Sam H. Freeman, Ng Choon Ping • Directores de Femme
"Hemos intentado hacer una película muy humana"
por Marta Bałaga
- Hemos hablado con los directores de la que sigue a una drag que intenta reconstruir su vida tras un ataque brutal, después de su múltiple triunfo en el festival canadiense

A pesar de haberse estrenado ya a nivel mundial en la sección Panorama de la Berlinale y de haberse hecho con el premio a la mejor dirección y con el premio a la interpretación más destacada en el Fantasia de Montreal gracias a Nathan Stewart-Jarrett, Femme [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Sam H. Freeman, Ng Choon P…
ficha de la película], de Sam H. Freeman y Ng Choon Ping, sigue seduciendo al público con su historia sobre cómo la drag queen Aphrodite Banks, alias Jules, intenta rehacer su vida tras un brutal ataque.
Cineuropa: Vuestra película ha pasado a formar parte del debate en torno al fenómeno drag que tanto se está produciendo últimamente, especialmente en Estados Unidos. ¿Qué clase de cambios creéis que está generando?
Sam H. Freeman: Hay mucha gente queer que ha empezado a alzar la voz y a tomar cartas en el asunto. Resulta bastante interesante porque sí, se trata de una película oscura que la gente califica de “muy violenta”. Sin embargo, si te paras a pensarlo, ¿realmente lo es?
Hay violencia emocional, y al principio le ocurre algo a Jules, pero de violencia como tal tiene poco. Sobre todo si la comparas con la obra de Nicolas Winding Refn o con Good Time, que constituyó una gran inspiración, o incluso con los clásicos Scorsese o Tarantino. Femme ni se acerca a ese nivel de violencia. Pero la gente parece tener la sensación de que se trata de una película violenta, y cuando les preguntas al respecto, puntualizan: "Bueno, para ser una película queer digo". Entonces, ¿se utiliza una vara de medir distinta con nosotros solo porque tenemos personajes gays? Si se tratara de hombres heterosexuales, nadie hablaría de la violencia.
Ng Choon Ping: Nuestro objetivo consiste en desviarnos del camino establecido para el cine queer. Nuestra intención es irrumpir de verdad en la corriente dominante con un thriller de venganza, con un thriller de acción, con algo de lo que a menudo se nos excluye. Parece que, dependiendo de si se trata de una historia heterosexual o una historia queer, se hace uso de una vara de medir o de otra. Supongo que luchamos contra esas expectativas.
Resulta muy interesante analizar cómo, cuando ves que se describe como "thriller de venganza", crees saber por dónde irán los tiros. Te vienen a la mente títulos como Escupiré sobre tu tumba. Pero habéis creado algo mucho más complejo.
N. C. P.: Nos alegra mucho que hayas experimentado esa sensación. Queríamos transmitir la vulnerabilidad de estas personas.
S. H. F.: En ningún momento quisimos hacer una película sobre héroes y villanos, o sobre el bien y el mal. No es así como funciona el mundo. Resultó de lo más interesante adentrarnos en un terreno en el que la moralidad resulta tan confusa. Tratamos de hacer una película muy humana, de incluir algo de humor y de asegurarnos de que ninguno de los personajes fuera simple. Todos y cada uno de ellos tienen una humanidad equilibrada.
Da la sensación de que los cineastas evitan a toda costa el sexo y la lujuria en la pantalla. Tienen miedo de complicar demasiado las cosas, pero vosotros, no obstante, casi que jugáis con este concepto de amor prohibido.
S. H. F.: Hablamos con un par de psicólogos durante el proceso de escribir el guion porque queríamos impulsar ese elemento. Puede que haya odio, pero la lujuria que lo acompaña puede llegar también a resultar de lo más real. Toda esta tensión constituye una parte muy importante del drama interno.
N. C. P.: También quisimos mostrar la conexión entre el poder y el hecho de sentirse sexy. A Jules le arrebatan su poder al principio, pero a medida que avanza la película, lo va recuperando. Puede que mucha gente se vea identificada con esto, porque se trata de dos elementos que suelen retroalimentarse.
La relajación desempeña un papel fundamental, porque aquí hay mucho que fingir, mucho que interpretar. ¿Cómo enfocasteis todo esto con vuestro reparto?
S. H. F.: Siempre relacionamos todo esto con el mundo drag. Y es que es algo que no solo entra en juego cuando Jules se transforma en drag queen, sino que está presente en todo momento porque todos interpretan una versión de sí mismos. Cuando uno de los personajes acaba abandonando, demuestra ser vulnerable, y eso es algo importante.
N. C. P.: Ahora que hablamos de ello, está claro que hay un extraño equilibrio en juego. En la relación entre los dos protagonistas, cuanto más "drag" es uno, más se relaja el otro. Deja más espacio a los sentimientos.
Volviendo a la frase que has mencionado de que es "violenta para ser una película queer", ¿te preocupaba mostrar otra agresión a una persona queer?
S. H. F.: Femme trata sobre el poder y la capacidad de reacción. Empieza con una agresión, pero en lugar de hacer una película sobre el consiguiente trauma, hicimos una sobre alguien que reclama su poder. Tratamos de responder a un miedo real. No está hecho así porque sí, no es para entretener. Se trata de explorar por qué ocurren estas cosas, y de hacerlo —esperemos— con sus correspondientes matices.
(Traducción del inglés)
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