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MÁLAGA 2024

Jaime Puertas Castillo • Director de Historia de pastores

“Las reuniones de vecinas son totalmente antisistema”

por 

- El joven cineasta granadino habla sobre su inclasificable y sorprendente ópera prima que se adentra en su pueblo natal

Jaime Puertas Castillo • Director de Historia de pastores
(© Ana Belén Fernández/Festival de Málaga)

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no es una película fácil de catalogar, ni por género ni por estilo, pero sí es todo un manifiesto de las ideas que bullen en la cabeza de Jaime Puertas Castillo, cineasta de 27 años que debuta con esta cinta que se ha estrenado en la sección Bright Future del último IFFR y compite ahora en la sección Zonazine del 27.º Festival de Málaga. Allí charlamos con él.

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Cineuropa: ¿Lo tuyo con el cine fue una pulsión vital?
Jaime Puertas Castillo:
Fue una necesidad de encontrar un lugar también. En mi pueblo iba a desayunar con las amigas de mi abuela y yo escuchaba admirado las historias que me contaban, algunas relacionadas con los cortijos del campo. Así que decidí coger una cámara y, orgánicamente, hicimos algo juntas. Ha sido una celebración, una reunión para hacer la película entre amigas.

Así la película pierde solemnidad y rezuma humor.
Pero rodamos muy en serio. La amistad es una herramienta para desviar las relaciones clientelares, con las que hay que estar alerta.

¿Eso te ha llevado a rodar un film con total libertad?
Eso ha sido una bendición. Nos reunimos con las amigas de la escuela de cine y la productora ejecutiva María Riera Peris, para hacerla desde ese deseo y celebración, pudiendo autofinanciarla. Es bonito porque este proyecto cinematográfico nace a la vez que Películas María, que es nuestro sello. Por lo tanto, una ilusión a doble banda.

¿Tu película no se casa con ningún género?
Siempre nos preguntábamos desde dónde la hacíamos, pues trabajábamos desde el fantástico que tiene que ver con el día a día de la gente de mi pueblo. Creo que los géneros están al servicio de un retrato colectivo de esa comunidad. Yo me he criado entre pueblo y ciudad, Granada y Barcelona, pero mi cámara siempre ha estado en mi pueblo, no en la ciudad. Se trata de pasar horas con gente a la que admiro y de quien siempre aprendo, de tiempo compartido. En mi pueblo puedo encontrar una visión con la que me siento más identificando. Y la posibilidad del aburrimiento es fundamental para la especulación y la fabulación. El trabajo con el fantástico no viene de la cinefilia, sino del aburrimiento y los momentos de espera, de ahí surge la aventura y la fantasía.

Pero habrás visto mucho cine…
Sí, he estado bien acompañado por cineastas que admiro mucho. Es un diálogo: el cine nos da herramientas para pasear por un territorio. Yo recuerdo con especial devoción las películas del estudio japonés de animación Ghibli, pues me ha marcado muchísimo, así como la literatura. Y también Steven Spielberg, Alice Rohrwarcher y Abbas Kiarostami.

¿Todos los actores de Historia de pastores son naturales?
Sí, y familiares, desde mi abuela hasta una amiga íntima de mi madre. Pasé mucho tiempo con ellas para que la cámara habitara cotidianamente nuestros espacios de encuentro. Ya no se extrañan si ven a alguien grabando pues la cámara ha pasado a ser un elemento de nuestra relación. El cine y la posibilidad de una película han estrechado muchísimo nuestro vínculo, es decir, es muy bonito ese poder que tiene un proyecto de acercarte a la gente y generar unos vínculos super especiales que sin eso no los hubiésemos tenido. La posibilidad de una película nos ha permitido compartir un tiempo, conocernos y estar ahí juntas.

Y de estar ahí juntas ha salido una criatura surgida de todas vosotras…
¡Absolutamente! Eso también es importante. La película es posible gracias a todas juntas trabajando y reuniéndonos. A veces se tiende a individualizar, y eso me violenta porque no es un espejo de cómo lo hemos hecho. Todas hemos participado juntas, tanto la gente del pueblo como del equipo técnico.

El humor del film es muy de pueblo, ¿no?
Sí, completamente. Es una de las cosas que más nos une, a medio camino entre el chiste y el escalofrío. Es una visión muy fina de percibir el mundo, que nace de la resistencia y del underground, y eso me inspira.

Como esas leyendas que escuchas en los pueblos en las noches de verano a la fresca de sus calles…
¡Qué importantes son los espacios de reunión y encuentro! Ya sea una calle o un patio, una sala de cine o una plaza: cada vez se acotan más y eso me da miedo, porque son realmente los lugares de contraste, diálogo y contradicción, tan importantes, lejos del discurso institucionalizado, que busca un relato cerrado con todas las voces al unísono. En ese sentido, las reuniones de vecinas son totalmente antisistema.

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