18/02/2024 - BERLINALE 2024: Una joven fugitiva descubre la dura verdad y deja todo atrás en la película basada en la novela de Fatma Aydemir

Basada en la novela de Fatma Aydemir, Elbow [+lee también:
crítica
entrevista: Aslı Özarslan
ficha de la película] nos presenta a Hazal (Melia Kara), una joven que no consigue trabajo ni un respiro: todo el mundo le dice que no debe tener grandes sueños. El día de su 18 cumpleaños, un portero se niega a dejarla entrar en una discoteca junto a sus amigas. Este rechazo resulta ser la gota que colma el vaso. Poco después, Hazal se ve obligada a huir de Berlín hacia Estambul. La película de Aslı Özarslan se ha proyectado en la sección Generation 14plus de la Berlinale.

Cineuropa: En la película, no tienes reparos en ser un poco dura. Al fin y al cabo, es la realidad de esta chica. ¿Esto estaba presente en la historia original?
Aslı Özarslan: Lo más importante era mostrarla sin complejos, aunque resulte incómodo. A veces te pone de los nervios. Quería que fuera ella misma, ya que en Berlín no se le permite serlo. Cuando huye a Estambul, todo cambia.

La novela tiene muchas capas, pero yo quería centrarme en algunas preguntas: “¿Quién es ella? ¿Quién podría ser?”. Tiene potencial, lo que me hizo empatizar con ella. En nuestra sociedad hay muchos jóvenes con “potencial”, y el hecho de que se den cuenta o no depende muchas veces de su situación económica. Es algo que me entristece. También hay ira en su interior, y todos los demás tenían que sentirla.

La cuestión sobre la identidad es crucial porque ella no pertenece a ningún sitio. Es una extraña en Alemania y en Turquía, intentando averiguar qué lugar puede ofrecerle más.
Es duro observar la brecha entre ricos y pobres, porque cada vez es mayor. Del mismo modo, seguimos experimentando el racismo, y la derecha se está haciendo cada vez más fuerte en nuestro país. Los jóvenes de hoy tienen muchos problemas a los que enfrentarse. Ella sabe que algo va mal, pero todavía no sabe qué es. Intenta encontrar su camino y atravesar esta jungla. Lo que realmente me gustó de la novela fue el cambio repentino: una chica aparentemente indefensa recupera su poder.

Eso es cierto, pero tiene que ver con algo que es inequívocamente malo, lo que aporta a la película un toque más oscuro.
Ese es precisamente el sentimiento que buscaba, y quería tener esa discusión. Hazal no es la “inmigrante perfecta” que a la sociedad le gustaría ver, pero tampoco es la víctima perfecta. Ella nunca quiso que las cosas acabaran así; no lo hizo a propósito. Sabe que seguir adelante no será fácil, pero tiene que encontrar su propio camino.

Está claro que todas estas emociones van a explotar en algún momento. Todavía estamos más acostumbrados a ver este tipo de arrebatos en hombres. Cuando decidiste mostrar la violencia en chicas jóvenes, ¿cómo quisiste enfocarlo?
Esta tragedia le da una excusa para traspasar todos los límites que le habían impuesto. Sin este accidente, nunca habría ido a Turquía. La violencia está relacionada sobre todo con los hombres, pero esta chica no quiere ser una víctima. Llega un momento en que piensa: “No. Ya basta. ¿Por qué crees que puedes meterte con nosotras?”.

No es de extrañar, ya que su vida está llena de decepciones: emocionales, sexuales… Es joven y debería estar despreocupada, pero no tiene esa sensación.
Se siente sola. Tiene amigas y las adora, pero sabe que cada una seguirá su propio camino. Es duro cuando no eres capaz de ver un futuro para ti y no sientes ningún apoyo por parte de tu familia, tus amigos o la sociedad. Eso la entristece. Si tus padres provienen de una realidad diferente, y ese es el único sistema que conocen, les resultará difícil imaginar que su hija tenga éxito de otra forma. Hazal ya sabe que no siempre se trata de ser la mejor o de trabajar duro: a veces, simplemente no puedes pasar por encima de los que tienen el poder. Dicho esto, también quería que la película fuera esperanzadora, porque hay una generación joven que busca respuestas y reclama su poder, y tengo esperanza por ellos.

Hazal está aprendiendo, lentamente, pero lo está haciendo. Lo entendemos cuando dice: “Solo quería que pidiera perdón”.
No es que no se arrepienta. Quizá si su tía le hablara de otra manera… Ahora, su tía es la sociedad, juzgándola constantemente. Hay algo decepcionante en esa interacción. Esta no es la típica película iniciática. Hazal aprende muchas cosas, pero también a aceptarse a sí misma y a su ira.

(Traducción del inglés)