, pero puedo afirmar con valentía que las expectativas de mi generación no se vieron satisfechas ni por el nuevo orden establecido ni por la Unión Europea. Lo mínimo que puedo hacer es interpretar esas problemáticas en mis películas.

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(Traducción del inglés)

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