email print share on Facebook share on Twitter share on LinkedIn share on reddit pin on Pinterest

LOCARNO 2024 Fuera de competición

Radu Jude y Christian Ferencz-Flatz • Directores de Eight Postcards from Utopia y Sleep #2

"El cine puede incorporar todo tipo de elementos y seguir siendo cine"

por 

- El director y el filósofo hablan sobre sus puntos de vista sobre el cine, sobre explorar el material de archivo y sobre la interacción entre publicidad e ideología

Radu Jude y Christian Ferencz-Flatz • Directores de Eight Postcards from Utopia y Sleep #2
Radu Jude (izquierda, © Locarno Film Festival) y Christian Ferencz-Flatz

El galardonado director rumano Radu Jude ha presentado sus dos nuevos trabajos, Eight Postcards from Utopia [+lee también:
crítica
entrevista: Radu Jude y Christian Fere…
ficha de la película
]
(codirigida con el filósofo Christian Ferencz-Flatz) y Sleep #2 [+lee también:
crítica
entrevista: Radu Jude y Christian Fere…
ficha de la película
]
, fuera de competición en el Festival de Locarno. Cineuropa se ha sentado a hablar con los dos directores sobre sus obras experimentales.

Cineuropa: Eight Postcards from Utopia gira en torno a la intersección entre historia, publicidad e ideología en la Rumanía postsocialista. ¿Por qué escogisteis la publicidad como tema central?
Christian Ferencz-Flatz:
La publicidad constituye un elemento fundamental durante el período de transición de Rumanía desde la caída del régimen de Ceausescu hasta la adhesión del país a la Unión Europea. Por un lado, los anuncios nos permiten ver muchas de las cosas que ocurrían durante aquel período, por lo que el material documental tiene un efecto muy positivo. Los anuncios constituyen un claro reflejo del zeitgeist. Se trata de creaciones que, para ser efectivas, tienen que ser elaboradas por alguien plenamente consciente de qué botones se deben pulsar. De hecho, eran muy sensibles a lo que pasaba por la cabeza de la gente. Por otro lado, los anuncios desempeñaban el papel de verdaderos agentes históricos de lo que ocurría en aquella época, y realmente transformaron la sociedad rumana de diversas maneras. Yo creo que, al utilizar este tipo de materiales, recuperas el acceso a ciertas energías emocionales.

Radu Jude: Para mí, se trataba más bien de la pregunta de André Bazin: “¿Qué es el cine?”. Acabamos de hablar con algunos jóvenes cineastas y críticos, y uno de ellos me ha preguntado: “¿Por qué haces películas con imágenes que no fueron creadas originalmente para el cine?”. Creo que es muy importante enriquecer el cine y ampliarlo. El cine puede incorporar todo tipo de cosas y seguir siendo cine. Esa era precisamente la idea, rediseñar esas imágenes mediante el montaje y una mirada particular. Los títulos de los capítulos también son de suma importancia, ya que constituyen un marco a través del cual se puede ver el material bajo una nueva luz.

Cuando se yuxtaponen tantos clips, puede dar la sensación de que se trata de una hipérbole del capitalismo. ¿Era esta vuestra intención?
C. F.-F.:
Yo diría que se trata más bien de un efecto secundario, pero hace que la película sea más difícil de leer en todas sus capas. La mejor manera de ver Eight Postcards from Utopia es quizás desde un ordenador portátil. Ver la película en el cine también tiene utilidad, desde luego, ya que ves el metraje a mayor escala y puedes apreciar las diferencias en la granularidad de la imagen, lo cual habla del estado del archivo y demás. Pero para acceder a las capas más profundas de la película, lo mejor es poder ir más despacio, pausar la película y volver a ver determinadas partes.

Algunos anuncios no tienen final, porque se cortan antes de que podamos ver su desenlace.
R. J.:
Sí, eso ocurre en muchos casos, porque la idea era recontextualizarlos y extraer, si quieres, los elementos documentales o los que confirman las hipótesis de los títulos. Los materiales son tan heterogéneos en la publicidad que tienes que hacer estas elecciones. De lo contrario, sería un caos.

F.-F.: En realidad, hay un tipo de progresión específico en la forma en que intervenimos del primer al último capítulo. No fue del todo intencionado al principio, pero empezamos con una especie de respeto por el material, ensamblando trozos enteros de anuncios en las secciones anteriores. El primer capítulo se centra en la historia, por lo que trata los anuncios más como documentos, con un enfoque documental más tradicional. Pero a medida que la película avanza, se vuelve más lúdica y ficticia, de modo que las intervenciones son más profundas y evidentes.

Sleep #2 se percibe como una experiencia completamente distinta. ¿Trabajaste en estos proyectos simultáneamente?
R. J.:
Todos mis proyectos tienden a solaparse en algún momento, pero la fase más importante de ambos —el montaje— se hizo por separado. En el festival se proyectan juntos, y cada vez que ves dos cosas juntas, el cerebro encuentra conexiones. Pero hay festivales que proyectarán solo una de ellas. La principal conexión entre ellas es que ambas películas son montajes realizados a partir de material que originalmente no estaba pensado para convertirse en cine o en una obra de arte. Sleep #2 es un diálogo-homenaje con Andy Warhol y su cine. Pero más allá de eso, las dos películas ofrecen experiencias de visionado totalmente diferentes. Hay personas a las que Sleep #2 les ha parecido aburrida, pero no es de extrañar si la han intentado ver desde el mismo punto de vista que Eight Postcards from Utopia.

¿Cómo te enteraste de la existencia de la webcam de la tumba de Andy Warhol?
R. J.:
La descubrí en un artículo sobre Warhol, y lo cierto es que me fascinó. Empecé a grabar las secuencias de la webcam sin ningún propósito concreto, quizá solo para hacer un breve vídeo de broma. Pero con el tiempo, la idea creció y acabó convirtiéndose en una película completa.

Resulta de lo más curioso el hecho de que Eight Postcards from Utopia parezca una película, mientras que Sleep #2 podría ser fácilmente una instalación artísitca expuesta en una galería.
R. J.:
Lo cierto es que no hay una explicación lógica para este fenómeno, ya que los conceptos de cine y videoarte se solapan mucho más hoy en día. Ambas películas tienen un principio y un final, y creo que hay que verlas en su totalidad para comprenderlas plenamente. Un bucle en un museo significaría que solo podrías ver uno o dos minutos.

F.-F.: En realidad, yo creo que Eight Postcards from Utopia funcionaría también en ocho o nueve pantallas separadas en un espacio de exposición.

(Traducción del inglés)

¿Te ha gustado este artículo? Suscríbete a nuestra newsletter y recibe más artículos como este directamente en tu email.

Lee también

Privacy Policy