Kristina Dufková • Directora de Mi vida a lo grande
"Lo que más me interesó del libro era el mundo interior de Ben, que era también lo más difícil de traducir a la pantalla"
por Giorgia Del Don
- La directora checa explica lo que le llevó a adaptar el trabajo del autor francés Mikaël Ollivier y la importancia de la música en su película

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ficha de la película], el primer largometraje de Kristina Dufková, que se ha estrenado a nivel mundial en la sección Contrechamp del Festival Internacional de Cine de Animación de Annecy, es una película de animación en stop-motion con marionetas cuenta la historia de Ben, un adolescente que lidia con el sobrepeso y su primer enamoramiento.
Cineuropa: ¿Qué te impulsó a utilizar la técnica de stop-motion con marionetas para contar la historia?
Kristina Dufková: Quería usar la animación clásica con marionetas porque tenemos una larga tradición con esta técnica en la República Checa. También quería desarrollarla hacia algo más conectado con las emociones de los personajes. Durante toda la película, traté de sentirme conectada con Ben, y por eso decidí crear marionetas con párpados removibles. Eso me permitió jugar con las emociones en los rostros. Para lograrlo, también decidí que la otra mitad de las caras, como la zona de la boca, fuera reemplazable. Esto me permitió hacer comprensibles las sílabas que forman las palabras que pronuncian los personajes. Es una técnica usada en Estados Unidos, pero no en la República Checa ni en Europa. Es algo muy novedoso.
Todos los pequeños detalles que distinguen a tus personajes son extraordinarios. ¿Te inspiras en la vida real, en personas que conoces, o trabajas más desde la imaginación?
Mi infancia me influyó mucho, pero no quería que la película estuviera asociada a un lugar concreto. El autor del libro [Mikaël Ollivier] es francés, y yo soy de la República Checa, así que inevitablemente estoy influenciada por lo que ocurrió en mi país, pero la película no está ambientada en ninguna ciudad o país específico.
¿Qué te llevó a adaptar el libro de Mikaël Ollivier, La vie, en gros, y cuáles fueron los principales retos a la hora de adaptar —o inspirarte en— un libro?
Lo que más me atrajo del libro fue el mundo interior de Ben, sus emociones, su ritmo… y eso también fue lo más complicado de plasmar en la pantalla. Esos sentimientos tan íntimos son imposibles de adaptar y representar, y por eso usé la técnica clásica de animación con marionetas. Quería actualizar un poco el libro, así que añadí todos los animales que se ven en la película. En una de las versiones, incluso había un padre que vivía en la jungla. En mi primera idea, había aún más animales. Al final, no cambié mucho respecto al libro; básicamente, fui añadiendo elementos, pero el libro, tal como es, está íntegramente en la película.
Tratas temas delicados, como la obesidad, la discapacidad y el acoso escolar. ¿Qué aporta la animación a la hora de abordar estos problemas?
Todos estos temas fueron la razón por la que decidí hacer una animación, porque suaviza la realidad y hace que todo sea menos dañino y peligroso. De algún modo, el público no se siente amenazado, porque siempre se percibe una diferencia entre el mundo de los personajes y el propio.
Gracias a su sensibilidad y humor, tu película recuerda a La vida de Calabacín [+lee también:
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ficha de la película], de Claude Barras. ¿Cuáles son tus inspiraciones como cineasta e ilustradora?
Como no podía ser de otra manera, he visto La vida de Calabacín, y la verdad es que fue una inspiración. Me interesa sobre todo el mundo real, que te ofrece distintos puntos de vista cuando haces una historia animada muy enraizada en la vida real. Así fue con La vida de Calabacín, pero también con Mary and Max.
La música tiene un papel muy importante en tu película. ¿Cómo creaste la banda sonora?
Decidí crear toda una trama en torno a una banda musical, que no formaba parte del libro. Me encantaba la idea de que la canción principal se reflejara en toda la historia. Comienza como una canción de rap, con cosas que Ben conoce en su vida, como la comida y la cocina, luego evoluciona hacia algo relacionado con el amor que siente por Clara y, al final, gira más en torno a la amistad y la aceptación de sí mismo. De alguna manera, describe el arco narrativo de la historia. Lo que me gusta es que va cambiando a lo largo de toda la película. Básicamente, Ben está tratando de encontrar su propia voz.
(Traducción del inglés)
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