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BERLINALE 2024 Competición

Bruno Dumont • Director de L’Empire

"A la gente no se le consigue educar con órdenes, hay que hacer que despierte"

por 

- BERLINALE 2024: El director francés juega con la ciencia ficción en su propio y único estilo, explorando la inevitable porosidad del Bien y del Mal

Bruno Dumont • Director de L’Empire
(© Dario Caruso/Cineuropa)

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, su duodécimo largometraje, que ha sido presentado en la 74.ª edición de la Berlinale. Durante la entrevista, el director no solo habla de su tan característica forma de abordar el cine de ciencia ficción, sino que también explora la ineludible porosidad del bien y del mal y nos ofrece una clave inédita de su cine.

Cineuropa: ¿De dónde surgió este proyecto? O en otras palabras, ¿cuál fue la chispa que dio origen a esta nueva película?
Bruno Dumont: La chispa... Me encantan los retos, y quería introducir el mundo de la ciencia ficción en mi universo. Tenía la intención de explorar los orígenes de un tipo de cine a caballo entre lo europeo y lo naturalista, como el mío, en el que la línea que separa el bien del mal no queda del todo clara. Se trata de un tipo de cine que la gente considera complejo, pero que plantea las mismas cuestiones morales sobre el bien y el mal que el cine de ciencia ficción. La única diferencia radica en que el cine de ciencia ficción separa las nociones del bien y del mal, mientras que el cine naturalista las mezcla. Es un poco como si mitificáramos el presente. Como espectador, me gusta mucho la ciencia ficción por su capacidad para explicarnos quiénes somos de un modo que, a pesar de ser muy lúdico, también resulta de lo más educativo. Sin embargo, a menudo, este tipo de películas acaban quedando reducidas al mero entretenimiento y volviéndose estúpidas. Mi objetivo era, por tanto, combinar la seriedad del cine europeo con el cine de entretenimiento.

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En tu película, es el amor y el deseo y, por tanto, la naturaleza humana lo que une al bien y al mal.
Es una forma literal de mostrar cómo nos vemos impulsados por fuerzas opuestas. Existe una forma ideal de ver las cosas, una idea basada en que, por un lado, hay personas intrínseca y fundamentalmente buenas y, por otro, hay gente fundamentalmente mala. Star Wars nos muestra precisamente eso, que hay buenos y malos. No es que estas representaciones sean falsas, sino que están dirigidas a niños que necesitan aprender qué son el bien y el mal por separado antes de darse cuenta de que a menudo se mezclan. El objetivo del arte es purgarnos del mal a base de presentárnoslo. No obstante, hoy en día vivimos en un mundo en el que se nos dice que "el arte debe mostrarnos la verdad, no más violencia, no más sexo, no más incesto", por lo que el arte ya no tiene una función catártica, sino que ha pasado a tener la obligación de dar ejemplo. No creo que se deba educar a las personas a base de decirles qué tienen que hacer y cómo han de comportarse; creo que la gente tiene que abrir los ojos.

Tus películas representan el tormento interior, pero están rodadas principalmente en el exterior.
Eso es porque creo que todo ocurre dentro de nosotros, que el cine es una representación de lo que pasa por nuestra cabeza, pero el trabajo de un cineasta no es otro que el de exteriorizarlo todo, sacarlo todo afuera. El cine no es solo una proyección, ya que lo que ves en la pantalla es lo que realmente ocurre en tu corazón. Todas esas luchas interiores que experimentamos a lo largo de nuestra vida están representadas en esta película. Los paisajes que se muestran son paisajes interiores, no del norte de Francia. La nave espacial yace en nuestros corazones. Eso es y ha sido siempre el cine, desde el principio de los tiempos. No es más que el reflejo de nuestro mundo interior. Incluso cuando se trata de una película ambientada en el espacio. El infinito está dentro de nosotros, es nuestra búsqueda de lo absoluto. Y estoy convencido de que todo puede representarse en una pantalla.

¿Es cierto que no completas el guion hasta que no encuentras a los actores?
Sí que lo escribimos, pero luego modificamos muchos elementos tras el proceso de casting, una vez que ya los hemos conocido debidamente. Si creyera en los personajes, solo contrataría a actores profesionales, les daría un guion y les pediría que lo interpretaran. Pero no creo en los personajes. Es un modus operandi un poco a lo Marcel Duchamp, hacia lo prefabricado, con personajes que ya existen fuera del mundo del cine. Necesito lo contrario de lo que soy. No necesito un cerebrito. Para eso me tengo a mí mismo, y sobra conmigo, porque no me gustan las películas de frikis. Creo que es un error tenerlo todo medido y planeado de antemano. Hay que ir un poco en contra del director, eso es lo que me gusta. Me encanta la reticencia. Pero nada de lo que te digo está en la película. Es un poco como con la arquitectura: hay mucho que pensar, planos increíblemente complejos, pero la expresión y la entrega del producto son sencillas, aunque tengas unas teorías que echan humo detrás.

Si no crees en los personajes de tu obra, ¿en qué crees?
En la realidad cambiante de la vida.

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(Traducción del francés)

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