LOCARNO 2024 Cineasti del Presente
Iva Radivojević • Directora de When the Phone Rang
"No podía imaginar esta película en un formato digital"
- La directora nacida en Yugoslavia recuerda el derrumbe de su país natal en su última cinta

Iva Radivojevic nació en Belgrado y pasó sus primeros años en Yugoslavia, Chipre y Nueva York. Es artista y escritora, y reside actualmente en Grecia. Sus películas se han proyectado en el Festival de Cine de Nueva York, en New Directors/New Films, IFFR, CPH:DOX, el Museo de Arte Moderno (NYC) y la Bienal de Arte Contemporáneo de Salónica, y han sido comisionados por ARTE La Lucarne y Field of Vision. En su último trabajo, When the Phone Rang [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Iva Radivojević
ficha de la película], la cineasta profundiza en sus recuerdos sobre el momento en que abandonó su país natal. Hemos hablado con ella con motivo del estreno de la película en la sección Cineasti del Presente de Locarno.
Cineuropa: ¿Qué te motivó a volver al pasado, en particular al periodo bélico?
Iva Radivojević: Todas mis películas giran en torno al desplazamiento y la migración. Abandonar un país en guerra a una edad temprana, un acontecimiento para el que ninguno de nosotros está preparado, dejó una profunda huella en mí. Considero ese tipo de desarraigo como una “pequeña muerte”. Cuando me pedían que recordara mi infancia, siempre aparecían las mismas imágenes, como fantasmas rondando el presente. La mayoría de las veces, los recuerdos permanecían en esa habitación junto a la ventana [que vemos en la película]. Sentí mucha curiosidad por esa habitación y esos recuerdos, y quise darles un contenedor adecuado.
La guerra empezó en 1991, pero cuando tu protagonista responde al teléfono es 1992. ¿Por qué?
Muy sencillo, 1992 fue el año en que mi madre, mi hermana y yo abandonamos Yugoslavia.
Te enfrentas a recuerdos que se desvanecen. ¿Son todos tuyos?
La película es esencialmente una recopilación de mis recuerdos personales. Se trata de acontecimientos reales en los que están implicados mi familia y mis amigos. La llamada telefónica es el recuerdo más vívido que tengo, y puedo describirlo con mucho detalle después de tantos años. Mientras rodábamos en el bloque de edificios donde crecí, algunos vecinos salieron al patio. Eran los mismos vecinos de hace 30 años. Quedó muy claro que esos recuerdos no eran solo míos, sino de toda la comunidad y, en un contexto más amplio, del país.
Te gusta mezclar diferentes tipos de cine. ¿Cómo definirías esta película?
Defino mis películas como “cine dislocado”. En este caso, se trata de la documentación de un dolor: el dolor de la dislocación. Si hablamos específicamente del binarismo entre ficción y no ficción, quizá sea apropiado utilizar el término “compuesto”.
La voz en off puede considerarse en ocasiones un recurso bastante brusco. ¿Te pareció necesario para tu película, acorde con tu visión?
La película es una especie de autobiografía y, como tal, está narrada en primera persona. La escribí como una historia mucho antes de escribir el guion, con la intención inicial de que fuera un libro. Sin embargo, la película se abrió paso a la fuerza. La narración también guía todas mis películas. Las veo casi como unas memorias. La propia narradora cambia de forma, de identidad, de idioma y de aspecto, y reaparece de una película a otra, como un emigrante que viaja de un país a otro, de una realidad a otra.
¿Cómo fue rodar una película tan compleja con un equipo tan reducido?
Teníamos un presupuesto ínfimo, lo que nos obligaba a ser imaginativos. Utilizamos un piso para casi todas las escenas. Me gusta mucho el diseño de producción, así que rediseñé los decorados según la escena con la ayuda del equipo. La película es bastante minimalista y el equipo asumió múltiples funciones. Cuando cuentas con un equipo fantástico y entregado, todo es posible.
La película de 16 mm, con su calidez natural, suele asociarse a recuerdos más agradables. ¿Por qué decidiste rodar tu película, que trata en gran medida de sentimientos negativos, en este formato?
No lo describiría necesariamente de esa forma. La textura y la calidad de los 16 mm corresponden a la textura de la memoria: granulada, carente de nitidez [digital], una textura de otro tiempo. También está impregnado de nostalgia reflexiva. No podía imaginar esta película en un formato digital.
(Traducción del inglés)
¿Te ha gustado este artículo? Suscríbete a nuestra newsletter y recibe más artículos como este directamente en tu email.