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SAN SEBASTIÁN 2023 New Directors

Javier Macipe • Director de La estrella azul

“Aquí la música es como la Fuerza en La guerra de las galaxias

por 

- El director debuta en el largo con una coproducción hispano-argentina que recupera la figura de un músico olvidado al tiempo que reivindica el renacimiento creativo

Javier Macipe  • Director de La estrella azul

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no es un musical ni un documental, aunque lo parezca. Lo deja claro desde el comienzo su director, el director debutante aragonés Javier Macipe tras haber recibido aplausos y nominaciones al Goya por sus previos cortometrajes Os Meninos do Rio y Gastos incluidos. Con su ópera prima, que transcurre en los años noventa entre España y Argentina, y la protagoniza el desaparecido músico real Mauricio (encarnado aquí por Pepe Lorente) acude por primera vez al Festival de San Sebastián, en cuya sección New Directors compite.

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Cineuropa: El gran conflicto de tu película es la crisis personal de su personaje central, que sale de viaje buscándose a sí mismo para recuperar la creatividad y la ilusión.
Javier Macipe:
Sí, Mauricio iba buscando por qué le gustaba la música, porque hubo un momento en que perdió el norte. La estrella azul intenta ser fiel a su espíritu real. Yo repetí su mismo viaje a Argentina. También soy músico y allí me enseñaron a tocar la guitarra, enamorándome del folklore local. Intenté vivir ese viaje lo máximo posible para transmitirlo a través del guion.

¿Se ha mezclado entonces la vida del personaje real que recuperas con tus propias vivencias?
Sí, en cierta medida en la cinta hay detalles más míos que suyos. Me parecía interesante hablar de la trascendencia que tiene esta historia, es decir, por qué este hombre que murió en un relativo anonimato merece una película. Porque lo que hizo tenía mucho valor y trascendió tanto que se quiera contar su historia.

El film está dedicado a las estrellas anónimas…
Todo parte de un encargo de la madre de Mauricio. Yo tenía 18 años cuando la conocí y ella, que había recibido una propuesta de Carlos Saura para hacer una película sobre su hijo, pero no habían llegado a un acuerdo, me lo propuso a mí. En aquel momento yo no me veía preparado, pero fue la semilla de lo que floreció años más tarde. A ella le duele mucho que el hermano mayor de Mauricio no haya tenido un homenaje pues fue él quien le enseñó a tocar, pero mi película habla también de Pedro, de esas personas que tenían talento para llegar a otro sitio y no han querido o podido.

Además, has empleado actores no profesionales en tu largometraje.
Yo ya trabajé previamente con intérpretes naturales en mis cortos, por eso sé que es muy importante el casting: le dedicamos mucho tiempo en Argentina. También es fundamental crear relaciones reales. Pepe Lorente estuvo conviviendo con Cuti Carabajal durante meses en su misma casa, para que finalmente no tuvieran que fingir y cuando se juntan a tocar la guitarra ves que son amigos de verdad. Y hay que comprobar si funcionan los ensayos o, por el contrario, funciona mejor la frescura natural de la improvisación.

La estrella azul transcurre en buena parte en Argentina, donde hay músicas que en Europa no conocemos. Nos pasamos la vida escuchando los mismos sonidos y se agradece que una película nos abra los oídos a esas canciones.
Ha sido una de mis motivaciones. He necesitado muchas para mantener este film, que empezó a rodarse en 2020 y tuvimos que pararlo por la pandemia. Yo comparto el sueño de Mauricio: difundir lo que él conoció allí. Además del estilo, que es precioso, se trata también de una manera de vivir esa música en ese centro de Argentina, que es impresionante. La localidad de Santiago del Estero es el sitio con más músicos por habitante del mundo. En cada celebración o reunión familiar siempre hay guitarras, que se escuchan con muchísimo respeto. Es el templo más sagrado, no he encontrado otro lugar donde la música sea tanto como una religión.

Sí, hay mucha fe en la música en tu largometraje.
Cuando escribía el guion apunté: “La música en esta película es como la Fuerza en La guerra de las galaxias.“ Es un camino de luz; muchas veces, cuando alguien está jodido compone una canción o escucha una cuando está triste. También es la música una excusa para celebrar, el cortejo se produce muchas veces alrededor de la música, bailando, y además en Santiago del Estero se conserva de una manera ancestral y sagrada.

Has dicho lo que no es tu primer film, pero entonces ¿qué es?
Una búsqueda de la vocación y de lo auténtico, un reconectar con aquel niño que fuimos al que le apasionaba la música; un volver al origen.

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