Kilian Riedhof • Director de Stella. Víctima y culpable
"Era necesario sacar al público de su zona de confort"
por Fabien Lemercier
- El cineasta habla de su nueva cinta, inspirada en la historia real de una judía berlinesa, dispuesta a todo para sobrevivir, incluso a traicionar a los suyos, durante la II Guerra Mundial

Kilian Riedhof, conocido por títulos como Vous n’aurez pas ma haine [+lee también:
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ficha de la película] (proyectada en 2022 en la Piazza Grande de Locarno), entre otros, está de vuelta con Stella. Víctima y culpable [+lee también:
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ficha de la película] (con Paula Beer en el papel principal), que se ha presentado en la competición oficial del 24.º Arras Film Festival, donde Cineuropa ha aprovechado la ocasión para sentarse a hablar con el director alemán.
Cineuropa: ¿Qué te llevó a descubrir la verdadera historia de Stella Goldschlag?
Kilian Riedhof: Hace unos veinte años, vi una foto suya en un periódico. El título del artículo era "El fantasma rubio", y contenía una imagen de una mujer joven que parecía muy viva, muy contemporánea en cierto modo. Leí el artículo y descubrí que había traicionado a cientos de personas —algunas de ellas amigas suyas— para sobrevivir. Pero, por otra parte, también había sido perseguida y torturada. Por tanto, se trataba de una historia con una ambivalencia intrínseca. Acto seguido, me pregunté qué habría hecho yo en su lugar, hasta dónde habría llegado para sobrevivir, y me di cuenta de que es una pregunta muy inquietante.
En lo que se refiere a la fase de escritura del guion, ¿fue difícil encontrar el equilibrio adecuado entre un mínimo de empatía por Stella y el hecho de que hace cosas horribles?
Fue un verdadero reto, sin duda. Al principio, a mis coguionistas y a mí se nos ocurrió la idea de que la protagonista fuera una amiga de Stella, pero más tarde cambiamos de parecer y decidimos centrar todas nuestras fuerzas en ella. Pero no fue fácil, la línea que separaba las dos formas de ver a Stella era muy fina, por lo que nos vimos obligados a encontrar un equilibrio entre la luz y la oscuridad. Cada vez que dábamos con razones que justificaban su comportamiento (las persecuciones, amenazas de deportación y torturas que sufrió), surgían otros tantos motivos para considerarla culpable. No queríamos dar al público un veredicto obvio, ya que lo que realmente nos interesaba era que cada espectador se formara su propia opinión. Y también era importante mostrar que la decisión que toma de traicionar a su gente no surge de la nada, ya que nadie se vuelve malvado de la noche a la mañana; se trata más bien de un proceso gradual en el que su entorno desempeña un papel muy importante, incluso antes de su detención. Todo ello está determinado por su deseo de sobrevivir, pero también por su deseo de un tipo de existencia que los nazis le habían prohibido. Se veía a sí misma como una ciudadana de segunda clase porque los nazis estaban poco a poco expulsando a los judíos de la vida pública. Pero solo tenía 20 años y lo único que quería era vivir una vida intensa.
¿Crees que el carácter tan delicado del tema de la película dificultó el proceso de financiación?
Sabíamos que no iba a ser fácil, y no tanto por la historia en sí, sino por el hecho de proyectar una película así en el actual contexto político alemán. Por eso era muy importante entrar en contacto con la comunidad judía de Alemania desde la fase de escritura, cosa que llevamos a cabo con mi productor Michael Lehmann. Los asesores de la comunidad nos dieron su opinión, entre ellos rabinos como el profesor Andreas Nachama (Fundación Topografía del Terror de Berlín). Respetamos todas las cuestiones que el proyecto pudiera suscitar, pero las utilizamos para afinar nuestro pensamiento con el fin de contar esta historia de la forma más responsable posible.
¿Cuáles eran tus principales intenciones en términos visuales?
Filmar esta historia con una distancia histórica y un cierto clasicismo no habría encajado con la situación de Stella, que fue catapultada sin previo aviso a esta situación y solo tuvo seis semanas para decidir si llevaba a cabo la traición o no. Para ponerse en su lugar, había que sacar al público de su zona de confort, por lo que el montaje y la fotografía están diseñados para que el espectador no tenga realmente tiempo de asimilar la totalidad de la situación. En cuanto al vestuario, la iluminación y los decorados, nos guiamos en todo momento por el deseo de Stella de formar parte de este supuesto mundo ario, por lo que resultan atractivos y luminosos, de manera que las cafeterías resultan casi seductoras y no dan la sensación de amenaza inminente. Todo está pensado para que el espectador no juzgue ni pueda obtener respuestas fáciles.
Vas a presentar el proyecto Salvation en los Arras Days (leer el artículo), ¿no?
Primero, a finales de 2024, rodaré Tresor, la historia de una noche en una discoteca en la que algunos jóvenes deciden refugiarse debido a los rumores de un inminente ataque nuclear ruso a Berlín. Aquí, en Arras, voy a presentar Salvation, que nos sumerge en un mundo al borde del colapso en 2048 por culpa de la crisis climática. La protagonista de la historia es una chica de 17 años dispuesta a salvar el mundo, una joven que afirma ser hija de la divina Madre Tierra, y es que realmente lo es...
(Traducción del francés)
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