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LOCARNO 2024 Competición

Silvia Luzi y Luca Bellino • Directores de Luce

“La cara de Marianna Fontana es el paisaje de la película"

por 

- El dúo de directores habla con Cineuropa sobre la espectacular actriz principal de la película y el papel arquetípico al que da vida

Silvia Luzi y Luca Bellino • Directores de Luce
(© Maria Linda Clericetti/Locarno Film Festival)

Una de las películas que compiten este año por el Leopardo de Oro en el Festival de Locarno está protagonizada por una joven morena sin nombre. En Luce [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Silvia Luzi y Luca Bellino
ficha de la película
]
, Marianna Fontana interpreta a una trabajadora, a una hija y, en resumen, a una veinteañera sin rumbo, decidida a reconectar con su padre encarcelado. Tras el estreno de la película, nos reunimos con los directores Luca Bellino y Silvia Luzi para hablar de algunos de los aspectos más singulares de su obra, así como de su formidable actriz protagonista.

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Cineuropa: “Luce” significa “luz” en italiano, pero la película comienza con una pantalla en negro y un ruido sordo. ¿Podéis hablarnos de la decisión de abrir Luce de esta manera?
Luca Bellino
: Las escenas iniciales son muy importantes para nosotros: queremos que todo esté ahí desde el principio. La pantalla está en negro y todo es sonido; no hay acción. Sin embargo, la acción real ocurre detrás (ella está cerrando con clavos el armario de su habitación). El ruido también puede recordarnos a los sonidos de las fábricas, o a la representación metafórica de una obsesión, cuando hay algo que no para de retumbar y martillear en nuestra cabeza.

¿Por qué decidisteis no especificar dónde transcurre la película? Intentaba averiguarlo basándome en los dialectos que escuchamos.
Silvia Luzi:
Es el sur de Italia, pero un sur muy particular. En el imaginario colectivo, el sur es soleado, es música, es mar, pero aquí tenemos montañas, frío y una pequeña ciudad industrial. No tiene nombre, pero es uno de los tres sitios de Italia donde se encuentran las fábricas de cuero que abastecen a marcas de moda como Gucci y Prada. Del mismo modo, la protagonista tampoco tiene nombre. 

L.B.: En cuanto al dialecto, no es el típico napolitano, sino un dialecto muy antiguo de esa parte de Italia que se parece al napolitano. Es bastante antiguo y algunas de sus expresiones están muy anticuadas. Los trabajadores de la región lo utilizan y tienen su propia palabra para su oficio, que no existe en otros sitios. No es una palabra italiana, ni napolitana, sino algo totalmente propio que se parece al sonido de golpear un martillo. Aunque en realidad estos trabajadores no clavan nada.

¿Cómo escribisteis los diálogos de la película? ¿Y las conversaciones telefónicas que constituyen la mayor parte del diálogo?
L.B.:
La voz del teléfono no habla ningún dialecto italiano en particular, sino una mezcla de todos los dialectos que se hablan en la cárcel. Cuando pasas 20 años en prisión, tu forma de hablar cambia. 

S.L.: Aparte de Marianna [Fontana], todos los demás actores que aparecen en la película son personas reales: los trabajadores, la familia… También visitamos cárceles durante meses, hablamos con los presos, escuchamos lo que tenían que decir, intentando comprender sus sentimientos, su tristeza, su deseo de estar más cerca. Hicimos simulacros de llamadas telefónicas con ellos, e inspirándonos en sus palabras, escribimos las frases del padre. 

Quería preguntaros por el tejido social de la película y el papel de la familia. Son elementos periféricos a la trama de la protagonista y de su padre ausente. ¿Por qué era importante incluir estos dos aspectos?
 L.B.:
En realidad, era importante para Marianna. Por un lado, trabajó realmente en esa fábrica durante tres meses, donde nadie la conocía: estaba infiltrada. Para Marianna, era muy importante empatizar con los demás trabajadores.

S.L.: Y para nosotros, tener a la familia como una especie de coro, como en una iglesia. El entorno social, la familia, la fábrica… Todo ello forma un coro en torno a la protagonista. Las tres partes son como una prisión: la fábrica, la familia y la propia cárcel. En estos tres casos, te conviertes en otra cosa, ya no puedes ser tú mismo.

L.B.: Todo parece muy real, pero nuestra idea era que la película estuviera en su cabeza. Necesitábamos sentir la opresión que la rodea, y esperamos que el público pueda entrar en su mente y sentir también esa presión.

Luce acompaña a Marianna en todo momento y, aunque es difícil saber lo que piensa, es muy fácil empatizar con ella. Hay algo muy específico en su interpretación que no puedo explicar.
S.L.:
Trabajamos a nivel micro: micro-sensaciones, micro-sentimientos, micro-expresiones. Siempre se puede hacer algo más expresivo, pero como el personaje está experimentando una agitación interior que nunca llega a explotar, su cara tiene que convertirse en un reflejo de ello. Buscamos actuaciones que estén “un punto por debajo”, para rebajar el tono. Cuando llora, derrama una sola lágrima.

(Traducción del inglés)

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