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CANNES 2024 Semana de la Crítica

Saïd Hamich Benlarbi • Director de La Mer au loin

"He vivido la experiencia del exilio"

por 

- CANNES 2024: En su nueva película, el director francomarroquí rinde homenaje a los soñadores y a los que nunca se sienten en su hogar

Saïd Hamich Benlarbi • Director de La Mer au loin
(© Gabriel Renault)

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tráiler
entrevista: Saïd Hamich Benlarbi
ficha de la película
]
, de Saïd Hamich Benlarbi, presentada como proyección especial en la Semana de la Crítica de Cannes. La cinta gira en torno a Nour (Ayoub Gretaa), que emigra ilegalmente a Marsella. Todo cambia cuando conoce a un policía y a su mujer (Grégoire Colin y Anna Mouglalis), que viven libremente y le animan a hacer lo mismo. Sin embargo, la siguiente década no será fácil.

Cineuropa: Hay algo muy noir en tu película: un policía, un hombre que huye de algo y una mujer con la que ambos se involucran.
Saïd Hamich Benlarbi:
Es cierto, empieza casi como un noir, pero luego se centra en las relaciones de amistad y amor entre los protagonistas. La principal referencia era el melodrama, en particular las películas de Douglas Sirk, títulos como Todos nos llamamos Alí, de Fassbinder, y películas italianas como Una mujer y 3 hombres, de Ettore Scola. La idea era comenzar con un grupo de amigos y seguir sus trayectorias en el exilio, pero anclarlos en algo íntimo y vivirlo todo junto a ellos, a través de las emociones. En este sentido, el melodrama me permitió construir una poderosa narrativa de ficción para los personajes.

El triángulo que se forma entre ellos resulta intrigante. Es abierto y poco convencional. ¿Cómo concebiste los afectos mutuos?
Una de las ideas clave que me guiaron fue cuestionar nuestra identidad y nuestro sentido de pertenencia. Quería mostrar que, cuando uno está exiliado, su hogar está formado por otras personas: nuestra identidad es la gente a la que queremos y con la que vivimos. En este sentido, el protagonista se reinventa en su relación con Noémie a través de su encuentro con Serge. Estos dos personajes le abren los ojos y un amplio abanico de posibilidades. Al final, él acepta formar parte de una familia, fuera de la norma.

¿Por qué te interesaba seguir al protagonista durante una década?
Para mí, el exilio es una cuestión de duración, y para contar la historia, necesitaba esta extensión novelística. Quería ver cómo le marcaba el tiempo en esta experiencia. Hay una frase que resume la película y su enfoque del tiempo: “Los días son interminables y los años pasan volando”.

En un momento dado, Nour ya no pertenece a ningún sitio. Ni a su antiguo país ni mucho menos al nuevo. Hay algo trágico en esta constatación, pero muchos la experimentan.
Para mí es un tema importante porque he vivido la experiencia del exilio, desde que abandoné Marruecos con mis amigos y mi madre a los 11 años. Ahora es algo fundamental: forma parte de mi identidad e incluso de mi carácter. Para mí, el exilio cristaliza cuando llegas al final de tus fantasías sobre la partida y el regreso. Nunca llegas a sentirte en casa, y cuando vuelves, tampoco estás en tu hogar y sientes una especie de traición. La única alternativa es construir una nueva vida.

¿Por qué la música y la danza ocupan un lugar tan importante en la historia? Realmente dejas mucho espacio para estos elementos.
La música raï [una forma de música folclórica argelina que se remonta a los años veinte] fue uno de los principales motores de este proyecto. Este género tuvo su apogeo en Marsella a finales de los 80 y principios de los 90, por lo que para mí era importante anclar esta música (y la ciudad de Marsella) en el presente y la vida cotidiana de mis personajes. El raï se exilió en Francia, e incluso se “reinventó” a través del exilio. Muchas de las canciones tratan estos temas de forma muy directa. Existe un poderoso equilibrio entre la melancolía, en el amor o la nostalgia, y un intenso deseo vital de celebración y danza. En general, cuando estás en el exilio, tu relación con la música de tus orígenes suele ser muy fuerte, arcaica y muy poderosa al mismo tiempo. Cuando escribía la película, el raï era a la vez un aliado y una brújula, que me permitía encontrar el justo equilibrio entre lo social y lo melodramático.

Al final, alguien dice: “Al menos lo hemos pasado bien”. ¿Era importante para ti subrayar esto y encontrar la alegría a pesar de todo lo que está pasando?
Una de las principales inspiraciones de la película fue La educación sentimental [de Gustave Flaubert]. Es una frase sacada directamente de la novela, cuando Frédéric ve a su viejo amigo Deslauriers y recuerdan juntos el pasado. Es una referencia muy importante en la película, ya que mi objetivo no era tratar estos viajes únicamente desde un punto de vista social y sociológico. Quería darles una dimensión íntima. Para mí, esto confiere una singularidad a los personajes, ya que sus preocupaciones son en realidad muy comunes. Los aleja de esos estereotipos de lo que significa ser un “emigrante” y los hace más humanos.

(Traducción del inglés)

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