Stéphane Brizé • Director de Fuera de temporada
"Si un actor no hace una película o no se presenta sobre el escenario, ¿a quién le importa?"
por Jan Lumholdt
- VENECIA 2023: El director francés se aleja del lugar de trabajo y se va a un tranquilo punto turístico costero, en el que un famoso actor se pierde en una crisis existencial

Dos años después de presentar Un nuevo mundo [+lee también:
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ficha de la película] en la edición de 2021 de este mismo certamen, Stéphane Brizé está de vuelta en el Festival de Venecia, cuya 80.ª edición será testigo de la proyección de Fuera de temporada [+lee también:
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ficha de la película], su nueva película, que no tiene absolutamente nada que ver con sus anteriores trabajos, ya que, en ella, se aleja del lugar de trabajo y se traslada a una tranquila localidad costera en la que un famoso actor sumido en una crisis existencial se recluye, con la sorpresa de que un antiguo amor contacta con él de manera repentina. Las estrellas que protagonizan la película son Guillaume Canet y Alba Rohrwacher, con el propio Brizé en un papel secundario encasillado.
Cineuropa: Nos conocimos en 2021, cuando presentaste Un nuevo mundo, la tercera parte de tu trilogía sobre temas relacionados con el lugar de trabajo. ¿Tenías ganas de hacer algo diferente después de aquel largo viaje?
Stéphane Brizé: En realidad, primero empecé a escribir una cuarta historia de la "trilogía" sobre el lugar de trabajo, y he de decir que no tenía mala pinta, pero había cosas en el guion que me daba la sensación de haber tratado ya en entregas anteriores. Esto fue en tiempos de COVID-19, cuando todos estábamos en casa con mucho tiempo para reflexionar, y no podía parar de darle vueltas a la idea de contar algo que implicara emociones atemporales y sentimientos universales. La idea de una pareja que se reencuentra después de diez o quince años en un hotel balneario medio vacío llevaba rondándome la cabeza desde hacía tiempo.
Una playa tan bonita, con Gérard Philipe, La encajera, con Isabelle Huppert, y Un hombre y una mujer, por supuesto, son largometrajes que forman parte de lo que podríamos considerar como prácticamente un pequeño género propio de películas francesas que se desarrollan en torno a hoteles balneario medio vacíos, ¿no?
Y no te olvides de Los rompepelotas. La verdad es que este tipo de lugares aportan mucha calidad en términos poéticos, ya que nos proporcionan imágenes realmente bellas. Esa es la razón por la que solemos plantarnos allí cada dos por tres. Me planteé mostrar Un hombre y una mujer en la televisión de la habitación del hotel, en parte como homenaje a mi buen amigo Claude Lelouch, pero no tuvimos tiempo de ponerla, aunque estoy seguro de que habría encajado de maravilla, la verdad.
También hay un posible homenaje a Bill Murray —especialmente al trabajo que desempeñó en Lost in Translation con Sofia Coppola, y en Flores rotas con Jim Jarmusch— a través de la tragicómica interpretación de tu protagonista, Guillaume Canet. ¿Estás de acuerdo con la comparación?
Entiendo perfectamente el paralelismo con Murray. Los personajes que hizo para Jarmusch y Coppola tenían una especie de cualidad "flotante", ya que no hacían más que dar tumbos en el aire y eran incapaces de darse cuenta del punto de la vida en el que se encontraban en ese momento, y eso es exactamente lo que le ocurre a Mathieu también, ya que está realmente perdido. En cuanto a la parte cómica de la tragicomedia, quería introducir algo de burla en las penas de este personaje de celebridad acomodada que encarna Mathieu; haberlo hecho de cualquier otro modo no habría tenido sentido después de haber mostrado las penurias muy concretas de la clase trabajadora en mis anteriores trabajos.
¿Cuál es la razón por la que elegiste a un actor de cine como protagonista, y por qué te decantaste por Canet para interpretarlo?
A veces me hago las mismas preguntas. Posiblemente porque quería abordar algo "indecente", por así decirlo. Lo importante no es la profesión de actor en sí, sino el hecho de que quería que su trabajo tuviera algo de heroico y de irónico a la vez: heroico porque encarna la experiencia y las emociones humanas a través de sus representaciones, e irónico porque si un actor no hace una película o no se presenta sobre el escenario, ¿a quién le importa? De nuevo, la burla tiene cabida en la obra, ya que el protagonista es un tipo bastante gracioso. No conocía personalmente a Guillaume Canet, pero lo elegí porque siempre me ha fascinado la capacidad que tiene para no mostrar quién es en realidad cuando actúa. Además, posee una cierta dosis de tristeza, en parte por su propia infancia, algo que ha mencionado en entrevistas. Me pareció que se ajustaba con lo que tenía en mente para el largometraje, y esta máscara que parece llevar me conmovió. Por supuesto, hay partes de mí mismo en el personaje de Guillaume, así como en el de Alba.
De hecho, interpretas a un personaje en la película, concretamente al director de teatro de la obra que Mathieu abandona; se te ve en fotos y se te oye en el buzón de voz. Se trata de una interpretación encasillada de lo más convincente. ¿Por qué quisiste ser tú quien interpretara este papel?
Porque era más barato que contratar a otro actor... No, en serio, durante el montaje utilicé mi propia voz, y no sonaba demasiado mal, así que decidí materializar la idea. Además, resulta muy divertido interpretar a un director —en una película que tú mismo has dirigido— y decirle a tu actor principal que es una mierda.
¿Crees que algún día retomarás la cuarta parte de tu viaje en torno al lugar de trabajo?
Tengo que reescribirla, ya que la idea de esta nueva historia no es una sola, sino que se subdivide en otras tres historias. Pero bueno, como acabé Hors-saison hace apenas ocho días, lo que voy a hacer ahora es tomarme unos días de vacaciones.
(Traducción del inglés)
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