Lucía Malandro, Daniel Saucedo • Directores de La isla sumergida
“Es una historia humana que está obviamente atravesada por la política”
por Matthew Boas
- Los ganadores de la sección vasca de Zinebi Networking nos detallan su proyecto, que se centra en los archivos judiciales cubanos y la persona que tiene el único acceso a ellos

Cada año, Zinebi Networking entrega dos premios de 10.000 €, uno al mejor proyecto nacional y otro a su equivalente vasco. Los ganadores de este último son la uruguaya Lucía Malandro y el cubano Daniel Saucedo con su La isla sumergida, que indaga en los archivos criminales de Cuba a través de un personaje intrigante.
Cineuropa: Felicidades por el premio. ¿Nos podríais contar un poco sobre el tema de vuestro proyecto?
Lucía Malandro: La isla sumergida es una película que documenta una particular relación que existe entre un extraño fondo fotográfico, que es el de los archivos criminales de Cuba, y la persona quien custodia este archivo y que es la persona que tiene el único acceso a estas fotografías y estos expedientes criminales. Todo sucede el día en que estos expedientes y estas fotografías se depuran y se destruyen para siempre. Nuestro personaje es quien tiene que decidir qué es lo que tiene valor histórico, qué es lo que va a perdurar para la historia y qué es lo que se va a perder para siempre.
¿De dónde sale la idea para el proyecto?
Daniel Saucedo: Esto empezó siendo un proyecto de archivo que pretendía, en principio, crear el primer fondo fotográfico de los archivos judiciales cubanos, que contienen una vasta cantidad de imágenes que están seriamente amenazadas no sólo por mecanismos burocráticos, sino también por la dificultad enorme de acceder a estos archivos. Son imágenes que son superimportantes en la trayectoria de Cuba porque realmente narran una historia alternativa del enfrentamiento hacia la revolución cubana. Así fue cómo entramos y conocimos a este personaje, Johnny, que resultó ser muy interesante, sobre todo porque para él, es un trabajo que toma con todo el amor y el rigor del mundo.
¿Cuáles serán los retos principales que enfrentará este proyecto para salir a la luz?
L.M.: Empezamos en 2020, y siendo un proyecto puramente archivístico en el cual hemos rescatado cerca de 30.000 fotos, lo primero, y todavía estamos en ello, es encontrar la estructura que necesita este film. La cuestión es decidir qué son las fotos de las que queremos hablar; es un fondo enorme, entonces esto ha sido el gran reto. Estas fotografías van desde lo más borde de lo criminal a lo más sutil, digamos, y el desafío es cómo encontrar el equilibrio perfecto.
D.S.: El otro gran reto es tratar de contar la historia como una que es netamente política. Detrás, hay la historia humana de este personaje enfrentado a su propio pasado y sus propias contradicciones, en contacto, obviamente, con una historia que es sumamente política. Creo que es una historia bien equilibrada; es una historia humana, de un ser humano, que está obviamente atravesada por la política. Este es uno de los grandes retos que tiene la narrativa de la película, y su salida a la luz también en los determinados contextos donde la política cubana, la extrema izquierda y estas cosas relacionadas con la revolución cubana son llamativas.
Sois los dos directores latinoamericanos, pero es una producción vasca, ¿verdad?
L.M.: Estamos haciendo un máster en la Elías Querejeta Zine Eskola – EQZE y estamos desarrollando este proyecto allí. También es una escuela que está muy vinculada con el archivo.
¿Cómo vais a dividir las tareas de dirección?
L.M.: El equipo también se va a conformar de otras personas, editores y tal, pero hace tiempo que veníamos como yo, por ejemplo, haciendo todo el montaje y Danny editando el sonido, porque esta película tiene una construcción muy importante, y la voz en off es este personaje que va guiando y va hablando para sí mismo pero a la vez ayudando al espectador a leer las imágenes. Entonces, yo más o menos trabajo con la imagen y Danny trabaja con el sonido además de escribir el guion. Después, invertimos los roles: le paso mi trabajo y Danny me pasa el suyo, y entonces editamos lo que el otro hizo.
D.S.: Es un proceso de creación colectiva, totalmente. Hay veces que no sólo estamos nosotros involucrados, sino también las personas que nos ayudan; incluso el protagonista de la película nos va a ayudar, y todo gratuitamente hasta el día de hoy.
¿Qué significa este premio para vosotros?
L.M.: Ayuda muchísimo. Ha sido una película que hemos hecho bastante solos, y es como una palmada, algo que nos asegura que vamos bien. El cine, el arte en sí, es un proceso muy solitario.
D.S.: Y sobre todo, cuando haces un proceso de producción como el de esta película, que no es convencional para nada, que es un proceso en el que recopilamos material a lo largo del tiempo con la ayuda de amigos y así, es muy lindo que en un festival como éste, un premio de industria reconozca a un proceso de producción que no es menos industrial porque no puede, ¿no? Es muy interesante y guay que un festival tenga una visión tan abierta.
¿Te ha gustado este artículo? Suscríbete a nuestra newsletter y recibe más artículos como este directamente en tu email.