29/09/2023 - La directora vasca presenta su segunda película, un viaje al límite alrededor de la maternidad y la solidaridad entre mujeres

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ficha de la película], su segunda película y la primera con la que está presente en la Competición del Festival de San Sebastián.

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ficha de la película] en el Festival de Sevilla ya me hablaste de O corno. ¿Cómo fue levantar este proyecto con respecto al anterior?
Jaione Camborda: Arima me permitió levantar más cómodamente este proyecto. Tardamos alrededor de cuatro años, con Arima el proceso fue eterno. Aprendí que quería generar más familia alrededor de la producción, ir más acompañada. Y así lo hice. Me alié con Andrea Vázquez y con María Zamora. Son personas que han ayudado a darle dimensión económica al proyecto y digamos que fue algo más sencillo, que no fácil, porque financiar el cine de autor siempre es difícil.

Esta es una historia de maternidad y sororidad dirigida, producida y protagonizada casi exclusivamente por mujeres. ¿Crees que la red de sororidad que hay en la película existe también en la industria del cine?
Creo que ahora mismo hay un momento de celebración porque está naciendo una generación fuerte de cineastas mujeres que está consiguiendo mucho eco internacional y en ese sentido estamos todas celebrando. Llega tarde, pero por fin estamos pudiendo hacer cine. Antes nos estaba vetado, no se nos daba la posibilidad de hacerlo. En ese sentido estamos muy felices de que se empiecen a ver frutos de toda esa lucha que hay detrás. Y creo que la sororidad existe actualmente en todos los ámbitos, incluido el cine.

Eres la única directora española presente en Toronto este año, estás en competición en San Sebastián. Es un salto cualitativo con respecto a tu debut. ¿Cómo lo valoras?
Me siento muy afortunada. Creo que además esta situación va a permitir que podamos llegar con más fuerza al público, que para una peli de autor es súper necesario. Creo que el estar en el Festival de San Sebastián va a impulsar el recorrido en las salas de cine también porque estrenamos en España ya, el 11 de octubre. Y además es mi tierra natal. Yo soy donostiarra y es muy especial para mí unir esos mundos: Galicia y País Vasco, que son dos territorios tan importantes en mi vida.

La película abre con una escena de parto impresionante, muy vívida. ¿Cómo se construye esa escena?
Por un lado parte desde el casting. Encontré a Julia Gómez, que es una mujer que fue madre poco antes del rodaje, con lo cual tenía muy integrada las sensaciones de lo que es el parto, tenía todavía el recuerdo en el cuerpo y eso fue importante. Lo planteamos como algo muy animal, muy mamífero. El rodaje lo dividíamos en dilataciones, porque en cada momento de la dilatación hay una sensación corporal diferente. Íbamos siendo muy fieles al proceso en sí de la mujer y lo separábamos de esa manera. Me interesaban mucho esos momentos de tiempo suspendido entre las contracciones. Creo que se ha visto mucho en el cine el expulsivo, pero no tanto ese proceso de parto que hay tan dilatado en el tiempo previo. Me parecía muy importante ver a esa mujer conectada con su cuerpo y trascendiéndolo a su vez. Siempre hemos visto a la mujer muy desconectada de su cuerpo, gritona, histérica casi. Y me parecía que en realidad es un proceso muy contrario, quería centrarme en lo corporal y no tanto en lo psicológico.

Todo el reparto hace un gran trabajo, pero destaca la protagonista Janet Novás. ¿Cómo trabajaste con ella una interpretación tan exigente física y emocionalmente?
Janet estuvo muy comprometida con el proyecto. Es una creadora y por lo tanto tiene una capacidad de entender las situaciones emocionales muy fuerte. Me interesaba mucho por ese aspecto de bailarina contemporánea. Tiene un cuerpo fuerte, un habitar en el mundo a través del cuerpo. Eso es lo que buscaba para mi personaje. Además, ella viene de una zona rural, Cans en O Porriño. Su familia está ligada al trabajo de la tierra y su inspiración para el personaje venía directamente de la realidad.

La película muestra una gran atención a los detalles. Me parecen destacables en ese sentido la dirección artística y el vestuario. ¿Cómo fue trabajar con esos departamentos?
El arte lo hizo Melania Freire y Uxía Vaello hizo el vestuario. Fue genial trabajar con ellas porque ambas poseen una creatividad maravillosa. Y captaron ese lugar sutil al que quería llegar, lo trabajamos mucho entre las tres. Hubo mucho rigor en investigar esa época y a la vez buscar aspectos que conectaran con lo actual, que dejaran al espectador tener una experiencia que a veces hiciera olvidar esa época y la entendiera como actual. Buscamos ese diálogo entre la historia y el momento presente.