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LOCARNO 2024 Cineasti del Presente

Olga Korotko • Directora de Crickets, It's Your Turn

"Me río del patriarcado y del machismo, pero no hace ninguna gracia"

por 

- La directora kazaja afincada en Dubai cree que la masculinidad tóxica y el sexismo se pueden combatir con la razón en vez de la fuerza

Olga Korotko • Directora de Crickets, It's Your Turn

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, en la competición Cineasti del Presente de Locarno. Es una historia llena de hombres despreciables y mujeres valientes. Nuestra conversación con Korotko se convirtió en un debate sobre personajes exagerados y repulsivos que reflejan comportamientos tóxicos de la vida real.

Cineuropa: Has explorado temas espinosos como la explotación, el patriarcado, la jerarquía, la violación y la justicia. ¿Cómo abordaste mentalmente un asunto tan delicado durante la fase de escritura?
Olga Korotko:
No los veo como temas independientes. Son síntomas de la misma enfermedad. Ya se trate del patriarcado, la discriminación o la injusticia social, la raíz de estos problemas es esencialmente la misma. Simplemente se manifiestan de forma diferente. Por lo tanto, mezclar estas cuestiones surgió de forma natural.

El monólogo del macho alfa Bahyt (Arnur Kusaingazin), que habla de la violencia y el darwinismo desde una perspectiva distorsionada de masculinidad tóxica, resulta provocador. ¿Qué buscabas transmitir con este discurso?
Creo que el hilo conductor de estos temas es la mentalidad de que todo es una competición. Si no eres el ganador o el agresor, te conviertes en la víctima. Merey [Inzhu Abeu] se opone a esta mentalidad. Dado que todos tenemos cosas distintas que ofrecer al mundo, no hay necesidad de competir ni de querer dominar.

¿Pueden los personajes masculinos ofrecer algo al mundo? Son tan desagradables y repulsivos…
Sí, pero tienen potencial para cambiar. No creo en las oposiciones binarias entre buenos y malos. Las personas actúan según su mapa mental. Estos hombres aplicaron su agresividad a la causa equivocada, pero esa misma energía contundente podría haber servido para algo mejor.

Todos los personajes masculinos resultan despreciables. ¿Se trata de una exageración intencionada para crear un marcado contraste y transmitir una idea clara?
Sí, esta representación no pretende ser realista. Además, cuando la película muestra las fantasías de Merey, la realidad cinematográfica no es exactamente la de su vida real. El comportamiento machista es una exageración. El título de la película, además, es una expresión que se usa cuando un chiste no tiene gracia. Me río del patriarcado y del machismo, pero no hace ninguna gracia, porque no es necesario.

Nurlan (Ayan Batyrbek), a pesar de parecer menos desagradable, sigue siendo profundamente antipático. Sin embargo, su pretensión de ser mejor y su tendencia a seguir a los demás lo hacen, posiblemente, aún más problemático que sus amigos. ¿Podrías explicarnos el proceso de creación de su personaje?
Es el tipo de persona que cree en el darwinismo social. Se limita a seguir a los demás, sin tener la voluntad de dominar. Intenta encajar en el grupo en el que se encuentra, pareciéndose así a un camaleón. Al principio, forma parte de un grupo diferente, pero las acciones finales de Nurlan reflejan su deseo de alinearse con el sistema patriarcal. 

¿Nunca lo ve como un ambiente tóxico?
La verdad es que no. Los espectadores que lo reconozcan comprenderán la intención de la película de llamar la atención sobre el problema. Desde dentro, Nurlan no puede evaluar objetivamente su toxicidad. Hay que salir del sistema para poder analizarlo.

Se convierte casi en una película de venganza pura, pero acaba siendo un feminicidio cinematográfico. ¿Por qué?
Existe la idea de que las mujeres, o las víctimas en general, deben ser tan fuertes como los agresores para vencerlos. Tenemos que combatirlos en su propio terreno y con sus propias armas, que es la esencia de una película de venganza. Entiendo el planteamiento de combatir el fuego con fuego por una buena causa, pero creo que hay una alternativa. Al elegir la belleza, Merey gana. Utiliza su talento como fotógrafa para influir positivamente en los demás. Es la única que se dirige a las invitadas por sus nombres. El objetivo de su cámara no las cosifica.

El discurso es un marcador crucial del personaje, no solo por el vocabulario, sino también por la tendencia a permanecer en silencio en determinadas situaciones. ¿Cuánto te ha costado escribir este discurso?
Mucho, sobre todo a la hora de crear esas conversaciones machistas y sexistas. No estoy rodeada de gente así, pero una noche, por casualidad, acabé en un círculo de ese tipo. Presumían de historias similares de machismo. Conseguí el material que buscaba. Además, Nurlybek Maulezaripov, que interpreta a Max, llevó a cabo su propia investigación, observando a algunos conocidos y navegando en foros específicos. En el plató, lo filmamos mientras contaba historias sexistas sobre contratar chicas. Todas las reacciones de los demás actores fueron auténticas.

En la película predomina el ruso, con algunas frases en kazajo.  ¿Puedes explicarnos este aspecto bilingüe?
Quería recrear la realidad de la mezcla de culturas y lenguas. En Kazajistán, la gente cambia continuamente de idioma. Al principio, el guion solo estaba en ruso. Luego animé a los actores a cambiar al kazajo cuando les apeteciera.

(Traducción del inglés)

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