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CANNES 2024 Proyecciones especiales

Noémie Merlant • Directora de Les Femmes au balcon

"Es como si la ciudad gritase y se derrumbase a la vez"

por 

- CANNES 2024: La actriz, guionista y directora francesa habla sobre su segundo largometraje, que se centra en tres amigas juntas en un día abrasador del verano marsellés

Noémie Merlant • Directora de Les Femmes au balcon
(© Fabrizio de Gennaro/Cineuropa)

Tras su primer largometraje como directora, Mi iubita, mon amour [+lee también:
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, la actriz, guionista y directora francesa Noémie Merlant ha decidido adentrarse en el mundo de la mezcla de géneros, y prueba de ello es su segunda película, Les femmes au balcon [+lee también:
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, que combina comedia, terror y drama en torno al reencuentro de tres amigas bajo el sol abrasador del sur de Francia. Tras el estreno a nivel mundial de la película en las proyecciones de medianoche de Cannes, hemos aprovechado para sentarnos a charlar con la directora sobre los balcones y la capacidad de una simple mirada para conmover.

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Cineuropa: Empecemos hablando de la elección de Marsella como escenario para la película. ¿Por qué esta ciudad?
Noémie Merlant: Vivo en Marsella desde hace tres años y me encanta la ciudad. ¡Me enamoré de ella al instante! Desde el primer momento, la percibí como una persona, como una mujer, para ser más exactos. Se trata de una ciudad viva, una ciudad con una atmósfera propia que da la impresión de gritar y desmoronarse al mismo tiempo, por lo que la película no podía estar ambientada en otro lugar que no fuera Marsella.

El balcón puede concebirse como un espacio donde convergen lo público y lo privado. ¿Tú también lo ves así?
Para empezar, hay que decir que el guion surgió de una experiencia real. No empecé a darme cuenta de hasta qué punto estábamos atrapadas en la dinámica patriarcal hasta que el movimiento #MeToo empezó a estar en pleno apogeo, y es que tenía la impresión de no estar habitando mi propio cuerpo. Así que solía solucionarlo yéndome a mi piso con mis amigas (éramos tres, a veces cuatro), y el balcón me parecía el único lugar seguro donde podíamos ser realmente nosotras mismas. Es, como tú dices, exterior, pero forma parte de la intimidad de tu piso, solo que desde el balcón puedes ver lo que hay fuera. No hay lugar para nosotras [las mujeres] en la calle, en el espacio público. Siempre hay alguna mirada fija, siempre hay opresión. Sin embargo, el balcón nos permite soñar y mirar al exterior desde un enclave seguro, y tal vez incluso cambiar las cosas.

Todo esto se hace evidente a través del estilo visual de la película, ya que primero empiezas con planos exteriores, después introduces los interiores y, finalmente, las protagonistas vuelven a ocupar las calles. ¿Es este el camino que querías que siguieran estas mujeres? ¿Pretendías que terminaran reclamando su lugar en el espacio público?
Sí, exactamente, pero quería que el primer plano fuera inicialmente desde el punto de vista del hombre, como en tantas otras películas en las que se nos muestra la perspectiva masculina de un hombre sobre una mujer. Fue por eso por lo que decidimos adoptar este punto de vista —que es, en cierto modo, el de la sociedad— antes de aterrizar en el piso, antes de cambiar la mirada. Y es precisamente a partir de ese instante cuando la cámara gira y pasamos a verlo todo a través de los ojos de una mujer que mira fijamente al tipo que está al otro lado de la calle.

Presentas a los personajes principales, Nicole, Ruby y Élise, a través de títulos que aparecen en pantalla, y aunque tienen escenas en solitario, da la sensación de que siempre están juntas de alguna manera. ¿Cómo hiciste para encontrar este equilibrio?
Tenía claro que quería que sus nombres aparecieran en la pantalla, como en un cómic o en una farsa. Y no solo los nombres, ya que tenía la intención de que todo fuera muy colorido y exagerado: la actuación, los movimientos de cámara, la puesta en escena, etc. Quería que la película se caracterizara por los excesos. Al mismo tiempo, la cinta trata de la amistad femenina y de cómo puede ayudarte a superar ciertos traumas y a seguir adelante. No quería que estas tres chicas estuvieran juntas todo el tiempo, porque se trata de individuos distintos y capaces de estar solos. Mi intención era separarlas durante un tiempo para luego construir, mediante el montaje, una conexión que reflejara que seguían pensando las unas en las otras.

En un momento dado, Nicole dice que, como escritora, pretende explorar una nueva forma de narración que no se base en el conflicto y su resolución, lo cual me recordó al enfoque de Céline Sciamma, donde el deseo constituye la fuerza motriz, no el conflicto. ¿Fue algo de lo que hablasteis cuando trabajasteis con ella en el guion?
Sí, el hecho de considerar el deseo de esta forma me cambió la vida, sobre todo después de trabajar en Retrato de una mujer en llamas [+lee también:
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. Nicole es el tipo de feminista que trata de reinventarse y redescubrirse a base de romper las reglas, y no porque sí, sino para intentar comprender quién es y cómo puede remodelar las ideas patriarcales que también sustentan las historias. Y es que, en realidad, las narraciones basadas en el conflicto y la dinámica entre hombres y mujeres son muy patriarcales.

Es más, en un rodaje donde hay conflicto, suele haber jerarquía y tiranía, y personalmente no me siento cómoda trabajando así. Me parece que hay más sorpresas y más creatividad cuando todo el mundo se siente a gusto y lo suficientemente abierto como para compartir sus ideas. Y eso es algo que considero sumamente importante.

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(Traducción del inglés)

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