Christoph Hochhäusler • Director de La Mort viendra
“Me resulta más fácil ambientar películas de ficción, como las de gánsteres, en ciudades con las que no estoy muy familiarizado”
por Teresa Vena
- La nueva película del director alemán, que constituye una mezcla de thriller policíaco y drama existencial, gira en torno a un gánster en Bruselas
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entrevista: Christoph Hochhäusler
ficha de la película], una mezcla de historia criminal y drama existencialista, ha tenido su estreno mundial en la competición internacional del Festival de Locarno. Hemos hablado con el director sobre sus personajes y su decisión de ambientar la historia en Bruselas.
Cineuropa: ¿Hubo alguna imagen o escena en particular que te sirviera de punto de partida?
Christoph Hochhäusler: Todo empezó con la pregunta de qué hace alguien que tiene mucho poder cuando debe afrontar su propia muerte. Es una idea que me interesa desde hace mucho tiempo. Siempre me ha sorprendido ver que a menudo son los hombres los que quieren que la muerte sea repentina: que no implique debilidad y que ocurra de forma controlada, por así decirlo. Siempre me ha parecido una falta de humildad, típica de lo que consideramos masculino hoy en día.
Para contrarrestar al protagonista masculino, presentas a una asesina a sueldo.
Queríamos mostrar una especie de “último gánster”, que encarna el modelo de luchador solitario que está a punto de extinguirse. Durante una proyección de prueba, una espectadora dijo: “Los hombres están acabando consigo mismos”. Me pareció una observación muy acertada. Las mujeres de la película forman un triángulo. Esto no es un análisis sociopolítico, sino más bien una sensación por mi parte: creo que las mujeres de la película adoptan un enfoque diferente. Son más realistas y están dispuestas a colaborar, por lo que tienen más posibilidades de sobrevivir.
¿Tenías una idea concreta del aspecto que debía tener la actriz?
Cuando escribo un personaje, intento que sea difuso hasta cierto punto. Al hacer el casting, quiero sorprenderme. A veces tengo a alguien concreto en mente para interpretar un papel, pero no ocurre a menudo. Ulrike Müller, que se encarga del casting de mis películas, me enseñó una entrevista de televisión en la que Sophie Verbeeck hablaba de su papel en Mes Provinciales [+lee también:
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entrevista: Jean-Paul Civeyrac
ficha de la película], de Jean-Paul Civeyrac. Así fue como di con ella. Ha interpretado bastantes papeles, pero esa entrevista fue clave para mí. Me pareció que encajaba muy bien con el papel de mi película. Sophie tiene una apasionante mezcla de extrema dureza y franqueza al mismo tiempo. Hay contradicciones en su rostro. Era importante desarrollar con ella la apariencia del personaje. ¿Cómo lleva el pelo? ¿Qué zapatos usa? ¿Qué ropa lleva? ¿Cada cuánto los cambia? Para mí, esa es siempre una parte fundamental a la hora de “encontrar” un personaje.
¿Es así como desarrollaste los otros papeles en torno a los dos personajes principales?
Louis-Do de Lencquesaing, que interpreta al gánster anciano, y Sophie, como la asesina a sueldo, solo tienen dos escenas juntos, pero fueron los dos únicos actores que elegimos en conjunto. Tenía la sensación de que eran ellos los que debían sostener la película. Aunque no los vemos mucho compartiendo escena, los dos personajes están muy relacionados entre sí. Con Ulrich Peltzer, con quien escribí el guion, intenté desarrollar la película como un panorama. La historia trata de muchos personajes, de un cosmos, de un mundo. Pensamos que para esta película, un solo personaje principal no habría sido suficiente. Por otra parte, también es cierto que probablemente nunca haya habido tantos personajes en mis películas como en esta.
¿Cuáles fueron los aspectos más importantes a la hora de desarrollar el concepto estético de la película? ¿Cómo te inspiró Bruselas como ambientación?
Básicamente, la película nació allí. Visité Bruselas, me encantó y pensé que había que hacer algo allí. Lo primero que me vino a la mente fue: “¿No podrían vivir aquí unos gánsteres?”. Eso no quiere decir que en Bruselas no se puedan hacer películas completamente diferentes, pero eso fue lo primero que me inspiró. Me resulta más fácil ambientar películas de ficción, como las de gánsteres, en ciudades con las que no estoy muy familiarizado, porque te aporta la distancia que necesitas para desarrollar un gánster cinematográfico. Bruselas tiene esa mezcla de belleza y brutalidad. Hay una atmósfera gris, pero también cosas majestuosas. Espero hacer otra película en Bélgica. No es casualidad que un país tan pequeño produzca tantas grandes películas. Cuenta con un montón de grandes actores y profesionales. Fue una experiencia muy agradable.
(Traducción del inglés)
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